Elegida por la venganza (#8 Hijos de la Mafia)

27

Kira:

Cuando despierto aun trato de procesar todo lo ocurrido, siento un dolor profundo detrás de la cabeza, pero el verdadero dolor es el que siente mi corazón y cuando la puerta de la habitación en la que estoy encerrada se abre.

Dimitri...

Yo retrocedo por el impulso, chocándome con la cama, Dimitri no hace contacto visual, deja la bandeja con comida y se da la vuelta de regreso.

—Dimitri...

Mi voz lo detiene y hasta no decir su nombre siento mis ojos llenarse de lágrimas.

—Dimitri.—Repito.

Su espalda se tensa y yo muerdo mi labio.

—Solo dime que es mentira.

—¿Por qué tendría yo que decirte eso?

El pecho se me aprieta, su mirada fría y sin expresión me consume.

Tengo toda la verdad frente a mí y aun así, una parte mía se niega a creerlo.

Soy terca y estúpida, quizás lo soy, pero quiero creer..

—¿Por qué debo decirte eso, Kira?

—Porque tú eres mi caballero de blanca armadura.

Una expresión de burla cruza sus labios.

—¿Aun no lo has entendido, Kira?.—Niega y siendo que lo que va a decirme me va a destrozar.—Cada paso que has dado, incluso desde la noche en la que nos conocimos, ha sido planeado por mí para llegar a este momento.

¿Planeado?

—Conocernos no fui coincidencia.—Prosigue y las lágrimas comienzan a bloquear mi vista.—Despertaste en mi cama porque así estaba planeado y te enamoraste de mi porque yo me propuse a que fuera así.

—¿Tu planeaste esto?.—Niego con la cabeza.—Y tus sentimientos por mí..

—No existe tal cosa.

Mi corazón se rompe y mi voz igual.

— ¿Estás diciendo que todas tus palabras han sido falsas? ¿Todo lo que me has dicho es falso, Dimitri?

—¿Qué parte no entiendes de que el teatro se termino?.—Una sonrisa curva sus labios.—O eres demasiado estúpida para darte cuenta.

—Dimitri..

—Todo ha sido falso, Kira.—Él se acerca a mi.—Los te quiero, los te amo.. incluso el sexo.

Miro sus ojos, los cuales me observan con odio, sin ningún rastro de lo que había antes.

—Lo único que he llegado a sentir por ti a sido asco. Un puto asco.

—Estuve ahí.—Le recuerdo.—¿Se te olvida, Dimitri? Y jamás vi asco en tus ojos.

El aprieta la mandíbula.

—No sé qué sucede y no sé por qué haces esto, pero estuve ahí, no puedes mentirme.

—Soy muy buen actor.—Se justifica.—Además..

Su mirada me recorre y vuelve a ser fría al detenerse en mi rostro.

—Jamás amaría a la hija del asesino de mi padre, Kira.

Me quedo en shock.

Retrocedo alejándome de él.

—¿Esto es por mi padre, Dimitri?

El dolor sube a mi garganta y dejó que mis lágrimas caigan.

—¿Qué demonios tengo que ver yo con eso?

Otra vez vuelvo a estar metida en un lío como este por los problemas de mi padre.

¿Ahora qué es?

¿Un ajuste de cuentas?

—Porque tú fuiste el detonante.

—¿De qué..?

—Mi padre es Gavrel Romanov.

El descubrimiento es tal que mi cuerpo tambalea, retrocedo alejándome de este hombre y mi miedo vuelve porque tengo su imagen en él.

Ahora mismo solo puedo verlo a él.

Dimitri es hijo de Gavrel Romanov.

El hombre que me secuestro...

El hombre que quiso...

—Tú eres su hijo.

—¿Lo entiendes ahora, nena?

No está pasando.

Esto debe ser una horrible pesadilla.

Quiero despertar.

¡Quiero despertar ahora!

Mi mirada se encuentra con la suya y ya no hay dudas, por mucho dolor que sienta.

Ahora no tengo ninguna duda.

Todo este tiempo Dimitri ha demostrado ser alguien que no es.

Y yo me deje cautivar por él.

Sin ver que había atrás, he terminado cayendo en su juego de venganza.