Elegida por la venganza (#8 Hijos de la Mafia)

Epílogo

Dimitri:

Mi mente analiza lo sucedido y apenas y he acabado de despertar, pero también mientras esos pensamientos están dando vuelta, lo primero que reconozco es la habitación de un hospital y luego lo veo a él.

A Nicolai Vólkov.

Sentado frente a mí, con una expresión completamente seria.

—Me avisaron que anoche tuviste un avance, sabía que en cualquier momento ibas a despertar y quería estar presente cuando sucediera.

Me muevo apoyándome en la camilla levantada.

—Apenas y te estas recuperando, no hagas eso si quieres abrir alguna herida.

¿Qué coño es esto?

Pongo la mirada en la habitación y en las rosas blanca que parecen recién cambiadas.

—Son de Kira. —Dice Nicolai llamando mi atención.

Toma un respiro.

—Aunque deteste decirlo, ella no ha dejado de venir a verte.

Kira...

—¿Ella está bien?

—Lo está. —Me asegura y se siente un alivio profundo. —Gracias a ti.

Nicolai guarda silencio por un momento y entonces continua.

—Salvaste a mi hija y aunque todo eso se pudo haber evitado, lo hiciste y soy agradecido.

—No tiene que agradecer nada. Si la salve es por mis sentimientos hacia ella.

—Dices amar a mi hija. —Me dice mirándome de frente. —De acuerdo.

Hasta el momento no me había percatado del folder en sus manos, Nicolai me lo deja sobre la camilla y con dificultad lo abro.

—He perdonado tu vida, Dimitri Romanov, pero solo por Kira. —Me asegura. —Si fuera por mi te mandaría al mismo infierno con tu hermano.

Mis manos se detienen en una hoja.

—¿Qué es esto?

—Tu libertad, tu nueva identidad... has lo que quieras con lo que te estoy otorgando.

—¿Y a cambio de que..?

—De que no te vuelvas a acercar a Kira nunca más.

Un dolor aprieta mi pecho.

Nicolai niega. —Sé que Kira jamás podrá dejarte ir, es por eso que necesito que lo hagas tú.

Alejarme de Kira.

Ni siquiera es una fecha, es un maldito "para siempre"

—Si amas a mi hija, hazlo, Dimitri.

Unos meses después:

Kira:

—¡Es nuestro último año!. —Grita Vanya.

—Primer año y primer día de clases, nos espera un largo ultimo año. —Comenta Paulina.

Sonrio y Vanya nos abraza a las dos.

—¿Esta noche si saldremos, no? —Pregunta Paulina.

Ambas me miran como si yo fuera la que siempre echa para atrás los planes.