Jennie era abrazada cariñosamente por Lisa, seguían en la cama de la castaña, pero esta vez sólo se mantenían allí, en silencio. Jennie se escondía en el cuello de la rubia y esta acariciaba su espalda lentamente.
Jennie dejó un leve beso en su cuello y Lisa sonrió, bajando su mirada para verla. Volvieron a sonreírse y unieron sus labios.
Alguien tocó la puerta al mismo tiempo, interrumpiéndolas. Jennie miró extrañada en la dirección de la puerta de su habitación. Nadie iba a su casa, a parte de todos los que había escondido y asesinado en el lugar. Solo Lisa había entrado con su permiso, y ahora que lo piensa, también Momo lo había hecho, pero eso solo fue para que Lisa no sospeche nada de su actitud verdadera.
Jennie se levantó de la cama y se colocó la bata que siempre usaba para dormir. Salió de la habitación y se dirigió a la entrada. Encontrándose con la esposa de Dahyun, Momo la saludó con naturalidad.
_¿Qué quieres? - preguntó seriamente.
_Vine por Lisa - sonreía para que Jennie no sospeche nada - supe que está aquí. Verás, Dahyun tiene un problema en el establecimiento y quiere que Lisa vaya de inmediato. Yo estaba libre, así que pidió que la llevara.
En ese momento Lisa salía ya vestida, había escuchado lo que Momo había dicho cuando iba saliendo. Sonrió a Momo como saludo y llegó al lado de Jennie.
_¿Qué problema hay? - preguntó dudosa.
_Si me permiten - interrumpió Jennie - iré a cambiarme. Yo la llevaré - iba a volver al cuarto.
_No es necesario - apresuró a decir Momo - no tengo ningún problema en hacerlo. Por algo vine aquí.
Jennie giró a verla y sonrió falsamente, aparentando serenidad.
_Dije que yo lo haré - se acercó a Lisa y la besó en los labios. La rubia sonrió - esperame - volvió a ver seriamente a Momo y entró a la habitación.
_Ella y tú...- pronunciaba la pelinegra.
_Sí...- Lisa asintió en un sonrojo - bueno, creo que ya lo veían venir.
_Claro - asintió incomoda - bueno, nesecito que vengas conmigo ahora mismo - tomó su mano, guiándola fuera.
_Espera, Jennie no va demorar tanto. Debemos esperarla.
_Es una emergencia, Lisa. Ella sabrá entender.
_Pero...- llegaron al auto.
_En serio, Lisa. Solo sube al auto, te explicaré luego.
La rubia estaba confundida. Pero si su amiga tenía problemas, tenía que estar allí para ayudarla. Asintió y subió al asintió del copiloto, siendo imitada por Momo quien puso en marcha al auto de inmediato.
No había pasado ni dos minutos, cuando Lisa recibía una llamada por de Jennie.
_Hola - respondió con una sonrisa.
_¿Puedes decirle a tu amiga que detenga el auto?
Lisa giró a ver a sus espaldas y detrás del auto venía Jennie en su propio coche. La castaña sólo le sonrió.
_Deten el coche - pidió la rubia.
_¿Por qué? - preguntó dudosa.
_Jennie está detrás, iré con ella - guardó su celular - estacionate en esa esquina - señaló.
Momo observó el espejo retrovisor y era cierto, Jennie la observaba directamente a ella. ¿Sospecharía algo? No, era imposible. Pero tampoco podía no detenerse, no tenía un plan aún, sólo quería ver por la seguridad de Lisa primero. No le quedó de otra que obedecer y disminuir la velocidad del auto. Se detuvo y Jennie estacionó frente a ella. La castaña bajó del auto a la vez que Lisa lo hacía y ella la observó dudosa.
_Solo sube. Ahora voy - avisó y la rubia asintió sin sospechar nada.
Momo observó nerviosa a Jennie quien se detenía a su lado, de inmediato aparentó calma cuando la castaña se inclinó hasta la ventana.
_¿Ocurre algo? - preguntó la pelinegra.
_Eso mismo te pregunto a ti, ¿Ocurre algo? - sonrió ligeramente, con un toque de malicia en su expresión.
_No comprendo - sonrió dudosa.
_Solo quería decirte que no es necesario que nos acompañes, puedes irte a tu centro de trabajo.
_Ah, está bien. Vayan con cuidado - sus nervios salían a flote.
Jennie analizaba sus expresiones con disimulo. Asintió ante su comentario y se enderezó para poder irse a su auto. Discretamente había inspeccionando el de Momo, dándose cuenta que tenía un archivo colocado en el centro de los asientos.
Momo las observó marcharse y sacó su celular de su chaqueta para llamar a su esposa.
_Cariño...Jennie y Lisa están yendo para allá. ¿podrías decirle a Lisa que ya no necesitas de su ayuda? - esperó respuesta - luego te lo explico, sólo diles eso. Inventa cualquier cosa pero que sea creíble. Ok...gracias cariño, te amo - colgó la llamada.
****
Media hora después, Jennie no dejaba de pensar en lo nerviosa que se veía Momo desde que había ido por Lisa la segunda vez. En la primera no actuaba así, sus expresiones eran más naturales y más animada. Detenía el auto frente a su casa y esperó a que Lisa bajara, pero ella no lo hizo.
_¿Irás a algún lado? - preguntó con curiosidad.
_Tengo un asunto que resolver - Jennie se encontraba tranquila - vuelvo en unas horas - puso en marcha el auto.
****
Eran las ocho de la noche. Momo salía de su centro de trabajo y se despedía amablemente del guardia mientras se abrigaba del frío con su chaqueta. Caminó sólo unos metros hasta llegar a su auto que era el único estacionado. Rebuscó las llaves en su bolsillo y abrió la puerta, ingresando sin notar nada extraño.
La cerró y cuando estaba a punto de encender el auto, escuchó el seguro de un arma ser quitado para luego sentir la presión detrás de su cabeza. Momo se quedó inmóvil de inmediato.
_Muy interesante - la pelinegra cerró los ojos con nerviosismo cuando reconoció aquella voz - así que tienes toda mi vida en los malditos papeles - Jennie arrojó las hojas al suelo del auto y se asomó cerca de Momo, mostrándose realmente molesta. Presionó aun más fuerte el arma, lastimando a la pelinegra - dime, ¿qué planeabas hacer cuando llamaste a Lisa? ¿Ibas a llevártela? ¿A contarle todo? - enfurecía - ¡¿La ibas a alejar de mí?! - Momo se mantuvo callada. Sabía que no podía decirle absolutamente nada que la tranquilizara. Pero eso no disminuía su temor, estaba aterrada - enciende el auto y sigue mis instrucciones - mandó - Espero que te hayas despedido muy bien de tu linda esposa esta mañana, por que sera el último recuerdo que Dahyun tenga de ti.
Voten ❤
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Bloody Love (Jenlisa G!p)
RandomLa obsesión puede llegar a confundirse con amor. Mini Historia