POV. Muerte
Amira y yo nos adentramos en mi castillo, Belfegor dijo que iría por un par de cosas al mundo humano si su mujer quería como protegida a mí hija, él también la protegería. Mientras más cerca estábamos de mis aposentos, más frío era el ambiente, se suponía que yo no podía sentir ni frío, ni calor, estoy "muerto".
- Muerte, ¿Es normal ver a las almas rondar por los pasillos?- Amira se detuvo, había pequeñas sombras en los rincones, todas se dirigían a mí cuarto.
- No, ningún alma puede entrar a menos que yo la atraiga.- aparté a Amira de mi camino y comencé a ir más rápido, las paredes estaban cubiertas de polvo y humo- ¡Ekaterina! ¡Ekaterina!- por más que la llamaba no recibía respuesta alguna de su parte.
¿Así que esto era lo que los humanos llamaban "miedo"?
Prácticamente destrocé la puerta, no tenía cabeza para formalizmos. Al entrar todo el cuatro estaba obscuro y con pequeñas luces, mi cuarto se había convertido en el cielo nocturno que veían los humanos pero Ekaterina no estaba, la cama estaba sola y... Mi camisa estaba ahí.
- ¡Anda desnuda!- jamás levantaba la voz, pero si Belfegor la veía así por alguna parte...no sabía lo que ese demonio era capaz de hacer.
En respuesta a mi grito, se escuchó una suave vocesita proveniente de la cama, Amira me apartó como momentos antes yo la había apartado del camino y tomó un pequeño bulto en brazos.
-Creí que tú hija sería más grande - se acercó a mí con la bebé en brazos y envuelta en mi camisa - tiene unos hermosos ojos blancos, ¡Dignos de una heredera de la muerte!
- Esa...esa...esa no es....no es Ekaterina- yo había dejado a una chica, como cuatro veces el tamaño de esa bebé, cuatro veces su peso...
- Claro que lo es, ¿No sé supone que tú la vas a "criar"? - extendió los brazos y me obligó prácticamente a tomar el saco de carne en mis manos.
- Pero es que esto no es...no es lo que me dijeron-
- Muerte, ya deberías saber que siempre hay una trampa en los "contratos" de nosotros, más en los de Él...ahora no seas insensible y agarra bien a tu hija, la vas a tirar y aún es frágil-
Al revisar su pequeño cuerpecito me tuve que retractar de decir que no era Ekaterina, tenía grabadas unas alas en su espalda, como si fuera un delicado tatuaje de tinta blanca*. Amira hizo que Belfegor regresara con los vivos y trajera más cosas...pero ahora para bebé.
- Pues ésta niña no era lo que yo esperaba, Muerte- una vez de regreso, Belfegor se quedó en la habitación con Amira y conmigo mientras veía como Amira vestía a mi hija. - ¿Seguro que ese costal de carne y mugre es tu hija?
- Más cuidado con lo que dices de mi hija, Belfegor...no me gustaría dejarte con las almas un largo tiempo-
- Hombres, si van a pelear o discutir les voy a pedir que se retiren, mi pequeña estrella del amanecer* necesita dormir - tomó un biberón y se sentó en la cabecera de la cama con la bebé en brazos, Ekaterina abrió su boca y enseguida se mostraron sus colmillos- ¡Mira eso, Belfegor! ¡Ya tiene colmillos! ¡Esta bebé será todo un terror!
Estrella del amanecer: la biblia se refiere a Lucybell, Luzbel o Lucifer como "estrella del amanecer". En este caso, Amira le coloca ese "apodo" de cariño a Ekaterina y llamándola también de forma cariñosa "Lucifer" o "demonio"
- ¿Tiene qué? - al demonio pareció sorprenderle escuchar acerca de los colmillos pues enseguida quitó el biberón de los labios de Ekaterina y le abrió la boca como si examinara el hocico de un animal- ¡Mira esas armas! ¡Ésta niña tiene potencial! ¡Necesitas darle un poco de carne, Muerte! ¡Que roa los cadáver..- la niña empezó a llorar por la forma tan brusca en qué le jalaban las mejillas y de un momento a otro mordió a Belfegor.
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Señorita M.
Paranormal-¿Por qué M? ¿Que significa?- quité las lentillas de mis ojos y le mostré el humo azul nadando en mis pupilas blancas. -Porque es "M", de MUERTE. Se quedó atónito, el color abandonó su piel y solo pude limitarme a estirar mi mano frente él, atraer e...