¿Nombre?

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"Toda su vestimenta era anticuada, pero la llevaba con tanta majestuosidad, que la hacía parecer eterna como la ropa de la realeza"
L. M. Montgomery

Pasado ya casi 9 días, Kuro podía asegurar con firmeza sus sentimientos sobre Kenma. Cada vez más era mayor su deseo conocer todo lo que pudiera de él, y sentía en lo profundo de su persona que el rubio era el indicado para estar a su lado ocupando el lugar de Reina, porque, aunque no lo demostrará, buscaba hacer lo mejor para su Reino.

Pero, a pesar de esta afirmarción, el Rey Kuroo no podía evitar ser como cualquier humano común, que con sus expresiones caracteristicas y sus sutiles bromas buscaba tapar los nervios que sentía al tratar de averiguar lo que pensaba Kenma.

Asi que no sabía si él también estaba enamorandose, o si ya empezaba a desilusionarse por como era. Ser Rey no significaba que era perfecto. Y vivir entre la realeza no siempre significaba aceptación.
Los orígenes de Kenma serían objeto de chismes entre las féminas de otros reinos, y los hombres juzgarían su elección (opiniones que poco le importaban). Pensó en esto con preocupación hacia el rubió, y se acordó.

Recordó la aprobación del Consejo de Sabios, en especial las palabras de su Jefe, Yasufumi Nekomata:
-Es una persona brillante. Ahora solo necesita personas capaces que lo ayuden a conectar todo.-
Poco comprendió esta oración, pero le alegraba que no hubiera objeción alguna en sus decisiones. Igualmente amigos que tenía en su reino, que en su mayoría eran parte de la Guardia Real, orgullosos aceptaron que se cumpla su voluntad.

Ese mismo día llegó un mensaje que sacó una sonrisa legitima en el rostro de Kuro. Kenma había sido bendecido.

Después de encontrarlo en los jardines, leyendo y merendando en compañia de Yakkun (El Rey se toma sus libertades para dar apodos) y bajo la vigilancia de Yamamoto, le notificó que por decretó de la Santidad Consagrada de las regiones del Sur (Religión predominante), recibiría un segundo nombre como protección y bendición, que se le fue concebido por medio de manifestaciones divinas y el llamado de Dios. Esto también le daría reconocimiento entre algunos circulos sociales de la alta clase.

Kuro estaba contento con este acontecimiento. Con esto nadie objetaría si es que contraían nupcias (excepto, claro, el mismo Kenma). El rubio no entendía bien la situación, mientras que sus acompañantes regozaban de alegría para, más tarde, ir a esparcir la noticia.

Kenma habia comprendido únicamente que se realizaría una ceremonia donde tendría que relacionarse con gente. Y eso no se le daba bien. Sí él pensaba que en la clase noble había cierto nivel de prejuicio, tendría algo de temor. Y eso pensaba.

No tenía este problema con los sirvientes, guardias u otros plebeyos, pues en un futuro sería su Reina, por lo que no debía mostrar inseguridad, sino nunca se acostumbraría a su nuevo hogar.

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Hey, hey, hey!
Nu me gusta tocar temas como la religión, pero aquí sería como otro sistema de poder dentro de otro. Tipo el clero en la época medieval.
Nu se que más decir :v
Espero y estén bien.

Flancito-No-Diet


Magia y Realeza (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora