Capítulo 3: Próximo destino: Reino Unido.✅

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Mayo, 2015.

"Srta. Monika Elizabeth Holden:

Es un placer informarle que ha sido admitida en la Oxford University, por sus magníficas notas, mas solo se le es otorgada una beca de residente.

Esperamos verla al inicio del próximo año escolar.

Junta Administrativa de la Oxford University.

Las emociones están demasiado encontradas en mí. La alegría de saber que he sido admitida en la universidad de mis sueños —la única para la que apliqué— batalla dentro de mí con la angustia de no haber logrado una beca completa.

No tengo de dónde sacar el dinero que vale estudiar en la Oxford University.

—Pelusita, ha llegado otro sobre para ti.

Mamá entra a mi habitación y su rostro se contrae al ver mi expresión.

—¿Qué sucedió, Monik? ¿Por qué esa tristeza? ¿No te aceptaron?

Comienza a acercase a mí para leer la carta.

—Mamá —trato de aguantar el sollozo que quiere escapar de mi garganta—, no me han dado la beca, no puedo pagarme la universidad, fui tan tonta.

Podré evitar los sollozos, pero no encontré forma alguna de bloquear el hecho de que en estos momentos una lágrima rueda por mi mejilla. Lauren la atrapa en su dedo y acuna mi mejilla.

—No llores, pelusita. Ya entontraremos la manera, aplicarás en esa universidad así me cueste la vida —asegura en un tono que me hiela la sangre.

—¡No digas eso! A ese precio prefiero limpiar suelos por el resto de mis días. ¿No te das cuenta de que eres lo único que tengo? —repito lo que siempre le siempre le digo cuando habla de su muerte.

Cádiz se sentiría muy vacía sin mi madre aquí. Creo que más nunca pasaría este país si ella no estuviera, me trae pésimos recuerdos.

A veces me pregunto ¿Qué sería de nuestras vidas si no hubiésemos salido de Cuba?

Cuando mamá tenía dieciocho años conoció a Arturo, alias mi padre... ni que se le pudiera llamar así a esa escoria. Él había ido de viaje a Cuba para visitar unos familiares. En aquellos tiempos mamá recién había comenzado a estudiar su carrera de Derecho en la facultad de leyes de la Universidad de la Habana, una chica de excelentes notas, familia respetuosa y responsable, nada de desvarios fuera de la escuela, la casa, la familia y algunas pocas amistades.

»Un día después de clases, junto con su pequeño grupo de amigos decidieron dar un paseo para celebrar un examen, tomar helado, ver una película y sentarse un rato en el muy conocido malecón habanero para disfrutar una hermosa puesta de sol como las que solo se ven ahí. Y entonces ocurrió, siendo esa una zona tan transitada por turistas, Arturo tan curioso y ansioso de disfrutar la exótica belleza de la mujer latina y mi madre siendo una joven tan llamativa, se encontraron.

Nunca he sabido bien como sucedió pero el caso es que aparentemente hubo algún tipo de "flechazo" que de manera inmediata les provocó ganas de volverse a encontrar.

Comenzaron las citas, los viajes más seguidos de Arturo, inició una relación y al poco tiempo llegué yo. Mi madre solo tenía diecinueve años cuando quedo en cinta de mí y su familia que era un tanto mojigata vio tremendamente mal el hecho de que tuviera un bebé sin estar casada y aún peor el que abortara.

Sacaron a mi madre de la casa y la decisión difícil vino después, cuando Arturo tuvo que escoger entre perderse gran parte del embarazo de su mujer y posiblemente hasta el nacimiento de su primera hija por estar yendo y viniendo desde aquí hasta Cuba o quedarse allá hasta que los papeles de mi madre estuvieran listos para partir a España con él.

Scars ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora