Johnny Depp Imaginas & One Shots...

The Hospital - Sam.

                 Benny & Joon (1993)
Mirabas con atención él pequeño jardín del hospital a través de la sucia ventana.
De repente viste una sombra caminar en ese jardín que tanto deseabas pisar con tus propios pies.
No reconocías la persona, te acercaste mas y mas a la ventana hasta quedar completamente pegada a ella. Al fin lo reconociste, ¡era Sam! Estabas tan feliz de verlo, lo extrañabas demasiado.
Sam llevaba unas bellas flores en su mano, al parecer eran para ti.
De pronto, subió su mirada y te encontró allí, encerrada en jn hospital, con una pieran rota, en una silla de ruedas.
Le sonreiste y él te respondió con él mismo gesto, con la sonrisa que te había cautivado desde él primer instante.
Esperaste con ansias a que subiera a tu habitación, lo único que querías en ese momento era ver su rostro.
La puerta se abrió y volteaste bruscamente tu cabeza.
Dando pasos tímidos te entrego las flores. Eran hermosas.
—Te traje esto. — dijo entregándote él ramo.
Ubicaste tu nariz cerca de las flores coloridas y le sonresite.
—Son hermosas. Gracias. — dijiste.
Te regalo una sonrisa, la sonrisa que alegro tu día.
Lo único que esperabas era que tus padres no te visitaran, estabas enojada con ellos y si te visitaban deseabas que te vieran con Sam, para que noten que en realidad lo amas.
Hacia unas semanas tu y tus padres habían discutido, todo por juntarte con Sam.
Jamas te dejarían estar con alguien que apenas sabe escribir su nombre y leerlo, con alguien que jamas termino la escuela. Creían que no traería nada bueno a tu vida.
"Es un muchacho muy extraño"
"¿Como es posible que te rebajes a este tipo de personas?"
"Sam es bastante...anormal"
Todas esas frases dichas por tus padres te partían él corazón en millones de pedazos que caían en él mar de lágrimas que soltabas y se hundían allí.
Amabas a Sam ¡Si que lo amabas!
Es un muchacho dulce y talentoso, el es la primera persona de la que te has enamorado.
Al igual que él, eras la primera persona de la que se había enamorado profundamente.
—Tengo una idea. — dijo Sam con su tímida sonrisa.
Lo miraste confundida, pero alegre.
Sus manos se posaron en los mangos de empuje, te dio una lenta vuelta para que quedes mirando hacia la puerta abierta. Las rueditas empezaron a desplazarse lentamente hasta ir aumentando la velocidad.
Estabas afuera de tu habitación, pasando por él infinito pasillo, con él viento en todo tu rostro y con Sam detrás de ti alegrandote él día.
Se podían escuchar sus zapatos por todo él pasillo resbaladizo, iba rápido pero tenia cuidado.
Sabias lo que quería hacer, y estaba funcionando.
Jamas te habías divertido tanto en tu vida. Tenias la sonrisa mas grande que una persona podía crear en su rostro.
Reías sin parar, y Sam no podía dejar de admirar tu alegria.
Luego de un rato de tantos paseos y carreras volvieron a tu habitación.
Él castaño estaba completamente agotado.
—Estas muerto, ¿no es cierto? — preguntaste.
Respondió con un gesto.
Le sonreiste hablaste nuevamente
—Me alegraste él día Sam, como siempre lo has hecho desde que te conocí.
—Tu también me alegraste él día T/N. — dijo él.
—¿En serio? ¿Por que?
—Por que me encanta verte reír.
En ese instante sentiste tus mejillas quemarse. Estabas tan roja que parecías un globo inflado.
Las mas bellas palabras que has escuchado de la mas bella voz que puede existir.
Sam se arrodillo para quedar a tu estatura. Estaba a un lado de la silla de ruedas, observando los ojos que tanto amaba mirar, los ojos que jamas creyó que eran reales.
Tu nariz rozaba con la suya. Era él momento perfecto para un beso. ¡Ese era él momento perfecto!
Pero entonces, la magia se perdió en él mas allá cuando le quitaste él sombrero para ponértelo.
Lentamente ubicaste tus manos en sus calientes mejillas, la magia había vuelto, después de todo no estaba tan perdida.
Ninguno de los dos podía esperar para sentir los labios del otro, así que Sam tomo la iniciativa y unió sus suaves labios con los tuyos.
Cerraste tus ojos y seguiste con él beso.
Sus labios tenían un agradable sabor y textura, era como estar besando una nube.
Era como estar en la gloria, sólo los dos.
Lo mejor que te podía suceder en años.
La mejor visita que has tenido.
La mejor persona que has conocido.