Elegida por la venganza (#8 Hijos de la Mafia)

18

Kira:

—¿Saldrás esta noche con nosotras, Kira?.—Me pregunta Vanya, en su mirada veo que espera que responda que sí.

—No lo creo.

Paulina suspira.—¿Ya quedaste con Dimitri?

—Todas las noches quedamos.

Ambas se ríen.

—Ya estas dejando de lado a tus amigas.—Paulina me rodea con un brazo atrayéndome hacia ella.—¿Y a todo esto cuando nos lo presentaras oficialmente?

—Pronto.—Prometo.

La campana suena.

Las dos suspiran frustrada.

—Las dejó, debo ir a clases.—Aviso a ambas.

Me despido con un beso y camino hacia el salón, cojo mi teléfono y le envió un mensaje a Dimitri.

—Señorita Kira.

Mis pies se detienen.

¿Por qué?

¿Por qué esta uno de los hombres de papá en la universidad?

—Necesito que me acompañes.

Esta es la manera de mi padre para contactarme.

—¿Eres nuevo, verdad? No te conozco.—Respondo mirándolo a ambos lados.—¿Boris no ha venido contigo?

—Boris tuvo otro asunto que tratar.

—Si Nicolai Vólkov quiere verme dile que el mismo venga a buscarme,. —Le aclaro. —Sin embargo ahora mismo no podrá ser, las personas que quieren vivir limpiamente deben esforzarse. Y eso pretendo hacer, no seguir el camino que el eligió.. y por eso si me disculpas, una clase me esta esperan..

Intento avanza, pero me bloquea el pase.

—¿El nombre Dimitri le suena familiar?

Mi cuerpo se tensa.

—¿Qué?

—Acompáñeme, Señorita Kira.

¿Qué ha hecho?

¿Qué es lo que ha hecho mi padre?

Dimitri:

Tengo los músculos tensionados todo el tiempo hasta que el mismo coche me traslada a ese lugar.

Luchando constantemente con mi emociones salgo del vehículo, aunque no me agrade sigo las indicaciones de ese sujeto, del tal Boris.

—Sígueme, por favor.—Me pide como si se trata del mismo mayordomo de Nicolai Vólkov.

Inicia el camino hacia los interiores de la enorme casa y voy detrás, con unos tres pasos de diferencia.

Me hace pasar al recibidor, su sala de estar y mientras observo las paredes y la habitación amueblada, el vuelve a dirigirse hacia mi.

—El señor vendrá enseguida.

No respondo, solo le doy una mirada.

Boris desocupa la habitación y me tomo la libertad de caminar, solo porque veo una fotografía que llama mi atención.

Y es de la familia Vólkov.

Aunque antes pensaba que Kira y su madre se habían alejado de este hombre por la vida misma que llevaban y que ella no aprobaban, al final por la misma Kira ahora se los motivos del porque se alejaron, aunque parece que Nicolai las tiene presente desde sus retratos en fotografías y cuadros.

No le queda de otra, las dos mujeres lo prefieren lejos. Esto es lo más cercano que puede estar.

Mi mano viaja hacia una sola fotografía, después de dejar la familiar y es la de Kira.

Una fotografía actual de Kira, aunque en el viejo y costoso mueble, hay más.

Kira de niña, joder.

Un malestar se atora en mi garganta y en mi pecho, hago un recuento de los últimos días.

Mi padre secuestrando a Kira y aun desconozco los motivos de ese secuestro, Gregori no ha sido claro y me está obligando a buscar respuestas.

Aprieto el cuadro en mis manos y mi cuerpo se relaja un poco, hasta olvido que estoy pisando la casa de ese sujeto porque me he perdido en la fotografía.

Kira...

El rostro sonriendo de Kira, un rostro tierno.

¿Quién imaginaria lo sexy que puede llegar a ser esa mujer?

Incluso en la fotografía, con esa sonrisa, hay una ligera muestra de lo sexy que es, sus hombros descubiertos en esa blusa, su maquillaje que se atenúa a su rostro, sus labios rojos y su cabello rubio largo hacia adelante cayendo a la altura de sus redondos pechos.

Si hubiera sido diferente, Kira.

—Es hermosa.. ¿no es así?

Todo mi cuerpo se tensa.

Me giro hacia la voz, la puta voz que resulta ser el rostro de ese hombre.

—Mi hija.

Dejo la fotografía en su lugar y pongo toda mi atención en él, mi enojo creciendo rápidamente.

—Tú eres Dimitri... El hombre que sale con mi hija.—Se detiene en medio de la sala, tengo los puños apretados.—Soy Nicolai Vólkov, el padre de Kira.

Ahora mismo.

Estoy de pie frente al asesino de mi padre.