No me olvides - Fanfic Miraculous (2)

#19 La gala p2

Lila lo había hecho de nuevo, uso sus poderes para akumatizada a otro ciudadano, este era un monstruo de piedra, parecido al primer akuma que pelearon Chat y Ladybug juntos, la explosión separó a Adrien y Marinette, el monstruo fue directamente a Marinette y la tomó.

—¡Héroes de Paris! —gritó el akuma—¡Entreguen sus miraculous... o la verán caer! —gritó y corrió alejándose del lugar.

—¡Marinette! —gritó Adrien intentando correr detrás del monstruo, Kagami lo detuvo—¡Suéltame!

—¡No puedes hacer nada! —gritó Kagami—¡Vamos por los héroes, Marinette se puede defender a sí misma!

Adrien hizo caso y los héroes corrieron a transformarse.

Los héroes se vieron en el tejado.

—La misión primero es recatar a Marinette —dijo Queen bee—. Chat, tú te encargarás de llevarla a un lugar donde se pueda transformar, nosotros te daremos tiempo.

—De acuerdo —dijo el—. Si es cómo corazón de piedra, cada golpe lo hará más fuerte.

—Veremos el plan en el camino —dijo Ryuko—. Solo hay que encontrarlo.

—No será un problema, busca cualquier cosa destruida.

Los héroes fueron a buscar al monstruo que tenía a Marinette, lo terminaron encontrando en la torre montparnasse.

—¿Para que quieres mi miraculous, Lila? —preguntó Marinette intentando no morir asfixiada.

—Quiero usar tu deseo.

—Tendrás que pagar un gran precio.

—Si no hay portadores, no hay precio, no necesitas saber algo que no veras.

—¡Suéltala! —gritó Chat en la distancia.

—De acuerdo —dijo el gigante soltando su agarre de Marinette.

—¡No literalmente! —gritó intentando llegar a Marinette, pero se encontraba muy lejos para él y cualquier héroe.

—Marinette transfórmate —dijo Tikki.

—Debo de confiar en Adrien, no revelaré mi identidad.

Chat intentaba ir más rápido, mientras Marinette se acercaba al suelo, pero una figura dorada apareció y tomó a Marinette, dejando a todos los héroes confundidos, luego regresó a luchar, los héroes no quisieron quedarse atrás y acompañaron al héroe misterioso de dorado.

—¡Chat, ve a buscar a Ladybug! —gritó el héroe de dorado.

—¿Quien eres?

—¡No importa ahora, cuando acabemos esto lo sabrán! —respondió el de dorado.

La voz de aquel héroe era familiar para Chat, pero no podía saber de donde.

Decidió no cuestionar más y fue a buscar a su lady, Marinette se encontraba alimentando a Tikki encima de un tejado mirando la batalla.

—Marinette —dijo Chat aterrizando enfrente de ella, ella lo abrazó—. Estaba tan preocupado por ti, ¿estás bien? ¿No te lastimaste?

—Estoy bien, Chat —dijo ella antes de besarlo—Deberíamos ir a luchar, ¿lista tikki? ¡Tikki, transfórmame!

—Vamos, Milady.

—¡Amuleto encantado! —el amuleto de la suerte cayó en las manos de Marinette, mientras saltaban de techo en techo hasta llegar a la batalla.

El héroe misterioso estaba venciendo al monstruo con un poder de fuego y una fuerza extraordinaria, Queen bee terminó aturdiéndolo, pero no tenían clave de cuál sería el objeto.

—Tal vez pueda ayudar —dijo Ladybug.

—Que bien que estás a salvo —dijo Queen bee—. Deberíamos apresurarnos, podría romper el efecto.

—La ultima vez que derribamos a corazón de piedra, tenía su objeto escondido en su mano, ¿Chat?

—A la orden, Milady —dijo Chat abriendo su bastón el la mano cerrada que tenía el akuma, una piedra salió, la lanzó a Ladybug y ella la rompió, la mariposa negra saliendo de ahí, la capturó y regresó todo a la normalidad.

—Ahora si —dijo Chat—. ¿Quien eres?

—Me sorprende que no me reconocieras, Adrien.

—Espera... no puedes ser tu.

—Phen, detransformame.

El héroe en dorado resultó ser Mai que vino al rescate, todos gritaron su nombre en sorpresa.

—¿No eras Panther? —preguntó Ladybug

—Era... es... una larga historia, que me gustaría contarles cuando vengan al templo.

—¿Cual es tu kwami?

—Phen... —dijo Queen bee—¡Tienes el kwami de fénix!

—¿Lo viste en Suiza verdad?

Queen bee asintió.

—¿Por qué viniste?

—A entregar un mensaje... deben tener cuidado.

—¿Cuidado?

—Lila no solo tomó el miraculous de la mariposa, igual tomó el del pavo real.

—No puede ser... no puede ser, no de nuevo. —dijo Ladybug llenándose de culpa—. Tuve que cuidar más la caja, tuve que haberlo hecho.

—Hey —dijo Chat abrazándola—. No es tu culpa.

Mai miró a Ryuko pidiendo una explicación, ella levantó los hombros en señal de "Las cosas pasan".

—No solo es eso... tuve una visión.

—¿Ahora puedes ver el futuro? —preguntó Chat.

—Vagamente, las meditaciones me ayudan a ver el más allá.

—¿Qué dice tu visión?

—Es borrosa, pero el plan de Lila involucra a uno de ustedes, uno de ustedes terminará luchando contra los demás, sin camino de regreso.

Los héroes se miraron preocupados los unos a los otros.

—¿Quien?

—No se, era un ser de color claro, muy poderoso, y el arma máxima.

—Gracias, Mai —dijo Ladybug—. Veremos qué podemos hacer desde aquí.

—Phen, transfórmame —dijo Mai transformándose, su máscara era roja por arriba y dorada por abajo, justo como un fénix se podría imaginar, saltó entre los tejados y desapareció.

Cada quien regresó a su hogar, menos Marinette que continuó su transformación, sentándose en su lugar especial, pensando en la visión de Lila.

—Raro encontrarte aquí —dijo Chat—En especial a esta hora, ¿falta de sueño?

—¿Que tal si soy yo? —preguntó Ladybug mirando enfrente de ella—¿Que tal si terminó traicionándolos? Sin regreso, no quiero pelear contra ti.

—Marinette —dijo Chat abrazándola—Tú jamás podrías hacer algo así, eres la persona más dulce, amable y generosa que he conocido.

—Y torpe, por mi culpa Lila regresó y ahora tiene otro miraculous.

—Jamás dejaré que ella se acerque a ti.

—Te amo, Chat.

—También te amo —dijo el, tuvo una gran idea después—. Se que te levantará el ánimo, no terminamos nuestro baile antes.

—Pero no hay música —rió Marinette—¿Cómo quieres bailar sin música?

—Tenemos la mejor vista de Paris, no necesitamos música, ¿que dices Milady?

Marinette aceptó la mano de Chat y lo abrazó, bailando lentamente sin ritmo a la luz de la luna y encima de la ciudad de Paris, liberándose de toda preocupación, pensando que no había un villano, que solo era una mujer en los brazos del que amaba, pensando que ese pequeño momento duraba una eternidad.