Una Reina

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"Aprende como si fueras a vivir toda la vida, y vive como si fueras a morir mañana"
Charles Chaplin

El Rey iba a caballo (aborrecía los carruajes por el calor de la época) junto a su mano derecha y General, Nobuyuki Kai, un guardia real, Taketora Yamamoto, y el mensajero real que dio el aviso, Inuoka. Mientras iban cabalgando, le preguntó a este último cual era el rumor tan esparcido.
-Un campesino se niega a realizar sus obligaciones alegando que no era necesario que él las realizará-. Comentó el mensajero
-¿Y a qué se debe?-. La curiosidad picaba la mente del Rey
- Afirma que será la futura reina-. Esto produjó carcajadas en los presentes, y el rostro del Rey mostró una arrogante sonrisa; "Tiene agallas que no eran para presumir", lo admitía. Aún asi, tendría que buscar un castigo adecuado para él.
-Después de la aparición de cierta persona, se a vuelto normal buscar una pareja del mismo género, pero solo algunos nacen con lo necesario para crear vida nueva-. La serena voz de Nobuyuki dio por terminada la conversación del camino, con esta extraña frase, solamente comprendida por quienes lo acompañaban.

Llegaron, gracias a las indicaciones de algunos pobladores, a una modesta cabaña ubicada en los alrededores de la ciudad central de su Reino. Allí había un sencillo huerto con plantas esenciales y, a su costado, estaba un hombre, del cual solo contemplaban su espalda, cortando pequeños troncos.

Un grito ahogado los hizo prestar su atención en otra parte. Una mujer sorprendida se cayó de rodillas al suelo frente a ellos, diciendo:
-¿Están aquí por mi hijo?¿Se lo van a llevar?-. La mujer era un mar de lagrimas, suplicandoles arrodillada.- Llevenme en su lugar, él no hizo nada malo.- La desesperación se mostraba en su tono. El Rey y sus súbditos quedaron atónitos ante la escena que presenciaban.

Un grupo de campesinas, que iban animosamente conversando, se estaban dirigiendo a sus respectivos hogares, cuando vieron dicha situación.
Por fín! Alguien ha venido a hacer algo con ese holgazán.- Bufó una con molestia
-Si, se nota que fue malcriado. Se cree mucho por el simple hecho de saber leer.- Comentó otra en voz alta mientras las demás asentían lo dicho.

La mujer arrodillada, de largos cabellos negros, se paró inmediatamente al escuchar lo comentado, se acercó a ese grupo y firme estampó una bofetada en el rostro de la cual habia dicho a su hijo "Malcriado". Las demás mujeres retrocedieron espantadas y el Rey, y sus caballeros, solo se dedicaban a observar de reojo la situación.
El hombre que cortaba madera apareció con una mirada confuso.
-¿Qué esta pasando aquí?.-Fue lo único que articuló
-¿Qué qué pasa? ¿Qué no te das cuenta? Han venido a hacer justicia, eso sucede. Han venido porque tu hijo no hace nada por el reino y ustedes no pueden recriminarlo-. Habló la mujer abofeteada.
-¿Qué?¿Cómo es eso posible?-. Dijo el hombre, de oscuros cabellos como su mujer.- Eso no es de su incumbencia.-
-Empezó a serlo cuando comenzó a decir esas mentiras.-
Una aguerrida discusión parecía nada más comenzar cuando el Rey decidió intervenir.
-Me parece una insolencia que crean tener permiso para hablar ante mi presencia.- El rostro del Rey Kuroo se ensombreció con seriedad. Sus acompañantes firmes tensaron el ambiente.

Él no llevaba ropa ostentosa, era mas bien sencilla, pero sin perder sus rasgos de nobleza. Estaba vestido simplemente como un joven rico que no buscaba presumir su fortuna.
Ahora todos los campesinos presentes estaban postrados de rodillas ante él, con la mirada fija al suelo.
-Bien. Ahora, ¿Dónde esta el tan rumoreado campesino?-. Preguntó aligerando un poco el ambiente.
Una joven campesina levantó la mano cierto temor. El Rey asintió ante tal acción.
-Su majestad, los padres deben estar cubriendolo, pues nadie ve ni su sombra en todo el dia-. Dijo la joven temblorosa.
El Rey Kuroo iba a hablar cuando su vista se fijo en la escalera que daba al techo de la cabaña. Un crujido llamó su atenció y vio como una fugaz figura bajaba de espaldas a la escalera, tan solo deslizandose a favor de la gravedad.
-¿Qué es lo que pasa con mis padres?-. Y el Rey se enmudeció por primera vez en su vida.
Kuroo se enamoró de la vista ante sus ojos. Un joven, que parecía menor a él, estaba frente suyo mirandolo con unos hermosos ojos felinos, con unos iris ámbar. Curiosamente su cabello era rubio a excepción de las raices, lo cual encontraba adorable. Se acercó y tomó su pequeña figura entre sus brazos. Las holgadas ropas ocultaban su complexión, tocó la suave piel de su rostro y sintió unas inmensas ganas de besar sus labios. El Rey sonrió socarronamente y dijo:
-Asi que tu quieres ser mi esposa.
-No quiero. A menos de que seas mi Rey. En ese caso, lo seré. Y sé quien eres-. Dijo el rubio con firmeza, lo cual impactó a mas de un presente, incluso a los guardias.
Kuroo se enamoró de sus palabras.
-¿Entonces buscas posición?-. Con cierto miedo dijo esto, pero ante tanta audiencia no lo expresó.
-No. Quiero amor-. En sus palabras no habia duda ni falsedad, y muchos lo notaron.
-¿Esperas a que me enamore de tí?-. "Porque si es asi, ya lo estas logrando" pensó inconscientemente el Rey.
-Sé que me amaras, como yo te amaré a tí-. Los espectadores estaban sorprendidos por la gallardía del joven rubio, quien solo veía al Rey. Como si solo tuviera ojos para él.
-Bien, vámonos. Volvemos al palacio-. El joven se iba a separar de los fuertes brazos que lo sostenían, pero este lo retuvo agregando.- Tu vienes también-.
El pequeño rubio sonrió sutilmente, lo cual volvió a enamorar al Rey, y se despidió con un beso fugaz en las mejillas de sus arrodillados padres.
Con la ayuda del Rey Kuroo, se subió al caballo y se acomodó entre sus brazos.
-Fin del problema-. Decretó el Rey, y se fue junto a sus acompañantes, bajó la atónita mirada de los campesinos presentes.

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OraOraOra (Jojo's)
Me gusta citar frases reflexivas :D
El gato de la imagen es de mi hermana :v.
Espero y estén bien.

Flancito-No-Diet

Magia y Realeza (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora