IX "Dentro del bosque" 💀/🌺

6 2 1
                                    

💀
POV. Muerte.

Estaba seguro de que su cuerpo aguantaría hasta después de reunirlas con Dios y los nueve herederos, pero al parecer las cosas se aceleraron. Había hecho su marca y su cuerpo inmediatamente se desplomó en la cama, volví a vestirme y la acomodé para que durmiera todo lo necesario.

#? Para recuperar energía de manera rapida duerme, mucho.
#? Cuando hace una marca, deja su sello por un lapso de tiempo y posteriormente la marca se desvanece, a los ojos de cualquiera que sea muerte es visible.
#? Los demonios no pueden ver su marca ni sello.
#? Para proteger de un ataque sorpresivo crea un campo de fuerza invisible y para atacar en defensa, pueden salir espinas o fuego de cualquier parte.
#? Hay más de cuatro tipos de protección.
#? Dependiendo de la clase del demonio y su jerarquía es el tipo de ataque. No los "mata", los absorbe dentro de ella los vuelve sus esclavos.

Durante el tiempo que ella estuvo dormida llegaron otros demonios, tardó tres días humanos en despertar y algo en ella cambió, se notaba que no era igual. Cómo si hubiese algo de más o algo ausente.

– ¿Quieres comer aquí hoy?– le pregunté desde su "clóset". Elegía su ropa para mantenerla a buena temperatura pues al parecer se enfriaba tanto que empezaba a cristalizarse.

–¿En el cuarto?– Ella estaba en el tocador deshaciendo su trenza para dormir y hacer una coleta alta.

– Claro, tengo que mostrarte algo después...en el salón, vamos a bailar–

El cabello se le había oscurecido, sus ojos no brillaban como antes pero no sentía algo diferente en ella.

–¿Vinieron otra vez?– Una opresión en el pecho me hizo detener mi escrutinio sobre los abrigos y suéteres frente a mí.

– Sí– la presión dejó de sentirse para dar paso a una especie de calor, efusividad inexplicable.

– Te tocaron...¿Verdad?– su voz sonaba cada vez más cerca, hasta que la tuve al lado de mí descolgando una polera.

– No lo sé– le entregué la ropa y salí– no puedo sentir dolor, lo sabes–

– En eso te equivocas, si lo sientes– escuché el cierre de las botas que le elegí– y te tocaron, pude sentirlo–

– Estuviste dormida tres días humanos, querida–

– Pero uno de ellos te cortó, revisa tu espalda– sentí su pequeña mano apoyarse en mi cadera desde atrás y con la otra tratar de tocar por mis hombros y dibujar una línea– siguiendo el rastro de mi dedo...por aquí... Hasta llegar aquí– se detuvo a media espalda y me tomó de la mano– Fue antes de que pudiera hacer el primer campo de fuerza –

–Estuviste consciente– otra cosa que agregar a la lista.

– A decir verdad no, es como si viera lo que sucedió desde la perspectiva del demonio– frotó su mejilla en mi mano y me abrazó– sólo que ahora está dentro suplicando clemencia por lastimarte–

Puede ver lo que sucedió si absorbe la esencia.

La tomé de las mejillas y deposité un beso en su frente, para después ver sus ojos blancos.

– Vamos a bailar–

La llevé al salón de baile y le mostré las ramas que había dejado, unas grandes, otras chicas; las hizo levitar y las acomodó como si se tratase de un fragmento del bosque seco que rodeaba el castillo. Las cargué de la cintura y tomé una de sus manos en alto para bailar.

– Hacia tiempo que no practicaba–

– Pero yo ya estoy aquí...nunca más te dejaré solo–

🌺
POV Ekaterina.

Papá me cargó y bailamos, no había música pero parecía que para él si la hubiese. Cuando se detuvo y me bajó me dijo que esperase unos minutos en lo que volvía y al regresar me trajo una flor dentro de un frasco negro semi transparente, el blanco de la flor la hacia ver cómo si fuera cubierta por un velo.

– Una flor para mí princesa–

Se escucharon truenos como en una tormenta, luego las puertas del salón se abrieron con un fuerte viento y rocío.

– Ya vengo, espérame y no salgas de aquí...– caminó hasta las puertas y antes de cerrar me vió a los ojos y dijo– si algo sucede, ve a tu cuarto y no salgas si escuchas a las almas gritar– cerró y se fué.

Tardó, tardó mucho...no quería que me dejase, otra vez me sentía sola.

– Pero tú prometiste que no me dejarías sola... papá–

Me senté en el suelo a esperar y mientras lo hacía repasaba en mi mente lo que había sucedido mientras dormía. Unos pasos me sacaron de mi trance.

"¿Cómo era la invisibilidad?"

"Y como eran las palabras..."

"¡Piensaaaa!"

Pensé que nadie podría verme, nada ni nadie. Ya no sólo eran los pasos de papá, sino los de otra persona; la puerta se abrió y dejó ver a un hombre alto, traía puesta una armadura y capa blanca que escondía unas alas.

– ¿Para qué la buscas, Gabriel?–

– Necesito saber que está a salvo– caminó por todo el lugar– supe de los demonios que atacan tu castillo, quiero saber si ella está contigo aún–

– Ella ya está a salvo–

– Muéstrame que es verdad–

Me paré y estuve detrás de él, levanté su capa y perdí la concentración...me materialicé. Puse mis manos en sus alas y las acaricié, eran suaves, cálidas y esponjosas...

–¿Por qué yo no tengo unas así?– Gabriel se asustó y mis manos se enfriaron al tocarlo.

–¿Qué...?– se volteó pero su capa me quedó cubriendo.

– Oye...me has despeinado– quité la tela y lo miré apenas.

– Ella es mi protegida– Muerte me tomó de la mano y me colocó delante de Gabriel.

– Hola señor Gabriel–

– Estás más grande que la última vez que te ví–

Se arrodilló ante mí como si fuera una reina y desde ahí me dijo:

– Soy su nuevo guardián, señorita–

No entendía, yo podía pelear y cuidarme sola, podía proteger a papá. ¿Para qué un guardián?

– Estaré cuidando de tí y seré como un profesor para tí–

Papá me asintió y yo también.

–¿Cuándo es posible iniciar con sus clases, señorita?– se levantó y su ropa cambió a un traje con un chaleco de punto color gris y corbata negra.

– Ya mismo– Muerte contestó por mí– ¿No quieres poder salir del castillo?

– ¿Cuál es la primera lección?–

– Ataque a distancia– sonrió–... acabar a los demonios sin que muevas un sólo dedo...–

Señorita M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora