Quedaremos mis Cenizas y Yo

Mentiras

Ángel se quedó paralizado y no pudo sentarse del susto, del miedo y de los nervios. Pero mientras él no podía moverse las manos de Alex seguían tocándole todo el trasero, no se detenían. Alex delicadamente lo acerco hasta la silla de cemento y lo sentó. Ángel solo no se podía mover, quería gritar, pero no podía, se quedó mudo.

-Tranquilo no voy a hacer nada que tú no quieras- dijo Alex mientras se sentaba al lado de él. Hasta hoy en día sigue siendo una de las mentiras más grandes que ha escuchado

-¿Me puedes quitar las manos del trasero?- pregunto Ángel inocentemente mientras lo miraba a los ojos.

-¿No te gusta? Si es muy lindo y me gusta tocarlo. Me gusta tocarte- le respondió Alex mientras apretaba cada vez más y a Ángel le comenzaba a doler.

-Enserio quítalas me duele-

-Bueno bueno, tranquilo lindo- le respondió Alex

En ese momento Alex quito sus manos y Ángel pudo respirar. Sus manos pasaron por su espalda y lo abrazaron por el hombro, Ángel solo se acerco y dejo abrazarse y de recostó en el hombro ancho de Alex. Volvía a sentir ese calor que le gustaba

En ese momento Ángel pensó. ¿Y si me esta abusando como los casos del noticiero? Inmediatamente se respondió que no era verdad, qué el sí lo quería, que no lo manoseo, que no lo abuso. Que a él no le podía pasar algo así, que él conocía a Alex y que sabía que nunca haría algo así, muy ingenuo.

-Tranquilo mi niño- dijo Alex

-Estas muy tenso, tranquilo, te quiero mucho- continuo

-Perdón es que me dolió mucho- respondió intentado ocultar sus pensamientos y medio sollozando

-¿Qué te dolió que te tocara el trasero? Perdón me pase, es que me gustas mucho. Y a veces es lo único que quiero hacer es tocarte, besarte, pensarte- dijo intentando excusarse

-¿Me perdonas?- continuo mientras traía y acariciaba la mano de Ángel hasta que la beso, como todo un príncipe.

-Claro que sí, pero no lo vuelvas a hacer. Enserio no me gusta- Contesto Ángel compresivamente

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