CAP. 7 ~°~ TRATO NO TRATO ~°~

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La cueva y el valle habían colapsado por completo, una inmensa y espesa nube de polvo cubría todo el lugar.

Minho había quedado bajo las rocas pensativo de "¿que era lo que había pasado?"

¿Por qué aquel ser sobrenatural en forma de una nube de muerte solo lo había observada y no lo había atacado?

—Debería estar buscando a Jong en este momento —se dijo así mismo—, ¡Qué demonios que se cuide por si mismo! —cerró los ojos para descansar un momento.

Después de todo, su amigo había sido el primero en abandonarlo.






Afuera el polvo por fin se había asentado, la cigarra que había salido volando bajó en medio de un bosque destrozado y se acercó a un pequeño coyote que había quedado atrapado con su patita bajo un tronco que cayó.

Jin recuperó su forma humana, se acercó al animalito y le dijo:

—No te asustes, no te haré daño —el pequeño coyote gruñía y entonces Jin acercó su mano a su hocico—, no soy malo, soy tu amigo —el coyote olfateó a Jin y de inmediato dejó de gruñir.

Así Jin se acercó, retiró el tronco y cruzó miradas con el indefenso animalito quien en forma de agradecimiento dio dos lamiditas a su mano.

—Ten cuidado de ahora en adelante —dijo Jin al pequeño animalito que se fue cojeando entre los árboles caídos y al final logró correr sin mayor dificultad.

—Cuídate mucho amiguito —dijo Jin sonriente, luego dio media vuelta y se encontró de nuevo con aquel joven vestido de negro.

—Eres tan amable como fuerte —dijo Joon con una enorme sonrisa.

—¿Disculpa? —Jin lo miró severamente—, ¿Cuántas veces debo decirte que te alejes?

—Tal vez mil millones y seguiré aquí.

—Deja de acosarme —Jin frunció el ceño—, ya te dije que no te conozco, te has equivocado de persona.

—Yo te conozco, mejor de lo crees —Joon desapareció y al siguiente instante apareció frente a Jin, a centímetros de su rostro—, aunque tu no me recuerdes, yo te recuerdo a ti.

Esas palabras fueron dichas a solo centímetros de los labios de Jin, tan cerca pudo sentir el aliento del otro.

—¡Apestas a vampiro podrido! —Jin dijo empujando al otro con su dedo índice en el uno de sus pectorales para alejarlo.

—Eres tan malo —Joon dijo al revisar su aliento.

—Y tu un vampiro —Jin lo miró serio—, ¿No deberías estar desangrando a unos pobres humanos para alimentarte?

—Eso lo hacen los vampiros de bajo rango —Joon sonrió—, yo no necesito sangre para vivir.

—Genial —Jin rodó los ojos—, un "bicho" raro me acosa —dijo al alejarse del otro que solo lo vio marchar.

—¡Pronto viajaremos juntos! —Joon le gritó.

Jinki lo ignoró y bajó la destrozada colina.

—No necesito sangre tan seguido —Joon sonrió—, pero quiero la tuya.

Joon se transformó nuevamente en un murciélago y voló para esconderse entre los árboles.






Colina abajo Vent Roig se divertía al haber rodeado a cientos de conejos que al no encontrar escapatoria habían formado una enorme pila de esponjosos animalitos.

Como siempre el final estaba decidido.

"Conejitos derretidos".

Pensaba Vent Roig mientras podía ver el pánico en los ojos de las indefensas criaturas.

—Déjalos en paz —Jin llegó.

—Cuando los derrita —dijo Vent Roig con una voz fantasmal.

—Déjalos ahora —Jin insistió.

—Deja de molestar —Vent Roig cerró aun más el circulo de gas venenoso en que se había convertido y rodeaba a los conejitos.

Jin perdió la paciencia, de su espalda salieron dos enormes alas cafés, su columna vertebral se encorvó, sus manos llegaron al suelo en forma de patas con garras negras y gruesas escamas, así como sus pies se transformaron de igual manera, al mismo tiempo enormes cuernos salieron de su frente, un hocico enorme con grandes fosas nasales que expulsaban vapor caliente se hicieron presentes y dos enormes ojos amarillos destellaron cuando el dragón en que se transformó hizo temblar la tierra con un golpe de su cola y Vent Roig se detuvo de inmediato.

Dejó de encerrar a los conejos que corrieron hacia el dragón que lo miraba seriamente, mientras el lobo rojo se preguntaba porque el enojo de Puka.

—¿Qué te pasa? —preguntó Vent Roig al tomar su forma humana, no entendía porque la reacción de su amigo, pero si algo sabía era que, las peleas con Jin y Key siempre terminaban con todos mal heridos y sin ningún ganador.

Ahora imaginen a un dragón del tamaño de un rascacierlos de diez pisos rodeados de cientos de conejitos blancos y esponjosos que brincaban tratando de alcanzarlo.

Así en pocos segundos el dragón desapareció y Jin quedó sepultado en un mar de conejitos esponjosos mientras Tae lo miraba confundido.

De pronto en el mar de conejos, se abrió una brecha, un conejo cuyo pelaje brillaba se acercó a él, Jin lo miró con ternura y el conejo dejó su forma tras un haz de luz para tomar la forma de una joven (desnuda), de piel y cabellos blancos con ojos rojos.

—Gracias por salvarnos —dijo la joven al llevar sus manos a las mejillas de Jin y frotar su nariz con la propia.

—No tienes porqué agradecer —Jin le sonrió al levantarse y dejar caer a los espojositos que estaban sobre él—, somos familia después de todo, solo tengan más cuidado.

Al escuchar esas palabras a Tae se le cayó la quijada por la sorpresa.

—Vayan con cuidado —dijo Jin—, y gracias por el favor, con lo de la aldea de lobos —sonrió y beso la mejilla de la joven.

La joven por el contrario dio un beso en los labios a Jin, tomó nuevamente la forma de un conejo y salto llevando consigo a los cientos de conejitos.

Tae seguía sorprendido y entonces Jin lo miró y dijo:

—No es lo que piensas.

—P-Pero... te beso en la boca —Tae parecía confundido.

—Sí —Jin afirmó.

—Y los protegiste de mí.

—Sí.

—Y todos los conejos corrieron hacía ti —Tae tapó su boca—, no me digas que te cogist-...

—¡No seas estúpido! —Jin dio un zape al otro—, ¡Es mi hermana!

Un enorme signo de interrogación apareció en el rostro de Tae.

—Creí que Puka era un ser único —Tae frunció el ceño.

—Claro que no —Jin llevó la mano al hombro de su amigo—, somos una gran familia, todos esos conejitos son mis sobrinos y aun no manejan sus habilidades al cien por ciento.

—Son como una peste —dijo Tae.

—¿Quieres una golpiza?

—Nooo —Tae pensó un segundo—, ¿Por qué ella al transformase estaba desnuda y tu no?

—¿Eh? —Jin se sonrojó—, es porque ella... siempre ha sido la indecente de la familia... pero no le digas a nadie —le regaló un guiñó a Tae, quién por extraña razón sintió un calorcito en sus mejillas.

Una tibia corriente de aire pasó y entonces desviando la mirada Tae dijo:

—¿Cual era el plan?

Jin se transformó entonces, tomó la forma de un lobo negro y dijo:

—Seremos enviados de Arctos.

—Yo no puedo transformarme en un lobo normal —dijo Tae.

—Claro que puedes —Jin se acercó a el, se paró de patas y mirándolo a los ojos le dijo—, solo concéntrate para que tus poderes no quieran salir de tu cuerpo y lucirás como un lobo rojo normal.

Tae hizo como le indicaron, e increíblemente se transformó en el lobo rojizo que era, sin los rastros de humo venenoso que siempre lo caracterizaban, su nariz y la de Puka se tocaron, ambos sintieron unas ligeras cosquillas y volvieron a sus formas humanas al mismo tiempo.

—¿Por qué tu hermana no se transformó en algo para defenderse a ella y sus hijos? —cuestionó Tae.

—Por que ella solo se transforma en criaturas pasivas —Jin sonrió—, digamos que yo soy el más poderoso de todos en la familia.

—¡Eso es increíble! —Tae se emocionó—, ¿Hay algo en lo que no te puedas convertir?

Jin lo pensó un segundo, luego llevó las manos detrás de su cabeza y dijo sonriendo.

—En tu amante.

Así fue como Jin terminó con la cara incrustada en el suelo por el terrible chingadazo que Tae le dio.

Jin rió como estúpido.

"¿Por qué le dije eso?"

Se cuestionaba confundido.

"¡Estúpido conejo!"

Tae se fue molesto mientras pensaba, completamente ruborizado.

Y a la distancia Joon los observó con una combinación de sentimientos que lo llevaban del enojo, a los celos y luego a la tristeza.

—En está ocasión serás mío —dijo al ver a Jinki levantarse mientras reía—, esas sonrisas deberían ser para mí.

~°~ SIRIUS & PROCYON ~°~ JONGKEY ~°~ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora