CAP. 10 ~°~ MASAYA ~°~

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Tras unos días de viaje, los seis jóvenes se aproximaron al Masaya, el enorme volcán activo donde encontrarían, según las instrucciones de Dragón Dorado, la primera piedra.

‌En la base del volcán existía una aldea de seres humanos, los huertos crecían verdes y los prados eran abundantes debido a los minerales proporcionados por el volcán, a unos pocos metros del lugar una lagunilla que despedía olor a azufre estaba presente.

—¿Soy yo o hace mucho calor? —cuestionó Tae.

—Hace mucho calor —dijo Jin—, creo que es mejor que no te acerques más al volcán.

—Notarán que no subo con ellos —dijo Tae al observar a Min y Jong que iban más adelante.

—No seas torpe —Key se acercó a ambos—, ¿Ves? —señalo hacía el volcán—, hay un espeso bosque, en algún momento podrás separarte y pensarán que vas por otro camino.

—Sabes que odio el calor —dijo Tae mirando la fumarola del volcán.

—Y el frío, la humedad, la lluvia, el sol... —Key dijo rodando los ojos.

—¿Por qué diablos un maldito volcán? —Tae se quejó de nuevo—, pudieron ser aguas termales o una playa tropical.

—¿Crees que somos los únicos que buscan las piedras del corazón de Procyon? —preguntó Key.

—¿No lo somos? —Tae se alteró.

—Ya callados —dijo Jin entre dientes al notar que Min los volteaba a ver de vez en cuando.






Unos pasos más adelante, Min conversaba con Jong mientras las pequeñas gotas de sudor se acumulaban en sus cejas y rodaban hasta sus ojos causando mucha molestia.

—Creo que son raros —dijo Min—, sobre todo el zorro de cabello naranja.

—No es naranja —Jong lo corrigió—, es cobrizo como el atardecer... El hermoso atardecer.

—Como sea —susurró Min—, son extraños.

—Esos dos —Jong dijo—, ¿dices que son de Arctos? nunca los había visto.

—Yo tampoco, pero mi olfato no me engañaría —Min miró de nuevo a los de atrás—, pero... ¿De que otra manera sabrían que eres el príncipe?

—Tienes un punto a tu favor.

—¿Y por qué nos acompaña un vampiro? —cuestionó Min al ver a Joon más atrás de los otros tres.

—Le debo un favor —Jong explicó—, además, sus habilidades pueden ser de ayuda para conseguir algunas piedras.

—¿Y si nos las roba después?

—Por favor —Jong sonrió—, eres Fenrir, nadie se atrevería contigo aquí.

—¿Y que hay de Sirius? —dijo Min en voz baja—, ¿no crees que dependes demasiado de mí?... entiendo que debas proteger tu identidad... pero que pasará... ¿sí un día no puedo protegerte?

—Para eso vienen esos dos ¿No? —Jong dijo refiriéndose a Jin y Tae.

—Acabas de decir que no confías en ellos —Min le recordó.

—Como sea, si no estamos seguros debo controlar a Sirius más que nunca.






Los seis jóvenes atravesaron la aldea de los humanos sin levantar sospechas, parecía un lugar muy animado donde incluso habían niños jugando y chapoteando en el agua sin supervisión.

Min y Jong tenían una terrible migraña debido al olor a azufre, mientras el resto parecía estar bien y solo se tapaban la nariz y boca para minimizar el malestar.

—Estas personas deben estar acostumbradas a vivir aquí —dijo Tae a punto de vomitar.

Fue al final del camino principal del pueblo, que se encontraron con el inicio del sendero que los llevaría a la cima del volcán.

—¿Qué se supone que hay en la cima del volcán? —cuestionó Tae mientras los seis veían un inclinado camino que en un momento desaparecía.

—No creo que esté la piedra en un bonito pedestal —dijo Key.

—Aquí parados no lo vamos a averiguar —dijo Jin al comenzar a subir.

En seguida los otros cinco lo siguieron y tal y como Key predijo entraron a un bosque que se volvió espeso, y pronto tanto Min como Jong se encontraron solos escalando una ladera de 40° de inclinación.

—¿A dónde se fueron los otros? —cuestionó Min mientras se recargaba en un árbol para descansar un rato.

—¡Dame la mano! —pidió Jong a punto de resbalar.

—En serio ¿Qué harías sin mí? —cuestionó Min al ayudar a su príncipe y amigo a subir—, no veo a los demás.

—¡¿Qué?! —Jong se alarmó—, ¡¿Dónde está Key?!

—Es un maldito zorro —Min dijo torciendo la boca—, seguro se fue a una sombra mientras nosotros hacemos el trabajo.

—No lo llames así —Jong trató de no mostrarse molesto—, además no es su obligación ayudarnos.

—¿Y por qué motivo nos ayuda?

"Porque me ama y no puedo dejarlo ir".

Pensó Jong, pero de sus labios no salió nada.

—Cómo sea —Jong brincó al siguiente árbol que se encontraba prácticamente horizontal—, date prisa Mingo.

—¡Déjalo en "Min" maldita sea! —El nombrado se molestó por el absurdo apodo una vez más.

Así pasaron al menos dos horas de escalada para los dos lobos de Arctos.

Terminaron sudorosos, sucios, con algunos rasguños por la vegetación, pero finalmente llegaron a un nuevo sendero, el cual se encontraba desierto de cualquier tipo de vegetación y eran prácticamente estalagmitas de más de dos metros de altura.

—¿Por qué está esto aquí? —se preguntaba Min al ver que no había techo del cual pudieran caer fluidos para formarlas.

—Son de roca volcánica —dijo Jong al tocarlas—, ¿Dónde están los demás? —se preguntó al darse cuenta que estaban solos.

—Tal vez el zorro cayó en el sendero y murió —dijo Min burlón.

—¡¿Qué?!... ¡No! —Jong dió media vuelta para volver sobre sus pasos—... ¡Key!

—¡Ahh~! —Min sujetó a su amigo del cuello con su enorme mano como si fuera un cachorro—... ¡No seas dramático! ¡Es un zorro!... Ya aparecerá.... por desgracia —musitó para sí.

—¿Tú crees? —cuestionó Jong con ojos de cachorro.

—Por desgracia sí —Min dijo al jalar a su amigo en dirección al cráter.

La noche comenzaba a caer, las estrellas a titilar una a una en el manto sobre sus cabezas y en el piso pequeñas cantidades de vapor naranja se dejaban ver, asentando más el olor a azufre que les ocasionaba el malestar.

—Ten cuidado —dijo Min—, podrías quemarte o romper el suelo y caer.

—Sí~ no quiero morir hervido en un volcán —dijo Jong.

—Calcinado —una voz junto a su oído dijo.

—Si es mejor descripción —Jong respondió a la voz, volteó y se encontró con un pequeño bicho en color naranja intenso—... ¡Waaahh! ¡¿Qué es eso?! —gritó aferrándose a Min.

Min volteo de inmediato y miró al pequeño bicho más de cerca.

—¿Un... elemental? —Min cuestionó al ver más de cerca al pequeño bicho.

En pocas palabras un elemental, era un ser mágico, muy parecido a una ninfa, pequeños seres de la naturaleza que se encargaban del equilibrio de la naturaleza para que así la vida pudiera subsistir.

—¿Por qué tardaron tanto? —cuestionó la pequeña Ninfa.

—¿De qué hablas? —Min preguntó.

—Sus amigos —la ninfa señaló al borde del cráter donde se encontraban Joon, Jin y Key—,ellos llegaron hace horas, ¿Por qué ustedes tardaron tanto?

—¿Cómo llegaron antes que nosotros? —Jong se preguntó—, nosotros no descansamos ni por un segundo—dijo viendo el inclinado sendero que recorrieron.

Y entonces... ¿Cómo llegaron los otros tres tan rápido?

Muy sencillo:

Joon se convirtió en murciélago y subió volando tranquilamente.

Jin se convirtió en halcón y subió aun más rápido que Joon humillándolo en el acto, al menos según él, porque a Joon le gustó lo que vio.

Y Key, tomo su forma de zorro platinado, y dando largos y ligeros saltos subió rápidamente.

Así los tres llevaban un buen rato mirando el magma ardiente en el cráter del volcán.

—Y~... ¿Cómo vamos a alcanzarlo? —se cuestionó Jin.

—Podrías transformarte en un halcón y traerla —dijo Key.

—No creo que sean tan sencillo —Jin dijo—, además los lobos al fin llegaron.

Joon, Jin y Key vieron a Jong y Min acercarse.

—¿Cómo es que llegaron antes que nosotros? —cuestionó Min.

—Volando —dijo Joon.

—Saltando —dijeron Jin y Key.

Entonces Jong corrió hacia Key, tomó sus manos y lo revisó por delante y por detrás.

—¡¿Estás bien?! ¡¿Te hiciste daño?! —le dio la vuelta para revisarlo por todos los ángulos posibles y al final suspiró—, parece que estás bien —enmarcó su rostro con sus manos y entonces le dijo —por favor no te alejes, no quiero que nada te pase.

Una sonrisita burlona se dibujó en los labios de Jin, ¿Cómo el torpe príncipe de Arctos creía que Procyon necesitaba protección?

A Joon le pareció lindo como Jong cuidaba de Key, y a Min se le revolvía el estómago.

—¡Bueno ya! —dijo Min separando a Jong de Key—... ¿Dónde está la piedra? —cuestionó mirando alrededor.

—Justo ahí joven lobo —la ninfa señaló el centro del cráter donde la lava se movía como si se tratara de agua dejando por segundos ver el destello de la piedra al centro, para cubrirla al siguiente segundo.

—¿Por qué el magma burbujea? —se cuestionó Jong al notar que algunas burbujas emergían y ocasionaban pequeñas explosiones en la superficie.

—Se ve muy peligroso —Jong dijo—, ¿Alguno es a prueba de fuego?

Los presentes se miraron, ninguno era a prueba de fuego.

—Busquemos una manera de acercarnos —dijo Min al comenzar a rodear el cráter.

—Vamos —Jong ofreció su mano a Key, y el segundo la sostuvo con delicadeza mientras buscaban una entrada también.

Por otro lado Jin se sentó en uno de los bordes del cráter viendo fijamente el resplandor de la piedra.

—Es tranquilizador ¿Cierto? —le dijo Joon.

—Solo estoy pensando como acercarnos —dijo Jin sin mirar al otro.

—¿No tienes ningún recuerdo de mí? —Joon se sentó junto a él.

—¿Por qué debería? —Jin frunció el ceño—, eres solo un vampiro acosador.

—Alguna vez te has puesto a pensar —Joon miró a Jin—, ¿Cómo sería si pudieras recordar todas tus vidas pasadas?

—Sería genial.

—Y encontrarte con las mismas almas una y otra vez —Joon indicó.

—Supongo que sería interesante.

—No lo es —Joon confesó.

—¿Dices que recuerdas tus vidas pasadas?

—Sí —Joon miró al cielo—, y en cada una de ellas estás tú.

—¿Y en todas me pareces desagradable? —Jin se bufó.

—No, en algunas me das la mano como un amigo, en otras dejas que te cobije en mis brazos.

—¿Te hace falta chupar la sangre de alguna víctima indefensa? —Jin rió—, parece que estás alucinando.

—¿Crees que estoy loco? —Joon suspiró—, ¿qué tengo que hacer para que me mires?

—Consigue todas las piedras del alma de Procyon.

Joon miró a Jin, y después de un silencio que incluso perduró a punto de hacerlo olvidar que estaba en un volcán activo al fin dijo.

—¿Estás enamorado del zorro? —Joon preguntó directamente.

—No soy tan estúpido como para enamorarme de alguien que sé que nunca me amará —dijo Jin al levantarse después de haber negado sus sentimientos.

—¿Me estás llamando estúpido? —Joon sonrió—, supongo que lo soy, pero como te prometí, si no me dejas amarte al menos cuidaré de ti.

—¿Cuándo diablos prometiste algo así?

—En una de esas tantas oportunidades en las que me dejaste abrazarte —Joon sonrió.

—Desquiciado —Jin comenzó a caminar para alejarse.

~°~ SIRIUS & PROCYON ~°~ JONGKEY ~°~ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora