Cuando llegamos a casa, los amigos de mi hermano se encuentran esperándolo en la sala y manteniendo una amena plática con mi padre. Y, como si yo tuviera por defecto un detector de imbéciles instalado en mi cerebro, mi mirada viaja de inmediato hacia Marco, quien esboza una sonrisa macabra en cuanto ve a su mejor amigo. No puedo evitar rodar los ojos por el disgusto que me provoca su presencia.
Decido ignorarlo y camino hacia donde está papá para saludarlo con un abrazo y un «buenas tardes, padre». Él me devuelve la misma muestra de afecto con unas palmaditas en la espalda antes de despedirse de los chicos, diciéndoles que están en su casa y que pueden pedirle a Sigrid lo que deseen.
—Nicolás, deseo hablar contigo a solas —me indica papá, volviéndose hacia mí y con un movimiento de cabeza, me invita a seguirlo.
No sé por qué, pero lo primero que se me viene a la mente es que ya descubrió que he roto y restaurado el florero de mamá. Ahora va a darme una buena reprendida y un castigo por eso. Seguro no podré salir a ningún sitio durante unas semanas. O meses.
«Okey, deja de hacer un drama innecesario, Nicolás», me digo mientras subo las escaleras, detrás de él. Salgo de mi ensimismamiento y decido adoptar una actitud neutral para no demostrar nerviosismo.
Llegamos al pasillo del segundo piso, donde se encuentran las habitaciones y espero de manera paciente a que abra la puerta de la suya. Aguardo en el umbral a la vez que observo que toma un sobre blanco que reposa sobre la cómoda y luego regresa hacia donde estoy para entregármelo.
—Es la matrícula de tu escuela. La próxima semana inicia el grado. —Coloca sus manos sobre mis hombros y da unos suaves apretones—. Como ha pasado el tiempo, campeón. Ya estás a solo meses de aplicar a una universidad. Me gustaría hablar sobre eso después. Quiero saber qué carrera quieres estudiar cuando termines.
—Gracias, papá. Ya estaba ansioso por volver a la escuela —me limito a responder, tratando de no entrar en el tema de la carrera.
Un tema algo complicado tanto para mí, como para él. Y es que, para nadie es sorpresa, que la prioridad de papá es la empresa familiar. Cuando mi hermano terminó la escuela, no tenía la más mínima idea de qué estudiar. Y eso hizo que mi padre lo convenciera de que tenía que estudiar Administración para que pueda seguir sus pasos en la empresa.
Por suerte, Estefano le agarró vocación a su carrera y no se ha lamentado nunca sobre la decisión que tomó. Sin embargo, ese no sería mi caso, yo no aceptaría que me impongan mi futuro, porque para mí, una carrera significa el futuro de la persona, el cómo te ves en unos años.
Desde que empecé a apoyar a Paul en el refugio de animales, estuve planteándome la idea de estudiar Medicina Veterinaria. Y con el paso de los meses, me di cuenta de que disfrutaba mucho pasar las tardes en el refugio y aprender de lo poco que me enseñaba Paul sobre su carrera y cuando llegaba a casa, buscaba videos para poder complementar la información.
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Solo de los dos, Christhoper © [Completa ✔️] #PGP2024
Novela JuvenilNicolás Arnez se encuentra muy seguro de algo: debe ocultarle a su familia que le gustan los chicos. Es amante de los canes y ha decidido disfrutar de sus últimos días de vacaciones ayudando en el refugio de animales de la ciudad, antes de iniciar e...