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Kira:

Estamos aquí para una sola cosa y fue lo que hicimos ni bien llegue a su departamento.

Le marqué a mamá minutos antes  y le dije que  me quedaría a dormir en casa de Vanya, así mismo asegure mi cuartada con ella, mamá aún sigue preocupada aunque ambas creíamos que ya lo supero, es por eso que siempre trato de tranquilizarla diciéndole mi ubicación.

Y al menos esta vez quiero mentir.

Solo esta vez.

Porque no hay forma de que me vaya de aquí, no hasta cogerme a Dimitri y si tengo suerte, mi caballero de blanca armadura me dejara dormir en su pecho hasta el día siguiente.

Quiero creer que sí, Dimitri no es como los otros hombres maleducados que he conocido.

Claro que no.

Jadeo sobre su boca y el me carga en brazos, llevándome a la cama, me desnuda y yo a él, nuestros dedos ardiendo en deseo en cada roce y toque, siento como sus manos queman al dejar la ropa y hacer contacto con mi piel.

Gimo sobre sus labios y me entrego a Dimitri en todos sentidos, caigo sobre la cama y el sobre mí, deseo probar de su polla otra vez.

—Esta vez yo. —Me detiene.

Con una sonrisa  lo dejo, separo las piernas y Dimitri acerca mi cintura a su boca, baja poco a poco y logro ver sus ojos lujuriosos elevándose por arriba de mi entrepierna, luego su sonrisa lasciva  y me preparo mentalmente para sentir esa lengua.

Lo siento probarme, subir desde los muslos hasta ir más y más hondo, cuando llega a mi sexo ya tengo mucho que darle para saborear.

—Dimitri…

Me come entera, arremetiendo su lengua contra mi vagina palpitante, mis ojos se cierran y echo la cabeza hacia atrás, gimo regocijada por el placer que está brindándome y solo es el inicio.

No puedo imaginar el nivel de espasmos que recibirá mi cuerpo cuando tenga su gordo pene dentro de mí.

Llevo una de mis manos a sus sabanas y tiro de ella, arrugándola, mientras la otra se hunde en su cabello, Dimitri se detiene a lamer los contornos y doy un respingo al sentir sus dientes rozándome, vuelve a lo mismo, empujando su lengua y explorando mi sexo.

Me devora.

Siento como este hombre me devora la vagina por completo.

—Que rico sabe esto, Kira. —Pronuncia. Palabras sucias que me hacen humedecer.

Siempre me ha gustado que me hablen sucio.

No el decirme “Puta” “Zorra” “Coges como una puta”

No, pero si palabras guarras como las que acaba de decir, más respetables que las anteriores mencionadas, por no decir que no tiene nada de respeto que te llamen puta, pero  a algunas mujeres les gusta, como a Vanya, por ejemplo, pero eso ya es gusto de cada uno, no estoy aquí para juzgar, sino para disfrutar del placer que Dimitri me está otorgando.

—Oh.. Dimitri…

Su lengua entra y sale en una ocasión más y lame mi entrepierna, justo donde mis jugos se han esparcidos, me limpia y vuelve a subir.

Entonces se aparta, dejándome con ganas, aunque mi vagina ya está lo suficientemente mojada, deseosa y excitada para recibir ese pene.

Lo quiere dentro, frotándose.

—Te necesito mojada para mí. —Indica, se ha detenido justo a tiempo.

Dimitri se acomoda , siento un calor abrasador en mi interior y mi vientre.

Elegida por la venganza (#8 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora