Los siguientes días fueron los motivos para que mi cabello se tiñera de verde en total frustración. Si tener que estudiar diario por los exámenes finales no fuera suficiente, también tenía que lidiar aún con la presencia de mi prima en cada movimiento que hacía. Sin embargo, ya no se me hacía del todo malo tenerla alrededor, habíamos estado saliendo por las tardes de un lado a otro por los trámites que le faltaba llevar a la Universidad, con eso llegábamos a tener ciertas charlas concretas y no sólo de una palabra. Incluso comenzaba a gustarme pasar tiempo con ella, pero esas salidas hacían que redujera mi tiempo de estudio y me sintiera con más presión en el examen del día siguiente.
Resumiendo estos últimos cuatro días: Gwen y Jack se habían reconciliado, aunque técnicamente no habían terminado, sólo estaban algo alterados, y supuse que ambos pensaban lo mismo de que el otro estaba enojado y no quería volver. Aunque eso había hecho que nos ignoraran un poco a Ashton y a mí. Y referente a la situación del que no puede ser nombrado –alias "el Ken barato"–, él simplemente actuaba como si no pasara nada. De nuevo. Eso me hacía enojar, ¿acaso se va a aparecer de la nada, acorralarme como una tonta oveja, torcer la boca en una sonrisa que me hacía querer asesinarlo de diferentes maneras posibles, y besarme como si fuera lo más simple del mundo que pudiese hacer? ¡No! Él no podía simplemente llegar, hacer eso y luego huir.
¿O acaso lo hacía para molestarme?
Mi mente estaba hecho un revoltijo.
Pero tenía una cosa muy en claro acerca de Jaffe, no dejaría que él volviera a besarme, no dejaría que se burlara de mí. No podía... No podía creerle alguna palabra de lo que había dicho en el cubículo del baño.
Quise hacerlo. Besarte... quise besarte. Quise hacerlo. Besarte... quise besarte. Quise hacerlo. Quise hacerlo.
Besarte, quise besarte.
Maldito imbécil. Quería cocerle la boca, así no tendría ganas de hacerlo otra vez.
¿Por qué no podía simplemente dejarme en paz? O mejor, ¿por qué no se buscaba a una chica de primer año a quien molestar y hacerla sufrir? Aunque probablemente la chica termine queriendo estar a cada rato con él, algo que, como todos en la escuela sabíamos, Jaffe no sería capaz de soportar.
–¡Jullie! –gritó Gwen al verme, sacándome de mi mente en revolución.
Ella estaba sonriente, venía junto con Jackson y Ashton, los tres con sus bandejas de comida. Tal y como lo habían hecho desde que Jack y ella comenzaron a salir, ocuparon un lugar en la mesa redonda que siempre apartábamos para pasar la hora del almuerzo.
–Hey, chicos, ¿qué tal?
–¿Cómo esta mi querida nerd el día de hoy? ¿Lista para la fiesta? –alzó las cejas graciosamente.
–Bueno, digamos que no tengo otra opción.
–Espera, ¿irás a la fogata? –me preguntó Gwen.
–Pues sí, ya que cierto mosquito no ha dejado de molestarme durante toda la semana con eso.
Ella me miró algo confundida pero rió.
–Me lo hubieses dicho, pensé que no irías. Conociéndote, había supuesto que te quedarías en casa.
–Ese era el plan.
–Pero ahora –intervino Ashton–, se unirá a nosotros en la fiesta. Vamos Jullie, ¿acaso no quieres alocarte un poco entre examen y examen?
La verdad era que quería terminar inconsciente para olvidar por un momento toda la presión de los exámenes. Habíamos tenido como cinco exámenes en estos tres días, y lo único que quería era relajarme. Ya había pasado un tiempo desde la última vez que había ido a una fiesta, pero quería pensar que esta sería diferente. Además, Ashton estaría ahí y eso era mejor que nada.
ESTÁS LEYENDO
Please Don't Say You Love Me
Teen FictionEsta es la cosa: hay un chico en mi clase de Literatura llamado Jaffe Wayland, y lo conozco desde mi nacimiento, literalmente. Él es un maldito chico arrogante, quisiera aventarlo de un pozo pero temo que regrese en venganza saliendo de alguna telev...