Jennie bajaba al sótano luego de regresar de casa de Dahyun. Había hablado con ella y le había dado su apoyo. Pidió disculpas al retirarse porque tenía cosas que hacer, Lisa se iba a quedar con su amiga e iban a ir a la comisaría para informar sobre la desaparición. Jennie les pidió que las mantuvieran al tanto y se retiró.
Podía oír débiles sollozos mientras se acercaba aún más donde se encontraba Momo. La pelinegra quizo retroceder asustada la verla aparecer tras esas cajas, pero la pared se lo impedía. Jennie caminó hasta ella y sacó de su bolsillo trasero, una navaja que abrió de inmediato. Momo volvía sollozar con pánico, negando, suplicando en quejidos que no la dañara.
Jennie sonrió y se puso se cuclillas a su nivel. Jugó con la punta de la navaja en sus dedos y presionó fuertemente en uno de ellos, provocando un pequeño hilo de sangre que la hizo reír.
Momo la observó aterrada, esa mujer estaba loca, no estaba en sus cabales. Tragó nerviosa cuando Jennie pasó lentamente el filo de la navaja por su cuello, sólo deslizandolo. Momo gimió de dolor y trató de alejarse cuando comenzó a rasgar su piel levemente. Se removía pero Jennie tomó con fuerza su mentón y la inmovilizó para seguir jugando con ella.
Al terminar de dibujar una pequeña línea, volvió a tomar el arma blanca entre sus manos. Momo cerraba los ojos entre sollozos.
_¿Sabes lo que más me enfada? - pronunció la castaña, admirando la sangre que goteaba de su navaja - que por fin encontré a alguien que en verdad me quiere, que me aprecia - su voz era suave, serena - Yo estaba tranquila, ya no estaba triste. Me sentía feliz - sonrió ante el recuerdo de Lisa - Todo estaba yendo bien. Pero entonces llegas tú - su sonrisa se esfumó, mostrándose realmente nostálgica - intentando alejarla, queriendo que me odie. ¿creiste que me iba a quedar tranquila? - la observó fijamente. Momo estaba jadeante, sus latidos estaban acelerados por el pavor - Lisa se va a quedar conmigo, nadie me la va a quitar. Ella es mía, ¿entiendes? - los ojos de la castaña se cristalizaron, mostrándose sencible por primera vez frente a alguien - si ella se va...estaré perdida. Enloqueceré si me la quitan - pequeñas lágrimas resbalaron a travez de su mejilla - es por eso que debo hacer esto. Tú quieres alejarla de mí. No quieres que sea feliz - empuñó la navaja en su mano, levantándola - tienes que morir, tengo que matarte - Momo negó con desesperación, comenzando a llorar, suplicando, intentando romper las cadenas pero nada funcionaba - lo siento...- pronunció Jennie como última palabra.
Incrustó el largo de la navaja en el vientre de la pelinegra, acallando sus gritos aún más con ayuda de su mano. Momo batallaba entre lágrimas, pero poco podía hacer.
****
Lisa llegaba a la casa de Jennie. Tomó la llave que aún mantenía con ella e ingresó deprisa. Necesitaba su celular, lo habia dejado en la mesita de noche. Dahyun la seguía esperando en la comisaría mientras discutía con el jefe al mando. Era absurdo tener que esperar cuarenta y ocho horas para recién reportar a una persona como desaparecida.
Lisa tomó su celular y salió de la habitación, estaba a punto de salir de la casa cuando le parecio oír un ruido extraño. Dudosa de si irse o no, pensó que quizás Jennie estaba en casa, podía pedirle ayuda para que la llevé en su auto.
Siguió los extraños ruidos y la guiaron hasta el sótano. Asomó la cabeza con curiosidad, el lugar estaba algo oscuro pero se lograba ver que no había nadie. Extrañada, decidió irse de una vez, no podia perder más el tiempo.
El extraño ruido se volvió a escuchar y eso la hizo detenerse. Lo pensó unos segundos y decidida a salir de dudas, fue bajando lentamente, observando extrañada más el lugar al paso que bajaba.
Llegó hasta la planta y escuchó la voz de Jennie, era como si estuviera hablando sola. Caminó lentamente, guiándose por su voz. Siguió caminando al pasar por un muro de cajas y fue viendo un poco la figura de Jennie que estaba frente a ellas.
_Lo siento...- escuchó claramente.
Lisa quedó perpleja al ver a Jennie clavar la navaja en el vientre de Momo, quien gritaba en sollozos.
Retrocedió aterrada ante la escena, chocando su cuerpo con el tumulto de cajas que estaban detrás. Cayó repentinamente junto a ellas. Aún estando en shock se quedó sentada, sintiendo su corazón bombear con fuerza y comenzar a sudar entrando en pánico. Su temor aumento cuando cruzó miradas con Jennie.
_Lisa...- dejó caer la navaja, asustada al verse descubierta por la mujer que amaba - Lisa...- sus ojos se humedecieron, al igual que la rubia. Lisa se levantó deprisa y comenzó a correr despavorida. Quería salir de allí -¡Lisa! - gritó Jennie, yendo tras ella.
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Bloody Love (Jenlisa G!p)
RandomLa obsesión puede llegar a confundirse con amor. Mini Historia