En el hospital general de Hartford, las luces de medianoche se apagan en todas las salas de consulta. Tan solo permanece estable la que ilumina la recepción. Y no, no es por ahorrar electricidad. Todo se encuentra en total penumbra, excepto el salón en el que trabaja el doctor Bruce.
Recientemente se han denunciado numerosos casos de robos de cadáveres en la morgue. Y no es para nada extraño, ya que "El Doctor", como muchos le llaman, trabaja hasta tarde. Pero, ¿que relación tienen estos dos hechos?
Resulta que desde hace buen tiempo, ha estado desarrollando un tipo específico de veneno. No se supone que sería lo que haría un profesional del sector de la salud, pero de vez en cuando uno tiene que divertirse. De todas formas, si está en su trabajo, ¿qué hay de malo en experimentar un poco?
Esa noche en particular, había entrado un nuevo "cargamento" de fallecidos al hospital. Y todos en el mismo lo sabían. Por lo que, en un intento por llevar sus pruebas a otra fase "El Doctor", hábilmente se escabulló hasta la parte más baja del centro. Como si de algo nuevo se tratase, sintió gran éxtasis al observar aquella cantidad de sacos negros apilados unos encima de otros.
— Bien, pero primero lo primero. —sonriendo.
Se desabrochó el pantalón lentamente, y procedió a darse un gigantesco festín con los entes del más allá. Pudiera parecer asqueroso, pero para él no lo era. Tiempo después de haber disfrutado hasta de lamer cada pie de cadáver, convenció a su ego de llevarlos a su oficina. Una vez allí, no dudó en probar este tratamiento con cada uno de los cuerpos sin vida.
— Esto parece interesante. ¿Debería probarlo ahora con personas reales?
En el hospital general de Hartford, todo se encuentra en total penumbra. Numerosos hechos toman las riendas de la madrugada, y como no, un doctor enloquecido hace de las suyas con tal de ganar un poco de placer para su viejo cuerpo.
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Historias Escritas con Sangre de Rosas
Horror¿Asustado de estar solo en tu habitación? ¿Preocupado porque algún monstruo pudiera tomar tu cabeza en medio de un sueño placentero? Cada misterio de nuestro mundo merece respeto. Así que, recoge tu sábana, enciende una pequeña vela, cubre los espej...