El caos inicia

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¿Cómo diablos terminé aquí? ¿En qué estaba pensando? Ah sí, en ser un super humano y hacer mi acto de bondad del año, consejo de conejo, nunca hagas cosas de las cuales estás seguro que no saldrán bien. Miré el panorama y no era nada agradable, un inodoro en medio de rejas y siete personas a mi lado; Federico, Savannah, Alejandro, Cecilia, Thomas, Mike y Martín en orden cronológico. Todos con la cabeza baja y con las manos esposadas, yo no era la excepción y aún no me entraba en la cabeza que estuviésemos en prisión.

-Quiero orinar – dijo Martín con un notorio estado de ebriedad, Mike, quien se suponía ser un mayor responsable, estaba con los ojos rojos de tanta cocaína que había ingerido en la noche y a duras penas podía pensar con claridad.

- Mi padre va a matarme – pensé en voz alta. Thomas no puede ni sentarse bien por tanta droga y alcohol que hay en su cuerpo, si bien la idea de celebrar sus 16 años era tranquila, gracias a él estamos aquí.

- ¿A ti? ¿Crees que te dirá algo a ti? Por el amor de Dios John, soy el mayor a cargo de todos ustedes aquí, si hay alguien que no sobrevivirá a la ira de tu padre, seré yo – dijo Mike sin mirarme, supongo que tanta droga lo hace confundir, a decir verdad ni siquiera sé con exactitud cuántas y cuales drogas habrá ingerido en la noche.

- Mierda, cierren su boca, mi cabeza está reventando – al parecer Thomas fue el más afectado y debemos tomar en cuenta de que su padre es comandante superior de la policía nacional, también tomar en cuenta de que está drogado siendo un menor de edad y que tenemos a un mayor de edad, también drogado, a cargo de nosotros.

- Pueden realizar sus llamadas, de uno en uno – el encargado de la celda nos habló y todos nos miramos para saber quién sería el primero en llamar a su padre, pero creo que todos sabemos con exactitud al primer padre que será llamado y es por esa razón que miramos Mike conjuntamente, el cual miró con desprecio a todos antes de levantarse de la banca.

- ¿Qué creen que diga el tío Máx? – Martín no podía formular con claridad sus preguntas, ni mucho menos hablar. Iba a tener un castigo largo cuando su padre se entere de que se emborrachó a sus 14 años y mayor sería el castigo de Alejandro por dejar que se emborrache.

- Solo cállate Martín – al parecer las drogas ponían de muy mal genio a Mike, éste salió por la reja y se puso al teléfono. Claro está que no pudimos escuchar con exactitud lo que tío Máx dijo, pero si se escuchaban gritos y Mike alejaba el teléfono de su oído ante ellos.

Me quedé mirando el panorama y continuaba con esa pregunta. ¿Qué había hecho para estar aquí? Ah sí, ser un buen hermano y evitar que Fede y Sav se busquen un castigo. Pero recapitulemos, para que puedan entender mejor mi situación actual.

Nos iremos a la vuelta de mi primer día de clases, fue horrible y aunque pude fingir todo el camino, en casa comenzaron los problemas. Cuando llegué a mi casa mi padre estaba esperándome con una sonrisa y sus brazos abiertos, me dio un abrazo paterno muy grande. Todo indicaba que sería un día normal, alguna que otra revisión diaria y unas recomendaciones por parte de mi enfermera, sin embargo notaba a Fede muy extraño y es que me di cuenta de sus intenciones malévolas cuando mi padre dijo que viajaría a Nueva York por trabajo. No aseguró el tiempo que se quedaría allí, pero eso no impediría que mis hermanos destruyeran la casa completa, puesto que ninguno de mis padres estaría presente y a eso le sumamos que el cumpleaños de Thomas es mañana.

-Bueno mis niños, viajaré alrededor de 2 días, pero si eso cambia les avisaré ¿sí? – todos asentimos mientras veíamos a mi padre acomodando su saco correctamente en su antebrazo.

- Te extrañaré papá – dije antes de sentir como me abrazaba, Savannah soltó un bufido fuerte mientras que Fede se limitó a soltar una pequeña risa. No es mi culpa ser su mimado y ser muy pegado a él.

¿Dónde está mi alma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora