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Kira:

El esta aquí.

No se ha ido, sigue a mi lado.

Dibujo una sonrisa en mis labios y me pierdo en el, coloco mi mano sobre su rostro y apenas hace una mueca entre sueños., bajo mi tacto, deslizando mi palma y mis dedos por los pectorales, hago pequeños círculos, los cuales finalmente lo despiertan.

Me sonríe. —Hey...

Se estira, dejándome a la vista la musculatura de sus brazos.

Amo esos fuertes músculos y amo sentirlos a mi alrededor cada bendita noche, cada vez que nos entregamos el uno al otro.

Le beso los labios y bajo mi boca a su barbilla, llego al cuello y siento su manzana de Adán, mis manos continúan viajando más abajo mientras mi boca está casi cerca de ellas, las subo para tocar sus pectorales y así mismo, marco con mi boca esos músculos.

El cuerpo de Dimitri reacciona a mi toque.

Mi boca baja a los abdominales, acaricio con mi lengua intentándolo y saboreo en esa V marcada, me muerdo los labios y me levanto para darle una mirada última.

Los ojos de Dimitri se encuentran con los míos y su mano ya está viajando a mi cabello, lo provoco y me baja la cabeza empujando suavemente.

—Chúpame la polla, Kira.

Encantada sigo esa orden, mis dedos envuelven su erección y la acerco a mi boca, le doy una pequeña lamida a la punta, me gusta provocarlo y el gruñe.

Pruebo lo dura que esta, acariciando los lados con mi lengua, bajando por su longitud, mientras mi pulgar toca ese glande, frotando y estimulando hasta ponerlo más duro.

Dimitri está impaciente, así que separo los labios para recibirlo, me la meto y miro sus ojos con su polla en mi boca antes de empezar a succionar, eso lo excita como a mi.

Mi caballero separa los labios, sus ojos dilatados y aún no he empezado.

—Mierda...

Comienzo a chupar mientras esas manos se aferrar a mi cabello, mi cabeza moviéndose al ritmo en el que el la hace moverse, dejo que me guíe, empujando hacia adelante, ocasionando que su erección entre más hondo, la siento como si llegara a mi garganta, aunque sería una verdadera locura, su polla golpea mi paladar, roza mis dientes y deslizo los labios hasta la punta, la saco y juego con el glande.

—Kira... joder

Apenas puede hablar, me encanta.

Sigo dándole placer a este hombre, le doy toques con mi lengua a la punta y termino probando del glande otra vez, me lo meto y succiono con fuerza, los dedos de Dimitri se aferran a mi cuero cabelludo y empujan provocando que entre.

—Mierda.. Kira... Mierda.. Mierda..

Repite la palabra hasta que termina llegando y yo me aparto separando mis labios, me acomodó a su altura y todavía siento su pecho subiendo y bajando.

—¿Cómo estuvo?

Sus ojos me miran. —Increíble.

Me muerdo el labio intentando ocultar una sonrisa que se me escapa y termino riendo cuando me derriba y ahora es el turno de el.









Elegida por la venganza (#8 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora