Un Mundo Sin Tu Sonrisa // Scorbus (sin Terminar)

Capítulo III: Propósito De Mudanza

Albus//

Me desperté por culpa de unos golpecitos en la ventana de mi habitación debían de ser las seis de la mañana porque el cielo aún estaba algo oscuro. Vi que lo que estaba provocando esos golpes era una lechuza, la lechuza de Scorpius, abrí rápidamente la ventana dejando entrar a la lechuza, que se apoyó en mi hombro, yo le hice unas caricias, esa lechuza siempre había simpatizado conmigo.

Había dejado una carta en el escritorio debajo de la ventana. Y yo empecé a leer con la poca luz que entraba por la ventana

Lo siento mucho Albus, he insistido a mi padre todo lo que pude, pero es imposible, lo siento de veras. Voy a seguir intentándolo, pero me ha dejado bien claro que no me dejará.

La lechuza ululaba en mi hombro, no podía ser, todo iba súper bien este verano y derrepente toda mi alegría se esfumó. Alguien llamó a la puerta de mi habitación, pero entró sin que yo diera permiso

—¿qué haces a esta hora con una lechuza?—preguntó mi padre encendiendo la luz, viéndome cabizbajo —¿qué ocurre?—preguntó casi inmediatamente de encender la luz

—Scorpius no podrá venir conmigo a la casa de Teddy—respondí

—no pasa nada Albus, para la próxima será—intentó mi padre consolarme

—dile a Teddy que no iré—decidí

—vamos Albus, que no vaya Scorpius no significa que no puedas ir—

—no quiero ir—

—hijo te vendría bien ir, distraerte de todo lo que ha paso este curso—

—necesito a Scorpius— dije, sin ser muy consciente de lo que decía

—deberías descansar, ya mañana vemos que podemos hacer—recomendó mi padre

—papá— dije justo antes de que apagara la luz y se marchara, yo aún tenía la lechuza de Scorpius en el hombro, ahora dándome pequeños y suaves picotazos en la oreja

—dime Al—

—convencerás al señor Malfoy para que Scorpius pueda venir—

—ya veremos—

—por favor papá, Scorpius se merece más que nadie un fin de semana para distraerse de todo lo que pasó—

—lo intentaré Albus, ahora intenta dormir— después de eso mi padre se fue de mi habitación, se notaba que la relación que teníamos ambos había mejorado con creces. Me costó un poco conciliar el sueño, pero alfinal me quedé dormido.

Narrador//

A la mañana siguiente en Francia se levantó el joven Malfoy, se acordaba perfectamente de los sueños de unas horas antes, pero ya estaba más tranquilo.

—¿qué tal estas hijo? —

—mejor— parecía que el enfado del día anterior lo habían dejado por un momento de lado

—¿qué soñaste anoche? Me asustaste, gritabas como si te estuvieran torturando—

—lo siento padre, solo fue un mal sueño—

—Scorpius, una cosa es un mal sueño y otra muy diferente es lo que pasó anoche— concreto Draco para que Scorpius hablará

—solo fue, que... Que... Todo lo que ocurría lo sentía, todas las emociones, todo—

—¿Te estaban torturando?—preguntó Draco a su hijo

—no, bueno al menos no
fisicamente— admitió