Será para siempre (?)

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"Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro"
-René Descartes-

-Mmm...- Aquel murmullo simplemente expresó su cansancio.-Kenma ¿Cómo te fue?¿Me extrañaste?.

Cada palabra que produjó esa grave voz imponente, resonó profundo en su oídos. El ambiente era casi silencioso, solo a ratos se captaban sonidos menores, armoniosos y naturales.

-Si.- La honestidad de Kenma a veces era malo para el joven corazón del Rey, quien trataba de esconder su avergonzado rostro.- ¿En dónde estabas?.- Pronunció esto con un tono desinteresado, pero a los segundo su voz se tornó angustiosa- ¿Aquí... siempre será así? Porque, si lo es, creo que no me gustara mucho estar en Karasuno.-

Otra vez, sin previo aviso como de costumbre, su corazón volvió a ser atacado. Incluso él no negaría que sintió un áspero vacio que crecía a medida de que pasaba las horas lejos del joven de cabello rubio.

-Perdón, amor.- Kuro habló de forma inconsciente, algo nervioso en realidad.- Solo quiero que nuestro futuro sea en paz, y para eso debo resolver algunos asuntos sociales.- Su mirada pérdida lo llevó a esconder su rostro en el hombro del otro

-¿Amor?.- Esa pregunta le dio un respingo a Kuro, que incluso le llegó uno a Kenma (Salto y saltito ?v).

Balbuceos excusantes llenaron la habitación. El rey gato soltaba oraciones incoherentes con gestos y expresiones que palmaban sus nervios, tan solo por aquella situación.

Entonces, suave al tacto, el delicado rubio rozó desinteresadamente la piel de su cara.

-Kuro.- Cautivado, su tono lo incitó a mirarlo. De a poco se reincoporaba en sus brazos.- ¿Qué sientes por mi?

-Bueno, yo...- El joven rey volteó el rostro a un costado, avergonzado, y un tanto de temeroso, de lo que vaya a decir él mismo. Kenma expresó una pequeña molestia en su entrecejo, y luego suspiró cansado. Estaba hartó de su propia preocupación. Entonces se giró boca arriba y se sentó sobre su rey.

La esbelta figura del pequeño rubio se apoyó en su forzudo cuerpo, paralizado por su accionar y confusamente atónito. Kenma pensó durante unos instantes, para luego mirarlo como si estuviera enojado, pero en realidad solo trataba de mostrar firmeza.

-¿K-Kenma?

Las palabras fueron calladas por la confusión... de un beso inesperado. Lentamente caía la esbelta figura de joven sobre su cuerpo, sin abandonar su apasionado gesto. Carentes de la inmovilidad, se movían levemente sobre las mantas mullidas. El raciocinio del Rey se perdio en lo profundo de quien sabe donde; ahora, desvergonzado, movía sin rumbo sus manos, queriendo sentir hasta lo desconocido en el otro.

El silencioso ambiente comenzó a adornarse con los cortos suspiros que producían la voz de Kenma. Los soltaba como si el calor que sentia al tocar al otro quemara tanto su cuerpo, que necesitaba liberar aire para volver a la frescura. Pero solo aumentaba, buscando algo mas.

No habia deseos de cesar, mas el rubio se separo lentamente de su Rey, quien guardaba ansias por las acciones inextricables de su amado. Espiro de cansancio, con un rostro plenamente ruborizado.

-Kuro.- El joven Rey se estremeció ante la simple mención de su nombre. Habia un encanto especial en su voz, que cautivaba mas al pelinegro.- No quiero... girar en torno a pensamientos confusos. Me dan ideas malas sobre el porvenir.- Kenma, con su forma directa de ser, decidió aclarar las cosas desde ahora y para siempre, o sino jamas se sentiría seguro. Su Rey guardo silencio, ya mas tranquilo, sosteniendo la delgada cintura del joven sobre él, inconscientemente.- Sabes... Tengo miedo...Y sé que tu tambien, mi Rey.

-¿Eh? Yo no-
Los pequeños dedos de Kenma, presionaron con viveza sus labios, callando sus palabras.

-No me interrumpas, sigo hablando.- Su palma se poso con sencillez en la mejilla del hombre al que le hablaba.- Por eso, quisiera que sepas una cosa.- Un marcado silencio trazo Kemna, organizando sus palabras.- Cuando dije que me amarias, fue para que supieras que tenemos todo el tiempo del mundo para que te des cuenta.

De un tirón hacia abajo, Kuro se hallo sobre su suave cuerpo, mirándolo con aquella sonrisa taimada suya en su rostro.

-Entonces.- Inquirió su Rey.- Puedo darte una certeza, mi dulce futura Reina.- Acerco, ya desvergonzado, su encantador rostro a la tierna carita atrayente del rubio.- Ya hace un tiempo que no puedo evitar pensar en ti. Cada parte de tu alma, y tu cuerpo, son lo mas cautivante para mi en toda expresión. Creo yo, que ya estoy encaminado a amarte con locura.

Avergonzado y con una ligera timidez, Kenma asintió apenado, con la mirada baja.

-Yo igual.-

  Sin las ataduras del temor, aquellos amantes comenzaron a consumarse en sus afectos, con la torpeza y desesperación que provocaba el insaciable primer amor. Besos inmaduros ocupaban su tiempo de respirar, pero no les importaba. Tan solo buscaban juntar mas sus cuerpos, anhelantes del calor que sentían con cada roce. Suspiros que pasaron a leves gemidos. Miradas traviesas. Sonrisas burlonas.

Golosos y deseosos, se enfrascaron en los placeres prohibidos pre-matrimoniales.
Las altas horas de la noche se describieron como interminables y el amanecer ni lo tenian presente. Estaban surgidos en sentir al otro.

Carentes de inquietudes, y felices con sus sentimientos, no surco en sus mentes:

"¿Esto será para siempre?"

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Oyaaaa

No sirvo para escribir amor >:'v (Me cuesta escribir cursilerías o cosas románticas xd)

Palabras en negritas
•Su forma directa de ser. Me refiero aqui en la historia. En el anime o en el manga veo a Kenma tambien directo pero a veces timido o evasivo (y eso me encanta♡). Capaz alguien lo vea distinto :v

Bueno. Deberé practicar lo que es la literatura romántica, asi aprendo y mejoro :3

Espero que esten bien♡

Flancito no diet🍮 

Magia y Realeza (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora