⏳Un amor justo a tiempo⌛ TERMINADA ✔

Capítulo 37

⏳Un amor justo a tiempo⌛

Narra Mathilde.

Lucía y Alexander, se encuentran en la piscina con otros niños de su misma edad. Desde mi ventana puedo mirar como se divierten, ríen y hacen bromas entre ellos.
Me doy la vuelta para ir al interior de la habitación, me tiro sobre la cama y..............

<<Sueño>>

-Mi amor, no tengas miedo yo aquí estoy con Megan, con mi amor eterno. Tú fuiste ese ángel que ella envió a nuestras vidas.
No quiero que te sientas como una cobarde, porque todos tenemos derecho a equivocarnos las veces que sean necesarias y así mismo levantarnos. Estamos orgullosos de ti y de todo el amor que le brindas a nuestra pequeña Lucía......

<<Fin del sueño>>

Despierto de ese sueño tan real, voy a la ventana para mirar a mis hijos y ellos percatándose de mi presencia me mandan besos al mismo tiempo que les correspondo.

Vuelvo al interior de la habitación, me siento sobre la alfombra, traigo hacía mí la laptop de Ricardo y el relicario de corazón que he traído en mí bolsa.
Tomando el relicario con mi mano izquierda ingreso al documento donde está la carta.
Al principio me encontré con una foto mía con el encabezado "Mathilde, amor perfecto".
-Para él, el amor que sentía por mí era perfecto.-

Empiezo a leer esa carta......

Mathilde,

Desde aquél día que te tuve en mis piernas, supe que eras alguien muy especial. Toda tú eras tan auténtica sin pensar que detrás de esa carita de mujer fuerte se escondía fragilidad y dolor.

Aún así me sacaste de mi dolor, ayudaste a que tuviera una relación cercana con Lucía y como gratitud yo trataba de hacer lo mismo con tu dolor, pero ese dolor yo nunca lo pude sanar por completo porque tú debes hacer el resto.

Cuando escuche de tu boca pronunciar el nombre de Alexander De Alba, me di cuenta que era el mismo con el que he hecho negocios, él diseñó algunos de mis restaurantes e incluyendo el de Veracruz.

Hago una pequeña pausa para digerir lo que acaba de enterarme....

No te dije nada por miedo a que volvieras a sufrir y porque no quería que eso afectará la relación que íbamos construyendo, perdóname por no haberte hablado con la verdad.

El día que te preparé la cena para presentarte a mis padres, quería hacer algo inolvidable, algo que nunca nadie había hecho por ti. Y me sentí tan bien, verte alegre y divertida era lo que yo quería causar en ti.

Esa noche que nos pediste que nos quedáramos en tu casa, sabía perfectamente que no iba a pasar nada entre nosotros porque todavía no era el momento. Cuando tú y Lucía estaban durmiendo fuí a la habitación y estuve contemplando su sueño.
Y déjame decirte que eras perfecta.

Y llegó ese día, el día en que te entregaste a mí, me hiciste el hombre más feliz de la tierra, el tocar tu piel de seda, besar esa barriguita y hacerte mía aun sabiendo que tu corazón le pertenecía a otro me llevaste a tocar el cielo. Y me volví adicto a ti.

No me arrepiento de haberte elegido como mi esposa y formar contigo una bella familia.
Amo a Lucía y a Alexander por igual, ese pequeñito me hizo revivir muchas cosas en mí, y como no amarlo si te amo a tí.