Te quiero

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Lisa se mantenía sobre el cuerpo de Jennie, apoyándose en codos para no lastimarla. Ambas tenían su mirada puesta en la otra, admirandose al detalle. Lisa notó ese brillo en los Jennie y sonrió, provocando otra en ella. Unieron sus labios lentamente, suspiraron en medio del beso.

La rubia se removió entre las piernas de la castaña, preparándose para entrar en su interior. Jennie cerró los ojos al sentirla, escuchando la dulce voz de Lisa quien susurraba en su oído que se relajara. Ella lo haría con cuidado.

Jennie asintió, para luego soltar un gemido y abrazarse a Lisa con fuerza cuando terminó de penetrarla por completo. La rubia jadeo de placer. Se sentía realmente maravilloso estar en ella. Estuvieron así unos segundos, disfrutando de aquella Unión. Volvieron a verse y Lisa notó unas cuantas lágrimas deslizándose por los bordes de sus ojos gatunos. Los quitó con cariño y volvió a besarla, haciendo latir aún más el corazón de la castaña. Jennie no entendía, como de algo se parecía pasional, se convirtió en esto, demostrándose amor como si fuera lo mas natural del mundo entre ambas. Lisa la hacía sentir especial, sentía que después de mucho, por fin alguien la quería, alguien la amaba. Aunque ella no se lo haya dicho, demostraba mucho con sus acciones, con sus expresiones. Como ahora, que la cuidaba y trataba con el mayor cariño posible.

_Lisa...- sus ojos estaban humedecidos, necesitaba saber lo que Lisa sentía por ella, lo necesitaba tanto como lo es respirar. Sintió alegría en su corazón cuando, sin siquiera preguntar, Lisa soltó aquellas palabras.

_Te quiero...- en sus ojos había sinceridad - te quiero Jennie - pero también había miedo, confusión, por lo que Jennie provocaba en ella - y siento que estoy empezando a amarte.

No esperó respuesta. Jennie soltó un gemido cuando Lisa comenzó a meserse sobre ella. Haciéndolo deliciosamente lento, mientras no dejaba de acariciar con delicadeza todo su cuerpo. Rasguñando su piel en pocas ocasiones. Lisa se escondía en el cuello de la castaña. Provocando que ambas escuchen los jadeos y gemidos de la otra. Aumentando su excitación.

****

Momo iba en su auto. Iba conduciendo directamente a la casa de Jennie. Sabía que Lisa estaba con ella, Dahyun se lo había dicho. Sabe perfectamente que algo hay entre ellas dos, pero ahora mismo tenía que ignorarlo. Jennie era una asesina, tenía que sacar a Lisa de esa casa y ponerla a salvo. No se arriesgaría a que le haga daño. Estaba claro que Lisa no sabía absolutamente nada sobre el perfil psicológico de Jennie.

La persona que habia contratado, se tomó el tiempo de investigar sobre la castaña, sobre su vida.

Jennie era huérfana desde los seis años. Había sido secuestrada meses antes, siendo oculta en un deplorable sótano donde sólo la alimentaban con miserias y la golpeaban cada día al no obtener el dinero que le pedían a sus padres. Luego de días, sus padres lograron hallarla, pero todo había sido una trampa por no pagarles. Jennie vio a sus padres ser asesinados a sangre fría frente a ella. Escuchar los gritos de su madre, ver la sangre recorrer el rostro de su padre, había logrado afectar su mente. La siguiente iba a ser ella, iban matarla con una cuchilla (como ella ahora lo hacía) pero los policías llegaron a tiempo para impedirlo. Salió de allí con pequeñas herida superficiales.

Desde ese día era como si toda su felicidad se hubiera ido junto a las vidas de sus padres. No sonreía, no jugaba, no quería hablar con nadie. Sólo quería estar sola. Al paso de los años, estuvo yendo al psicólogo, pero eso no estaba funcionando. Jennie se volvía más agresiva, y muchas veces lloraba al darse cuenta de sus actitudes. Pasó a psiquiatría dónde su doctora le recomendó unas pastillas para que las tomará cada vez que sentía ira y enojo. Al principio funcionó, se sentía...tranquila. Fue cuando conoció a Dahyun, se hicieron amigas por un corto tiempo, hasta que la rubia se mudó por temas de estudio. Poco a poco, Jennie quería volver a sentirse amada, recuperar su felicidad, la que la arrebataron cuando sólo era una niña. Pero cuando la rechazaron la primera vez, sintió como la ira volvía a consumirla. ¿por qué no podría aceptarla? ¿Por qué se negaba a estar con ella? Ella es alguien especial, ella merecía ser querida.

Ese fue su primer asesinato.

Jennie miraba sus manos temblorosas, estaban cubiertas de la sangre de la mujer que la había rechazado. Comenzó a llorar desesperada intentando quitársela, ella no quería hacerlo, todo había sido un error. Su mente se había nublado por su ira. La había obligado a cometer algo que no quería.

A sus dieciséis años.

Llevó el cuerpo hasta un río lejano, lanzándolo. Poco después lo hallaron, pero jamás supieron quien lo había hecho.

Jennie exigía a su psiquiatra que le diera algo que controle su ira, que la mantenga tranquila. Las pastillas ya no funcionaban. La doctora sólo tuvo una solución, le entregó un frasco, donde en su interior había una sustancia que la hacía dormir. Era la única solución.

Pero muy pocas veces lo usó. Lo hacía cuando realmente quería a alguien y batallaba consigo misma para no lastimarla.

Ahora quería a Lisa, y no estaba dispuesta a dejarla.

Voten ❤

Bloody Love (Jenlisa G!p) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora