Capítulo 38

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⏳Un amor justo a tiempo⌛

Narrador omnisciente.

Cuando Mathilde y sus hijos regresaron a Nueva York después de 2 meses y 2 semanas de viaje, ella tomo las riendas de los restaurantes y se propuso a expandirse.
Se asoció con sus compadres; Antonietta, Joan, Carlos y Maritza para hacer algo en grande.
Antonietta y Joan quedaron a cargo de los nuevos restaurantes de México e incluyendo el de Veracruz.
Carlos y Maritza se quedaron a cargo de los restaurantes del continente Europeo.
Mathilde con la ayuda de sus suegros, se harían cargo de todos los restaurantes de USA.
Mientras que su madre se hizo cargo del colegio porque era obvio que Mathilde no viajaría a México y mucho menos a ese lugar donde le trae amargos recuerdos.

Ella continuó su vida con sus hijos porque no quería defraudar a Ricardo y a Megan. Respecto a su vida sentimental cerró definitivamente las puertas de su corazón.
Se había convertido en una viuda millonaria y con ese título le abundaban pretendientes, mismos que ella rechazaba o ignoraba.

Sus hijos se esforzaban por ser los mejores de su generación, siguieron sus clases de natación al mismo tiempo ayudaban a otros niños en el lugar donde su madre siempre ha ayudado económicamente y en donde es instructora de natación, nunca le dieron dolores de cabeza a su madre y siempre se protegían entre los tres.

Alexander nunca quiso conocer a su padre, tal vez porque no quería que su madre sufriera.
Lucía, Lucía siempre con esa cámara fotográfica para todos lados, ella se encargaba del álbum fotográfico de la familia.
Ambos pequeños supieron a madurar después de la muerte de su padre, Alexander prometió que siempre velaría por las mujeres de su vida para que nadie se atreviera a lastimarlas.
La nobleza de ambos niños se debía al amor en que fueron criados, nunca se les oculto nada, había mucha comunicación y sobre todo eran felices con lo que tenían.

Los papás de Megan y de Ricardo siempre fueron unos abuelos presentes a pesar de que Alexander no llevaba su sangre siempre lo consideraban como un nieto más.
Estaban agradecidos con Mathilde por todo lo que hacía y por amar a esa pequeña como una hija.

Alexander y Dorothy seguían viviendo en la casa que alguna vez fuera de Mathilde, sus padres a diario iban a visitarlos y lograron tener esa relación que nunca tuvieron.
Además Alexander volvió a practicar el surf y se volvió hogareño.
Dorothy se encargaba de espantar a las mujeres que ella creía que fueran un peligro para su padre, también evitó tocar el tema de conocer a su hermano para evitar más culpas en su padre.

Todos al parecer tenían su propia vida, algunos se estaban conformando y otros estaban aceptando las consecuencias de sus actos.
Pero la vida da muchas vueltas, te pone justo en el momento exacto sin antes haber pasado las pruebas.

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9 años después, época actual.

Narra Alexander (Hijo)

Cuando mi hermanita Lucía, sí, así le digo, a pesar de que es mayor que yo la veo como mi hermana la pequeña porque me llega a los hombros, bueno, cuando cumplió sus 15 años mis padrinos Antonietta y Joan le obsequiaron una laptop como la de papá y es ahí donde empezó nuestro gran secreto.
Ella sabía mucho de la tecnología, yo en eso siempre he sido no muy bueno.
El caso es que estuvimos buscando por un largo tiempo en las redes sociales a mi hermana Dorothy, hasta que por fin encontramos una que tenía el apellido de mi padre.
Mi hermanita Lucía le mando una solicitud de amistad e inmediatamente la aceptó.
Estuvimos platicando por mensajes con ella y al parecer sí es mi hermana Dorothy.

⏳Un amor justo a tiempo⌛ TERMINADA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora