~°~ SIRIUS & PROCYON ~°~ JONGKEY ~°~ [PAUSADA]

CAP. 4 ~°~ UN SUJETO EXTRAÑO ~°~

La noche se sentía inusual mente fría, el pequeño murciélago terminó por transformarse en una lechuza para regresar a donde estaban sus amigos, cruzó el cielo, las nubes, sobre voló los bosques y finalmente divisó a Tae haciendo de las suyas en la pradera mientras atormentaba a toda clase de animales silvestres, pero... Key no estaba con él.

La lechuza se convirtió en un mariposa y llegó al pueblo cercano, revisó en cada una de las ventanas buscando a Key, hasta que llegó a la ventana de una taberna en la cual literalmente se estrelló cuando vio a un lobo besar a Key encontrándose acostado.

Su latir, que de por sí ya era rápido por ser un pequeño bichito, se aceleró aun más.

¡¿Qué hacía ese lobo besando a Key?!

Una pequeña molestia que creyó ya no volvería a fastidiarlo se presentó al interior de su pecho, o mejor dicho de su exoesqueleto, se transformó en una hormiga, entró por la ranura de la ventana y saltó en dirección a Jong convirtiéndose en la más venenosa de las serpientes, teniendo como su objetivo la pierna del lobo.

"¡Déjalo!"

Pensó para sí cuando se abalanzó sobre él para morderlo e inyectarle todo su veneno, pero entonces... reaccionó, si lastimara a ese lobo, por mucho que no le agradara, Key estaría triste.

Así en cuestión de una milésima de segundo cambió su estrategia, se convirtió en una avispa y se dirigió al cuello del lobo, picando con todas sus fuerzas, duro, hasta el fondo, su aguijón entró, inyectó su veneno y antes de que fuera aplastado se retiró.

Un mini y casi imperceptible:

—Jijiji~

Se escuchó en la habitación, Jong se había rasguñado con sus propias garras, miró alrededor y no encontró al responsable de la pequeña risa que sí alcanzó a escuchar pero creyó imaginar, así se retiró y salió de la habitación.

La pequeña avispa se revolcaba de la risa en la cabecera de la cama, cuando una enorme, blanca y tersa mano la atrapó y la sujetó de las alitas.

—¿Por qué hiciste eso? —cuestionó Key.

—¡Beep~ beep~! —el bichito se quejó.

—No te entiendo, cambia de forma.

El pequeño bicho rodó su millón de ojos fastidiado y entonces cambió su forma al joven de piel blanca y cabello negro.

—Solo estaba divirtiéndome —dijo Jin sonriendo.

—¿Sólo eso? —Key cuestionó al incorporarse.

—Solo eso, ¿Qué más podría ser?

—Qué estés celoso.

—No tengo motivo para estarlo —Jin desvió su mirada.

—Ya lo hemos hablado —Key intentó ver el rostro de su amigo pero el otro lo evitó—, no soy el adecuado para ti, debe haber alguien por ahí esperando para amarte.

—¡¿Estás loco?! —Jin se levantó—, ¡¿Quién dijo que yo te amo?!... ¡Sólo me divertía con el lobo!... ¡Sabes que me encanta fastidiar a todos!

—Sí... te gusta hacerle bromas a los demás —Key dijo sabiendo que su amigo sentía un gran vacío en su corazón, un vacío que tiempo atrás el otro confundió con amor hacía él, y que para llenarlo, se la pasaba molestando o gastando bromas a quién se atravesara.

—Vamos ya —Jin se transformó en una luciérnaga y salió por la rendija de la ventana.

Key suspiró, hace tanto conocía a Jin que también se había encariñado con él, aunque no de la forma romántica que el otro negaba y esperaba pasara pronto.