#24Reencuentro

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—Kalkki, transfórmame —dijo Adrien transformándose—¡Portal!

Un portal se abrió al templo y Adrien entró, aunque se encontraba dentro del templo, un frío terrible calaba sus huesos.

—¿Adrien? —preguntó Mai—¿Qué haces aquí?

—T-t-tengo que h-h-h-hablar contigo, M-M-Mai.

—Ven, no puedes estar en la región del Tíbet en otoño, solo con eso.

Mai consiguió un abrigo para Adrien, que dejó su kwami en la caja.

—¿A que vienes?

—A pasar tiempo con una amiga.

—Me halagas, Agreste —dijo Mai—. Pero Marinette no te daría ese miraculous si no fuera importarte.

—Tengo que solucionar algo, necesito ver a mi padre.

—¿En serio? El Adrien que conocía jamás hubiera enfrentado a Gabriel.

—Al menos cambié.

—Y tienes que contarme cómo tú y Marinette...

Adrien rió.

—Luego, que también tengo que decirte algo más.

—Al menos vienes para hablar conmigo.

Ambos bajaron a los calabozos, Adrien se ponía nervioso mientras pasaba cada celda vacía, hasta que llegaron.

—Señor Agreste, tiene una visita —dijo Mai abriendo la puerta.

—¿Quien me visitaría?

—Padre...

—Adrien —dijo levantándose—E-estás bien, ¿cómo estás?

—Ven conmigo, necesito mostrarte algo, necesitas verlo.

Gabriel siguió a Adrien y a Mai y eran escoltados por dos guardias, llegaron al estanque de la felicidad, un lugar que trajo pesadillas a Adrien por un tiempo.

—¿Qué hacemos aquí?

—Siéntate —dijo Adrien.

—¿Conoces las reglas verdad? —preguntó Mai

—Viví aquí.

—Solo preguntaba.

Adrien tomó la mano de su padre y sintió la presciencia del estanque apoderándose, llevándolo a lo oscuro.
—¿Donde estamos? —preguntó Gabriel.

—Ya veras... gracias padre, por ayudarme.

—Espero algún día poder redimirme contigo, ese es mi único deseo.

—Gabriel...

Él volteó en shock para ver a aquella por la cual él dio todo, su cabello rubio perfecto, sus ojos verdes y la sorpresa en la cara de Emilie.

—Emilie... eres tú... no puede ser. —Gabriel corrió hacia ella y la abrazó, ella lo abrazó de regreso, mostrando cuanto lo había extrañado.

—Estás... aquí, te puedo tocar —dijo Emilie comenzando a llorar—Por fin me puedes ver.

Ambos se besaron y Adrien actuó como Mai y se volteó... sabiendo que no sería un buen momento para hablar.

Después de unos minutos, ambos terminaron de besarse y abrazarse, Adrien y Gabriel debía regresar.

—Mamá... Padre, debemos regresar, llevamos varias horas aquí.

—Perdón por no poder regresarte, rompí nuestra promesa.

No me olvides - Fanfic Miraculous (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora