Apenas la chica de cabello oscuro cerró la puerta, ésta fue abierta nuevamente por su mejor amiga. Joanna dejaba caer su cabello rubio en ondas, tenía una falda negra y una blusa verde de tirantes, aquellas botas de tacón hasta sus rodillas no le quedaban nada mal, Laila siempre había admirado a la chica en todo, cualquier hombre caería rendido a sus pies, fuera humano o no.
— ¿Sabes que estás llegando tarde? —preguntó la rubia cruzándose de brazos— ¿Dónde estabas?
Laila dejó su bolso sobre aquella cama, afuera estaba el escandaloso club con su gente bailando y bebiendo, patéticos humanos que iban al lugar esperando encontrar algo más pero su curiosidad terminaba siendo buena para ellas, siempre tenían un buen banquete por la noche.
— No iba a venir, honestamente—admitió sentándose al borde de la cama, colocó sus manos en sus rodillas mirando a la chica—Hoy se cumplen dos años.
— ¿De qué?
— De esa noche que me convertí en esto—se señaló— ¿Sabes lo mucho que he querido seguir mi vida con normalidad, pero esta ansiedad de sangre no me lo permite?
— Oye, no seas dura contigo misma...
— No quiero seguir trabajando en el club, Jo—aquello la dejó en silencio—No he tenido problemas con el jefe, pero son dos años haciendo esto, viene alguien, lo controlamos y nos aprovechamos de eso, ¿Sabes qué es lo ridículo? Que una vez que pruebo ese líquido no quiero parar, me detengo cuando mi sed no es tan grande.
— Laila—se arrodilló frente a ella tomando sus manos—No eres un monstruo.
— Estamos alimentándonos de personas, ¿Cómo le llamas a lo que hacemos...?
— Sobrevivimos, eso hacemos.
— Eso es ridículo—bufó negando con la cabeza—Aprecio todo lo que has hecho por mí, enserio, pero...quiero irme lejos.
— ¿A dónde piensas ir? No podemos salir en el día, ¿Qué clase de trabajo conseguirás en la noche?
— Ya lo veré, pero renunciaré—sonrió tristemente—Hablaré con el jefe cuando el club haya cerrado.
— Prométeme que me mantendrás al tanto de lo que hagas, ¿Sí? —la abrazó y ella correspondió. Laila la había conocido hace dos años en Seattle, había despertado en un departamento desconocido y resultó que Joanna era una vampira de diez años, había encontrado el cuerpo de Laila casi sin signos vitales en un contenedor de basura cuando caminaba por un callejón sucio, Laila no tenía golpes ni la ropa desgarrada, sólo tenía una mordida en el cuello. Desde ese momento la rubia había asumido el papel de hermana mayor para Laila.
La parte difícil fue tener que alejarse de su familia por el bien de ellos y de ella.
Dejó la habitación mirando desde el barandal las personas que bailaban, bebían y reían entre ellos. Laila respiró profundo suplicando que la noche pasara rápido, su consciencia la estaba matando, pero cuando llegaba ese momento de alimentarse era como si todo ese remordimiento desapareciera. La chica vestía con un vestido más pegado al cuerpo, era rojo como la sangre, sus tacones eran negros y su cabello caía suelto como una cascada por su espalda.
"Podría simplemente ignorar la presa esta noche"
No quería alimentarse de nadie, tampoco estaba sedienta en ese momento. Ubicó a Joanna en la pista de baile con un humano, era algo mayor para ella, pero eso no era lo importante, sus ojos tienen un color rojizo, pero no dejan de ser brillantes, se supone que cada persona que trabajaba en el club Votum tenía un color en específico, para algo los brazaletes en los humanos.
Laila iba sólo por los que tenían el color rojo.
Algunas chicas salieron de las otras habitaciones y la saludaron, Laila fingió una sonrisa bajando las escaleras. Realmente no quería estar allí, ¿Debía seguir sobreviviendo de esa manera? Respiró profundo y captó un olor muy dulce, incluso su boca se hizo agua, sus colmillos amenazaron con salir, dolían ante tal exquisitez. ¿Dónde había captado eso antes? Su garganta ardió un poco, miró alrededor como si pudiera identificar de esa manera quien era el dueño de ese aroma dulzón. Sólo para los vampiros la sangre era dulce.
— ¿Estás bien? —Laila perdió la concentración gracias a DoYeon. Su color era el azul, tenía un tatuaje pequeño en su clavícula de una flor cerrada y un poco más a la izquierda tenía una pequeña luna de un rosa oscuro. Sus ojos eran azules, algo intimidantes para Laila.
— Sí, todo bien—mintió.
La miró alejarse y sintió que la veían. Laila echó un vistazo encontrando un rostro familiar, el chico apartó la mirada creyendo que no había sido pillado, Laila lo reconoció y notó que aquel dulce aroma provenía de él.
"Es el chico de la otra vez"
Recordó lo dulce y placentera que había sido su sangre. Su garganta comenzó arder más fuerte, tragó con dificultad regresando a la habitación, cerró la puerta con la respiración agitada, sus colmillos molestaban, estos tocaban su labio inferior pinchando un poco. Abrió el cajón de la mesa de noche consiguiendo una botella pequeña, la tomó abriéndola y se sirvió en una copa de cristal, bebió de un solo trago aquel líquido espeso, sus labios se pintaron de rojo y Laila sentía como la sangre calmaba su sed, sentir la sangre deslizarse por el interior de su garganta se sentía como estar en la cima, casi era una droga.
¿Era normal que un humano oliera así? ¿Las demás chicas lo habrían notado? Todos respetaban el brazalete estando dentro del club, pero una vez fuera eso no importaba.
"Necesito beber un poco más de él, la sed regresará en unos minutos y no estaré satisfecha hasta beber de un cuerpo"
Su consciencia y remordimiento no estaban en juego, su lado salvaje la estaba dominando, Laila sólo pensaba en algo y era en beber la sangre de aquel muchacho de la otra noche.
Una seguidora me ha dejado su edit por Whatsapp ♡ y es este...
En multimedia tienen una imagen de Joanna ♡
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Votum • [JJK] COMPLETA
FanfictionDicen que hay un nuevo club nocturno en la ciudad de Seúl, desde que llegó las personas no dejan de visitarlo constantemente sobretodo los hombres. Todo el que entra tiene prohibido comentar lo que pasa dentro de este club, Jeon JungKook decide visi...