Sol de invierno [Given]

Capitulo 11. Mafuyu

¡Hola, chicas! como aclaración, este capítulo está narrado desde la perspectiva de Mafuyu.

Tic tac

La habitación se encuentra completamente en silencio, puedo escuchar claramente el sonido de las manecillas del reloj y el lápiz golpeteando el cuaderno de manera nerviosa. Mi vista está pegada a ese pedazo de papel en blanco, he estado así por los últimos 20 minutos.

¿Por qué soy tan malo expresándome?

Como si alguien hubiese encendido una bombilla dentro de mí, asiento el lápiz contra el papel y comienzo a escribir

Siempre lo hago todo mal

No soy capaz de decir lo que pienso

Estoy seguro de que también eres malo en esto...

Ah... - suspiro- necesito escuchar su voz, no puedo inspirarme solo así. Tomo mi teléfono y le marco...el teléfono suena un par de veces, me siento nervioso. ¿Es tonto ponerme nervioso por esto? Aún cuando ya hemos compartido momentos íntimos y llevamos algún tiempo de conocernos y ser cercanos, todavía me pongo nervioso cuando voy a verlo, o en estos escasos segundos mientras escucho el tono de llamada esperando a que conteste

-¿Hola? Mafuyu - contesta un poco confundido, ya que no suelo hablarle a estas horas de la nada - ¿todo bien? ¿sucede algo?

Sonrío, no puedo evitar sonreír al escuchar su voz. No he dicho nada, pero en su mente ya está pensando en distintas maneras de hacerme sentir mejor en caso de estar triste, el tono preocupado en su voz me derrite. ¿Qué hice para merecer a este chico?

-Mm no - respondo tranquilo - es solo que quería escuchar tu voz, es todo

-Ah...- responde y se queda callado un segundo. Es tan adorable que hace unos segundos tenía tanto que decir, pero cuando lo tomo por sorpresa se queda en blanco - ¿Estás teniendo problemas con la canción?

Es increíble lo bien que me conoce, cierro los ojos y sonrío ante este pensamiento, él en verdad me conoce

-Tal vez...

-Si hay algo que pueda hacer...

-Ya me estás ayudando en estos momentos, Uenoyama-kun

-Ehhhhh ¿ahora? ¿cómo? - pregunta confundido y casi puedo ver la expresión que seguramente está haciendo

-Tan solo me gusta escuchar tu voz

-...

-Bueno, te dejo para que descanses, Uenoyama-kun

-A mi también me encanta escuchar tu voz, Mafuyu...yo

-¿Sí?

-Ya quiero que el fin de semana llegue - pude notar la vergüenza en su voz y el simple hecho de mencionar el fin de semana mis mejillas se encendieron

-También yo...hasta mañana

Colgué el teléfono con una sonrisa y tomé nuevamente el lápiz

Solo por favor, déjame escuchar tu voz

Eso es todo lo que necesito para seguir viviendo

Mientras escribía estas palabras pensaba en todo lo que había pasado. Después de perder a Yuki creí que nunca más podría ser capaz de sentir felicidad, estuve por tanto tiempo vagando, solo respirando. Cada día era una rutina sin fin de días grises, solo despertar, respirar y terminar el día. Hasta que conocí a Uenoyama-kun.