⏳Un amor justo a tiempo⌛ TERMINADA ✔

Capítulo 13

⏳Un amor justo a tiempo⌛

Narra Mathilde.

Ha pasado una semana desde el lamentable fallecimiento de la señora Smith y aquí todos todavía están muy afectados. Yo no pude asistir a su funeral ya que estas últimas semanas me he estado sintiendo un poco mal, amanezco con náuseas, dolor de cabeza, mareada y he estado a punto de vomitar cuando llevo comida a los comensales, en especial con el mole.
Maritza me dijo que hoy me acompañaria al doctor, dice que tal vez sea por todo lo que me ha pasado o por mi cambio de vida.
Ella ya está enterada de mi vida, es una buena amiga y le he tomado mucho cariño.

Vamos rumbo al doctor en su coche y todo el camino fue de ir dormida.

Al llegar al doctor compré una revista para no dormirme y para darme un poco de aire porque llegué muy mareada.

Entramos a la clínica, me registre y tomamos asiento para esperar.
Nunca me puse a hojear la revista y todo por estarme dando un poco de aire con ella.

Después de media hora llega mi turno.

-Buenos días señorita Mathilde, soy el doctor Morgan. La escucho...

Le platico al doctor todos mis síntomas, él me hace preguntas muy íntimas y me pide que vaya con la enfermera para sacar un poco de sangre y una vez que me sacan sangre me dice que pasado mañana estarán los resultados, me recetó unas vitaminas y mientras no sepamos que es lo que tengo, no me puede dar otra cosa.

Saliendo del consultorio  Maritza me interroga como si fuera detective, le dije que tenía que esperar hasta pasado mañana para saber los resultados. Para recompensarla de que me haya acompañado la invito a comer pizza..

-¿Pizza, a esta hora? Estas loca amiga de mi alma.

-Amiga de mi alma pues para mi lombriz glotona no hay horario.- Ambas reímos...

Íbamos buscando un lugar para degustar una deliciosa pizza, cuando en la radio sale esa canción, La playa de La Oreja De Van Gogh, Maritza le estaba subiendo volumen y mire que estaba dispuesta a cantarla cuando rápidamente la apague, abri la puerta del carro, ella se detuvo rápidamente, yo salí corriendo en busca de un bote de basura para devolver el estómago. Definitivamente ¿Es encerio? Esa canción me acaba de provocar una terrible náusea, sé que no la soporto escuchar porque esa canción la bailaba y la cantaba con mi Alexander...

Maritza estaciona su carro, baja corriendo y se dirige a mi muy preocupada.

-Amiga, ¿Qué fue lo que sucedió? Vamos al médico, no estaré tranquila hasta que te digan lo que tienes.

-No te preocupes amiga, solamente que me provoco náuseas el escuchar esa canción, por lo que te conté.

-Mathilde, haré como que te creo..- Maritza lo dice como si fuera mi mamá. Yo me rio por la forma en que me lo dijo. A ella no parece agradarle que me esté riendo, paro de reírme, 2 minutos de silencio y ambas soltamos una carcajada como locas, las personas que iban pasando se nos quedaban mirando.

-Amiga, vamos, que van a pensar que escapamos de un psiquiátrico.- Me dice Mathilde, tomándome del brazo.
Ambas corrimos al auto como dos niñas traviesas.

Ya no fuimos a comer pizza, porque ahora quería una hamburguesa con papas francesas y aritos de cebolla. Maritza puso una cara de que no comprendía mi cambio de planes, pero era su enfermita consentida no le quedaba de otra que consentirme.