STRANGELOVE (𝑊𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑆𝑝𝑖𝑑𝑒𝑟)

Epílogo

Peter gimió tan sonoramente que tuvo que morderse el dorso de la mano en lo que se recuperaba de los espasmos por el buen orgasmo mañanero que había recibido, estaba seguro que los vecinos ya estaban cansados de escucharle.

Al mayor no le importó el torso pegajoso por las tiras de semen que salieron del menor al correrse, amaba aquella expresión entre sonrojada y avergonzada que ponía Peter cuando alcanzaba el orgasmo, lo acercó iniciando un lento beso que contrastaba con lo que acababan de hacer.

Peter respiraba pesado, intentando regular su respiración, pero aún así, sonrió ligeramente al separarse, y le llenó el rostro de besos mientras subía sus brazos alrededor de su cuello.

Agradecían ambos el aguante que tenía el otro, si, en algún punto se cansaban, pero solo hacían unos minutos para recuperarse del orgasmo y buscar el siguiente.

-¿Seguro que tienes que irte? Podríamos hacer esto todo el día

-Ángel, la oferta suena tentadora, pero no puedo cancelar esta vez -Peter hizo un ligero puchero, y recibió un beso en su mejilla por parte de su acompañante sin separarse aún-. Además, me dijiste que tu hermano traería a Thomas

Thomas era su sobrino, un bebé de dos años. Alexander y Wade adoptaron un bebé hace tan solo unos meses, les costó bastante trabajo, pero al final Tony aceptó ayudarles con aquello, al ser Alexander Stark, hijo mayor de Anthony Stark, prácticamente volvieron mucho más fácil el proceso.

De mala gana y sin querer hacerlo realmente, se separaron, Bucky salió de él escuchando un bajo jadeo por parte del menor, y besó su frente mientras lo recostaba sobre su pecho.

-Me daré una ducha, y no podemos tomarla juntos, ya voy tarde

-¿Entonces cuál es el problema si ya vas tarde de todas formas? -El soldado sonrió, intentando considerar en si debía tomar la ducha con él, mientras su desnudo novio comenzaba a caminar junto a él y después frente a él en dirección a la ducha-.

Peter amaba todo eso, el sexo matutino o en cualquier hora del día, las pláticas de cualquier cosa, bajo la atenta y brillante mirada que el mayor le dedicaba cada que lo escuchaba hablar, los desayunos que regularmente el soldado hacía, o él trayendo pizza del otro lado de Nueva York para cenar, que aunque el mayor le decía que no era necesario, sabía que solo le gustaba esta.

Además de que no se volvió una rutina, ni siquiera después de dos años viviendo juntos, estaban cerca de cumplir tres años de vivir ahí, en un departamento cercano a la torre, pero donde tenían la privacidad suficiente, con todo y lo reacios que estuvieron sus padres por la idea.

Tony quería matar de nuevo a Bucky cuando este le dijo que había comprado un penthouse a unas calles de la torre, y a donde se iría a vivir con Peter si él quería. Steve tuvo que intervenir para que el soldado pudiera proponerle aquello a su hijo, y aunque el rubio tampoco estaba del todo de acuerdo, no podía negar el brillo en la mirada de la pareja cada que se veían.

Casi tres años después, en el amplio baño, Peter terminó de ducharse con ayuda del ojiazul, entre suspiros, y besos de parte de ambos, algunos que durarían como moretones en la piel del contrario por varios días.

Está demás decir que la ducha se alargó un rato.

Al salir, Bucky tuvo que terminar de vestirse más rápido de lo que había previsto, y Peter solo se colocó unos calzoncillos antes de tirarse semi desnudo sobre su cama dispuesto a volver a dormir.

Bucky esperó unos segundos, recién había terminado de acomodar su cabello de la manera que no se notara tan largo, y admiró a su sonrojado novio, sobre la cama, abrazando la almohada que mojó en el proceso gracias a su cabello, y a punto de quedarse dormido.