"El futuro es incierto...pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana"
Ilya Prigogine
El amor trae consigo una vida llena de dudas y preocupaciones, pero lo bueno es que se...
"Es difícil narrar la felicidad. Pasa el tiempo y nos sentimos seguros demasiado pronto." Gordon Tootoosis-One Stab
Desde joven se le ha concedido todo lo que quisiera. Nunca buscó abusar de este poder, porque él no era así, pero en estos momentos deseaba que su voluntad se hubiera impuesto al instante. En efecto, como es que Kenma no podía tan solo quedarse quieto a su lado, porque es allí donde siempre debería estar; o porque nadie podia encontrarlo en ningún lado.
Todo esto tan solo desesperaba a Kuro. Ni siquiera Yaku sabia donde se había metido esta vez.
La localización de Kenma le fue anunciada por un guardia que lo guió hasta dicho lugar, donde lo encontró siendo alimentado con gajos de mandarinas, por tres personas de las cuales solo dos le eran conocidas. Charlaban como si nada, de quien sabe qué. Lo único que logró entender es que ella era sirvienta.
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Habían retomado su camino a Karasuno, acompañados en el carruajes con la antes prejuzgada bruja, de quien ahora sabían, se llamaba Saeko Tanaka. -Buu, podría haber conducido...-Murmuraba la joven. -Ya le dije que no es necesario. Nosotros decidimos llevarla de regreso- La leve sonrisa del Rey no calmó las quejas de ella. Mientras tanto, Kenma a su lado comenzaba a cabecear. -Hmm, bueno. Es que extrañaba conducir carruajes. El único que me dejaba hacerlo era mi Reina, pero ahora que esta en cinta, no le permiten hacer muchas cosas, entre ellos que yo lo transporte -¿Y eso a qué se debe? -No lo sé. Siempre he conducido de manera excepcional/majestuosa. Algunas veces se me descarrilaba un poco el carro o aumentaba un "poquito" la velocidad, pero era para que mi Reina no llegará tarde. -¿Y nunca les pasó nada grave? -Nah. Mm....Ah! Una vez, cuando ibamos por el bosque norte, de la nada se fue el techo del carruaje real, pero creo que eso se debió a que los árboles eran muy bajos aún. Además ¿quién necesita uno? Con lo lindo que estaba el día-. Aunque su tono sonará despreocupado, el Rey creyó haber tomado la decisión correcta. -Hmm...- Los leves quejidos de Kenma le recordaron que lo debia despertar. Aunque el mismo estaba tentado a no hacerlo, su destino ya entraba a su campo visual.
Un pequeño ceño fruncido acompañaba el recien despertado rostro del rubio.
Sacó un poco la cabeza para mirar por la ventana, y lo primero que vió fue la majestuosa entrada de Karasuno. Dos altos pilares de oro sólido sostenian una gran placa negra que unicamente decian una palabra. "Vuelen" ____________________________________
*Es imagen chafita en el medio que su echa a mano, esta en proceso de se editada en computadora, solo que la editora es medio vaga y nueva en el asunto xd Disculpen las molestias ?v
