~°~ SIRIUS & PROCYON ~°~ JONGKEY ~°~ [PAUSADA]

CAP. 2 ~°~ ROMPIENDO LAS REGLAS ~°~

—¡Regla número uno! —El ahora conocido como Mingo, recitaba mientras atravesaba el bosque junto al príncipe de Arctos—, "Jamás, bajo ninguna circunstancia debe salir de los dominios de Arctos".

—¡Si, pero si no salimos no cumpliremos nuestra misión! —El príncipe ahora conocido con Jong saltó sobre una enorme roca, al borde del acantilado, sujetándose de la rama de un árbol y balanceando sus pies sobre un precipicio de al menos doscientos metros.

—¡Bájate de ahí! —Min lo jaló—, si algo te pasa el Rey me cortará el cuello.

—Sería interesante de ver —Jong dijo al columpiarse con sus piernas—, un lobo legendario cortando el cuello a una bestia mítica —Saltó para aterrizar sobre la enorme roca—, sería un gran espectáculo.

—Maldito... —Min susurró entre dientes— ¡¿Qué tal si mejor te corto el cuello a ver si sigues pensando lo mismo?!

Min se abalanzó sobre el otro, dejando su forma humana y tomando el aspecto de un inmenso lobo cenizo con enormes garras que brillaban como el acero, sus ojos café intenso destellaban por la emoción de alcanzar a su contrincante y sus largos y sedosos pelos bailaron con el viento al acariciarlo.

Jong sonrió al ver el acercamiento, podría jurar que ese frente a él, era casi tan imponente como su propio padre, pero "Fenrir", no era contrincante para "Sirius".

Solo bastó con un paso por parte del príncipe, para bajar de la enorme roca y permitir que el otro pasara libremente sobre su cabeza, alzó su mirada, para ver la imponente bestia volar y posteriormente caer al precipicio.

—¡Demonios! —Min se transformó nuevamente en humano, al darse cuenta de la situación, extendió sus manos cuanto pudo, y se sujetó del otro lado del acantilado, recibiendo un fuerte golpe en su abdomen y subiendo con facilidad para quedar separado del príncipe que se suponía debía vigilar —¡No te muevas! —Comenzó a buscar la forma de volver.

—¡Nos vemos! —Jong corrió en sentido opuesto internándose en el bosque mientras reía.

—¡Príncip-...! ¡Auch! —Min se golpeó solo para castigarse al estar a punto de nombrarlo, ya que como su protector, también debía cuidar de su identidad —¡¡Espera!! ¡¡No corras!!

Min fue completamente ignorado, Jong desapareció en la profundidad del bosque, y el primero no tuvo más opción que comenzar a bajar el acantilado, bajo la mirada de un par de ojos rojos ocultos en las sombras.

—Se separaron~ jijiji...jijiji... esto será divertido —los rojos ojos desaparecieron tras el movimiento de los arbustos y el rápido golpeteo de un par de patas que los acompañó.

—¿Por qué diablos me llama "Mingo"? —se quejaba mientras bajaba— "Minho" es mi nombre... Pudo llamarme "Min".

Un par de horas más tarde Jong finalmente llegó a los límites de Arctos, se encontraba en la línea que separaba el frondoso bosque a sus espaldas, de la espesa pradera frente a él.

Las palabras que le repitieron desde que tenía uso de razón llegaron a él nuevamente.

—Se supone que nunca debería salir de los dominios del Reino —dijo para sí al notar que el sol estaba tan bajo que daba la impresión que si corría hacia él, podría alcanzarlo y abrazarlo, se observaba del bonito color rojo cobrizo que siempre le había gustado, en lo alto; puntos luminosos comenzaban a aparecer rodeando la enorme luna cuya silueta comenzaba a aparecer—, es porque soy un lobo... ¿Qué siento que la luna me llama?

Un suspiro se le escapó, el joven príncipe de Arctos se debatía entre si era un lobo, o el mítico ser Sirius.

—No lo creo, debe ser porque es hermosa —Una voz del lado de la pradera frente a él interrumpió la plática que tenía consigo mismo.