Capítulo 33

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⏳Un amor justo a tiempo⌛

Narra Alexander.

Sé que tal vez fuí o soy un estúpido en no luchar contra Ricardo por Mathilde sabiendo que ella me sigue amando, pero tengo miedo a todo lo que pueda suscitarse y en medio de ello esta mi hijo, un hijo del cual nunca dude. Me tranquiliza que él sepa de mí y que de eso se haya encargo Mathilde. Es mejor dejar así las cosas y que el tiempo decida......

Por lo pronto tengo a mi dulce Dorothy, que es una niña feliz y a la cuál también le he hablado que tiene un hermano, me pide conocerlo pero le digo que él esta muy lejos y que algún día nos reuniremos. De Mathilde, solo le digo que fue mi primer amor, no quiero lastimar a mi hija diciendo algo que pueda dañar el recuerdo de esa supuesta historia de amor que existió entre su madre y yo.

Mi niña adorada, tan inocente e inteligente, que ama estar en la playa contemplando con una sonrisa el mar, eso me hace recordar a mi Mathilde, a mi chica de la playa con piel seda y esa sonrisa tan hermosa que iluminaba nuestros anocheceres en esta misma playa. Dortothy dice que lo hace para  sentirse cercas de su madre y contarle lo que le sucedió durante el día. A veces pienso que hasta le reclama su ausencia y no es para menos, es cuando más necesita de su madre.

Narra Ricardo.

Después de que salí de ese gran edificio donde estaba la constructora De Alba, tenía que aclarar mis ideas porque algo dentro de mí me decía que lo qué me acababa de pedir Alexander era una locura, iba en contra de lo que él sentía y lo peor era que ahora él era quién decidía. Me duele mucho saber que en todo este tiempo no logre que Mathilde me amara, sus entregas no era totalmente mías siempre le pertenecieron a él.

Voy caminando al auto que alquile para ir a ese lugar mágico donde Mathilde fue feliz.

Al llegar a esa playa, camino descalzo por esa arena que se clava en mis pies, me detengo y me siento sobre la arena. Hay una vista espectacular, no hay gente, solo algunos surfistas y una niña muy linda que al parecer tiene su vista clavada al espectáculo que las olas nos brindan. Me adentro en mis pensamiento trato de pedirle a Megan una señal y después de unos minutos tal parece que me escuchó. Ya con la mente clara de lo que debo de hacer, me pongo mis zapatos y miro que esa niña no se ha movido de ese sitio, y para ser sincero ningún niño en su sano juicio permanece sentado y quieto. Camino un poco extrañado de esa escena con curiosidad y me siento a su lado.

- Hola nena- Trato de ser lo más dulce posible no quiero que se asuste y tampoco quiero que piensen que le haré daño.

-Hola señor- Tal parece que la saqué de sus pensamientos porque parece un poquito enojada.

-Perdón por interrumpir, pero no deberías de estar solita en la playa, ¿Dónde están tus padres?

-No se preocupe, yo vivo en aquella casa que se ve por allá- Me señala con su dedo y yo volteo a ver.

-¿Tú vives en esa casa tan hermosa?- Por un momento me recordó a Mathilde.

- Así es, vivo con mi papá.

-¿Y dónde está él?

-Trabajando, pero antes de que me pregunte lo que me imagino, mi abuelita es la que viene a cuidarme y ella se encuentra en aquella hamaca que está allí- Me vuelva a señalar pero ahora es con su mirada que es muy tierna.

⏳Un amor justo a tiempo⌛ TERMINADA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora