Capítulo 22

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⏳Un amor justo a tiempo⌛

Narra Amaia.

Al enterarme de que estaba embarazada de Alexander me puse muy feliz, era lo que más anhelaba para quitar completamente de mi camino a Mathilde pero mi instinto maternal salió a relucir.
Acepto que deseaba tener un niño por todo los beneficios que iba a tener y porque le quería poner de nombre Cristóbal, como mi difunto hermano. Pero lo que me destrozó profundamente el corazón y matando con ello mis ilusiones fue el enterarme en mi segundo trimestre que tenía un problema grave de salud, sabía que se iba a complicar todo porque no podía someterme a ningún tratamiento por mi estado y aunque me hubieran dicho que no correría riesgo para mi bebé jamás lo hubiera tomado, porque si algo le pasaba a mi a ella nunca me lo hubiera perdonado.

Fueron momentos muy dolorosos, saber que mi pequeña podría quedar sin su madre y hubiera deseado que fuera un varón pero ya no era por un apellido, por un nombre o por una herencia, más bien era porque una niña es más frágil y necesita más de su madre.

Tenía que ser fuerte y no hablar de mi enfermedad con nadie, le pedí a mi doctor que no dijera nada que me diera tiempo para hablar con mi familia y él acepto porque por encima de su amistad con la familia estaba en juego su ética.

Durante mi embarazo tuve algunas complicaciones debido a mi reciente diagnóstico como dolores de cabeza, mareos, etcétera y eso lo asociaba a mi embarazo así que nunca levante sospechas.
Después del parto sólo quería ponerme bien, viajar y buscar opiniones o tratamientos por mi hija pero lamentablemente ya era demasiado tarde porque mi vida ya estaba contada en meses o quizás en días.

Así que estos últimos momentos de vida que me quedaban quería disfrutarlos al máximo, vivir mi vida, hacer lo que más me gusta y cumplir mis sueños como la gran diseñadora y modelo que soy.
Sé que descuide mi matrimonio y a mi pequeña Dorothy, pero no lo hice porque lo haya querido hacer, lo hice sobre todo para que Dorothy no sintiera ni un cariño por mí, para que no recordará mi olor y mucho menos extrañara mi presencia cuando yo ya no esté en esta vida.
Viví por mucho tiempo el dolor de haber perdido a mi hermano y no quiero eso para mi pequeña, sé que todavía es una bebé pero ellos sienten todo desde que están en el vientre de su madre.

Mis planes para cuando llegará a mi país México eran bautizar a Dorothy. Ya tenía listo mi testamento porque todo ese medicamento ya no calma nada y mi vida se estaba apagando poco a poco.

Cuando venía en el avión, tal vez en mi último viaje mire en una revista de sociales a Mathilde junto al famoso restaurantero Ricardo Smith y lo que pudiera ser su nueva familia, se veía tan feliz y supuse que ese niño al cual bautizaron era hijo de Alexander, eso ya no podía afectar en mi deteriorada vida porque detrás de este maquillaje, de esta vestimenta y de este olor a perfume carísimo hay una moribunda con culpas.

En el trayecto del aeropuerto a la casa, me puse en contacto con varios conocidos restauranteros en New York para preguntar sobre esa familia Smith y por lo que me contaron Mathilde y Ricardo Smith no están casados pero tienen un hijo en común de nombre Alexander y la niña es solamente de él.
Tal vez eso les hicieron creer a todos para que no se supiera la verdad, -¿Por qué....? ¿Quién carajos le pone el nombre del ex al hijo de otro?- Todo era tan obvio.

Al llegar a casa me encuentro con un Alexander enojado y con justa razón, pero él no debe de saber de mi estado de salud y mucho menos de que tiene un hijo con Mathilde, porqué se irá corriendo a los brazos de ella y yo me ganaré su desprecio, y eso es lo menos que quiero en estos momentos; morir sola y odiada.

⏳Un amor justo a tiempo⌛ TERMINADA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora