Karasuno

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“En una bandada de blancas palomas, un cuervo negro añade más belleza incluso que el candor de un cisne.”
Giovanni Boccaccio

  Las calles se llevaban de su gente, que salían a saludar la extensa caballería extranjera. Parecían sencillos, cordiales y alegres. Estaban emocionados de recibir a la realeza causante de la velada.

  Kenma no sabia si eran los nervios o la sorpresiva bienvenida, pero decidió recluirse al interior del carruaje. El Rey saludaba alegre con sencilleza apoyado desde la ventana, y Saeko sacaba medio cuerpo afuera saludando a gran parte de sus conocidos, quienes se preguntaban que hacía la joven alli.

  Una vasta cantidad de sirvientes los recibieron junto a representantes jovenes del Concejo de Sabios del lugar. En el centro, a los pies de la gran entrada dorada que resplandeciente conformaba el marco de apertura al palacio de Karasuno, estaba presente una persona que los recibiría. Por costumbre, los gobernantes de esas tierras tendría que hacerlo, pero Kenma notó que eso no vendría al caso. En su lugar, un joven hombre mas  alto que su Rey estaba allí, vestido con túnicas blancas y doradas. No parecía querer dar la bienvenida pero tampoco expresaba odio, solo se notaba en su rostro frialdad.

  Aunque esto lo pareciera, su curiosidad no estaba en los pensamientos de aquella persona, sino en el artefacto en su cara, el cual decían que le daba vista a quienes nacieron con algún mal en sus ojos. Claramente, solo la nobleza y algunos mercantes tenían la riqueza para comprarlo.

  Iba escoltado del brazo de Kuro cuando llegaron ante su presencia. Sintió como los veía de arriba a abajo. Y de la nada sonrió, falsamente claro, pues aún se sentia su indiferencia.
-Sean bien recibidos, la Gloria Nekoma. Me presentó como-.
-¿Ahora das bienvenidas en lugar de tu Rey, Tsuki?.- La voz de Kuro enmarcó un poco las cejas de Kenma, quien le sorprendió su altanera confianza ante aquel desconocido.
-Rey Tetsuro Kuroo, veo que ha olvidado respetar mis acciones o mi renombre.- El hombre lejo de lado su falsa sonrisa para darle esta respuesta a Kuro con su antes frivola mirada.- Lo que hago no es para usted, es una cordialidad para el invitado especial en cuestión, por pedido de "él".-

   La conversación era incoherente en lo que le respectaba a Kenma, por lo que se aferró con más fuerza al brazo de su Kuro para captar su atención. El Rey sonrió con sagacidad; estaba complacido de cumplir con cualquier demanda del rubio, incluso más si era para atraerlo.
-Mi Reina, el chico de lentes frente a nosotros es la máxima autoridad de las Creencias Reinantes.- Hizo un ademán con su malo para señalarlo con educación.- También fue un noble y es un conocido de mi infancia, Tsukishima Kei. Ahora, Corvus albus Sanctorum (El Santo Cuervo Blanco).
  Kenma inclinó levemente la cabeza, presentando asi un saludo ante la Gran Santidad de allí, que solo lo observaba sin interés.
-NEESAAAN! ¿A DÓNDE TE FUISTE?
   Taketora se habia ido antes con gran parte de la servidumbre y el cuerpo militar, por lo que no estaba allí. Aun asi, a Kenma le fue dificil no comparar al hombre que acababa de llegar con él.
-Ah, Ryuu. Aquí estoy, ya volví. Fui a buscar mandarinas-. Saeko, quien hasta ahora espero callada al lado de Yaku-san, mostró contenta una bolsa casi colmada.
-¿Y FUISTE SOLA?.-
-Pues si, espera ¿Se volvió a escapar?
-SI, YAMAGUCHI FUE A VER SI PODRÍAN TRAERLE ALGO DE COMER Y DESPUÉS YA NO ESTABA.-
   Los presentes no parecian incomodarles los gritos y palabras en aquella conversación. Kenma veía como Kuroo oía lo hablado con una sonrisa socarrona, y su Santidad parecía haber anticipado esto. Curiosamente este último, en algún momento de la  conversación, algo captó parte de su atención.
-Bueno, ya que aquella sirvienta es de este dominio y conoce el castillo, ella los guíara a sus aposentos preparados, como reprimenda por su insolente interrupción.
   La seria voz de Tsukishima advirtió a los presentes, provocando en marcha que acciones vuelvan a su continuidad.
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Horohorohoro
*Con "él" se refiere al Rey de Karasuno. Lo aclaró porque me sonó confuso.
Se me muere el celu, asi que publico el otro capitulo más tarde

Flancito-no-diet

Magia y Realeza (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora