Sol de invierno [Given]

Capitulo 5. Hormonas

Era el primer almuerzo que pasaban juntos en su sitio después de 3 largas semanas separados y el tiempo parecía haberse detenido en aquel lugar. Uenoyama observaba a Mafuyu comer el almuerzo que le había compartido

–¿Tu amigo estuvo de acuerdo en no pasar el almuerzo juntos? – preguntó Mafuyu mientras mordía suavemente un onigiri 

–¿Mi amigo? Ah, ¿te refieres a Takeshi? – preguntó Uenoyama tomando otro onigiri – supongo que sí, me da algo de pena ya que no tiene muchos amigos, pero quería estar contigo

Mafuyu sonrió triunfal a su victoria ante “Takeshi”

–Aparte Takeshi está en mi salón y se sienta a mi lado entonces lo veo todo el día y a ti solo puedo verte durante la hora del almuerzo – agregó inocentemente Uenoyama con una sonrisa, ese comentario hizo desaparecer completamente la sonrisa de Mafuyu, detalle que no pasó desapercibido para Uenoyama – no te cae muy bien Takeshi, ¿verdad?

¿Eh? No… – dijo rápidamente Mafuyu y continuo – no lo conozco, no tengo una opinión positiva ni negativa de él, pero si es tu amigo supongo que debe ser una buena persona – sonrió y le dio la última mordida a su onigiri  

Uenoyama lo observó detenidamente, jamás creyó que Mafuyu seria del tipo celoso. Cada día descubría algo nuevo de el y le encantaba, quería seguir a su lado, quería seguir descubriendo cada lado de la personalidad de Mafuyu, su lado tímido, su lado celoso, su lado que puede hacerte estremecer en el escenario, su lado atrevido… lo quería todo de él. Sin darse cuenta había pasado aproximadamente un minuto mirando fijamente los labios de Mafuyu, se dio cuenta de este detalle cuando el peli naranja se mordió suavemente el labio inferior sacándolo de sus pensamientos y descolocándolo de sí mismo. 

–Uenoyama, ¿quieres besarme? – preguntó seriamente Mafuyu en una voz tan baja que fue casi imperceptible – yo…quiero que me beses 

–Estamos en la escuela – respondió nervioso Uenoyama tratando de contenerse, había pasado 3 semanas lejos de Mafuyu y sentía que lo necesitaba desesperadamente, incluso antes de eso los besos que habían compartidos habían sido contados y muy cortos. Uenoyama respetaba a Mafuyu y nunca pedía por más, era un perfecto caballero…pero también era un joven de 17 años lleno de hormonas 

Cálido. Uenoyama sintió una calidez encantadora en sus labios, Mafuyu se había acercado rompiendo la corta distancia que los separaba y depositó un dulce beso en sus labios. No duró más de 5 segundos, pero fue más que suficiente para encender todos sus sentidos, apenas se comenzaba a separar Mafuyu, Uenoyama lo jaló atrayéndolo una vez más a él y continuó el beso un tanto desenfrenado, sus labios querían más de los del otro, su respiración estaba agitada y podía sentir su sangre bombeando rápidamente por todo su cuerpo. No tenía experiencia en ese tipo de besos, pero se dejó llevar por su cuerpo y Mafuyu estaba siguiéndole la corriente, siguiendo el ritmo del beso de forma frenética. 

Los labios de Uenoyama son tan suaves, pensaba Mafuyu mientras disfrutaba de aquel beso. Ahh, quiero más 

Mafuyu se armó de valor y tímidamente tocó los labios de Uenoyama con su lengua, como pidiendo permiso para invadir su boca. Uenoyama se paralizó, aquella sensación fue como un shock eléctrico en todo su cuerpo. La lengua de Mafuyu era cálida, se sentía tan bien, su mente estaba completamente nublada. Sin pensarlo más abrió su boca dejando entrar la cálida lengua de su novio, uniéndola así con la suya, en un beso tan desenfrenado que ambos habían olvidado donde se encontraban. Las manos de Uenoyama sostenían firmemente los hombros de Mafuyu mientras que las manos de Mafuyu acariciaban suavemente el cabello de Uenoyama.

Ringgggggg

La campana que indicaba el fin de la hora del almuerzo sonó y retumbó en sus oidos, interrumpiendo aquel beso de forma abrupta. Ambos se separaron rápidamente con la respiración agitada, Mafuyu desvió la mirada completamente sonrojado y Uenoyama miraba el piso. Hubo silencio.