El primer cuarto de hora pensó que regresaría al instante, quizás alguien la vio y tuvo que esconderse, pero no al pasar las horas se dio cuenta que definitivamente lo había dejado allí iniciado y adrede. ¿Que pretendía ella? ¿Que saliera desnudo, por todo el hospital donde trabajaba? Esto era más de lo que podía soportar.
Seung Jo, llevaba horas encerrado, estaba hirviendo, pero de la ira, parecía un animal enjaulado, aunque realmente eso era en esos momentos, porque Ha Ni no se la acabaría cuando él la volviera a ver. Jamás la imagino caer tan bajo. Pero esto no pasaría inadvertido. Ella pagaría por esta humillación, por su sangre corre que eso sería así.
***
Ha Ni regreso a su casa, estaba satisfecha con lo ocurrido, "Ja, así aprenderá a no dar todo por sentado" Cuando dejaba la ropa de Seung Jo en el mueble. Sintió el celular de él vibrar, al revisar se dio cuenta que tenía muchas llamadas perdidas. El contacto decía: "bruja". ¿Acaso seria Ha Rae? Pensó. Sonrió satisfecha, imaginando lo loca que estaría ya que él no llegaría a casa.
Aunque sus principios le indicaban que no era correcto meterse con un hombre casado, no podía sentir remordimientos por aquella mujer, quien se había valido de todos los medios para apartarla de la vida de Seung Jo, imposible fue olvidar la amenaza que recibiera hace unos años para no volver a Seúl. Definitivamente no podía sentir la culpa que con cualquier otra mujer en su lugar le inspiraría, su personalidad era bondadosa pero no había dudas, a Hae Ra la detestaba desde lo profundo de su ser.
***
Eran las primeras horas de la mañana cuando uno de los enfermeros, entro a sacar unas medicinas, y aprovechando que era un hombre Seung Jo se acercó a él, desnudo como estaba y sin nada que pudiera cubrirlo más que sus manos que aunque grandes no alcanzaban a tapar toda su gloria. Aunque le pego un susto de muerte al tipo al principio, el enfermero que por cierto era afeminado, estaba encantado con la vista espectacular que brindaba Seung Jo.
Este detalle no le pasó desapercibido teniendo que soportar un buen rato las miradas lascivas del enfermero. Incomodo a más no poder seguía intentando cubrirse con cualquier cosa que hallara a mano. Este le prestó el celular, hizo la primera llamada a Joon Gu pero como para variar el condenado no contestaba su teléfono. Sin saber que era peor, si el remedio o la enfermedad, hace la segunda llamada.
—Doctor guapo aquí, ¿Quién allá? – escucha Seung Jo por la bocina.
—¿Il Woo? Ven de inmediato a la bodega de medicinas del último piso y trae ropa contigo.
—¿Por qué? ¿Qué paso?
—No preguntes, y haz lo que te digo— le ordeno. Il Woo llego al lugar poco después de quince minutos que para Seung Jo le parecieron una eternidad bajo las miradas coquetas del enfermero. Il Woo estuvo tentado a no socorrer a su primo, pues su manera de pedir favores dejaba mucho que desear, pero más le pudo la curiosidad. Tenía un buen presentimiento sobre esto. Encontró la famosa bodega y entro no sin antes ver salir ruborizado al enfermero de allí. Al ver la causa del rubor del joven enfermero. Entro en Shock.
—¡¡Jamás lo creí de ti!! ¡¡Tu mi hyung!!, ¡yo que te crei todo un macho!
—No es lo que estás pensando, las apariencias engañan— le dice su primo muy serio
—Ahora todo encaja perfectamente, ¿cómo no se me paso por la cabeza antes?
—¡¡Te dije que no es lo que parece!! –se molestó Seung Jo— Ni te atrevas a pensar cosas que no son, yo soy todo un hombre, de mente corazón y cuerpo.
—Ahora recuerdo aquella vez en aquel paseo en el rio cuando éramos unos pubertos... yo te atraía ¿verdad? ¡¡Pero no te culpes, es inevitable pues yo soy extremadamente atracti...azzhh!! — se quejó al sentir un golpe certero en su cabeza— Aparte de gay ¿estás loco?...¿Siempre tienes que ser tan violento?
—¡¡No soy gay!! Y es la última vez que te escucho una sugerencia semejante. Y loco tal vez... ¡¡¡Una vez encuentre a esa tonta no se las va acabar!! — Dijo al terminar de vestirse, siempre vestía formal desde que se había casado con esa bruja, más su primo le había llevado unos vaqueros azules, una camisa manga larga blanca y un suéter crema.
—Explícame entonces— le inquiere, este le explico avergonzado, lo que provoco a Il Woo más de una carcajada, al punto de dolerle el estómago, y por su puesto a su primo no le agradaba ser el centro de sus bromas. Aunque prefería eso a que pensara que era gay.
—¡Ya fue suficiente de burlas! — le grito Seung Jo— Ahh por cierto esa vez en ese paseo, la que me atraía era tu hermana... Ya sabes entre primos.... — Dijo antes de cerrar la puerta dejando encerrado y furioso a Il Woo. Al que escuchaba decir "te voy a matar desgraciado" Aunque era broma eso de su prima, eso haría rabiar a Il Woo un buen rato.
A Seung Jo ya todo el mundo lo miraba de reojo, y no tenía que ser adivino para adivinar lo que estaban hablando, de seguro el enfermero ya había corrido la bola. Podía escuchar los murmullos y eso incrementaba su ira, le ordeno a una de las recepcionistas quien lo miraba con decepción, que le prestara su ordenador. No le tomo más de 2 minutos encontrar la dirección de Ha Ni y como era de esperarse era la misma del restaurante donde había ido tantas veces a hacer el ridículo. Si antes estaba furioso no había palabras suficientes para describir cómo se sentía en esos momentos.
Ha Ni estaba en su segundo trabajo había vuelto a trabajar y aunque era cansado lo hacía porque necesitaba solventar sus necesidades económicas, y las de su hijo. No podía dejar de pensar en Seung Jo, ahora que lo recordaba todo más claramente no sabía cómo le fue posible hacerle eso. El remordimiento de conciencia la atacaba, aunque en ocasiones se regocijaba, le había dado un golpe bajo al egocéntrico y perfecto Baek Seung Jo... No solo porque lo dejo viendo un chispero, también lo dejo en una situación bastante penosa delante de sus compañeros de trabajo.
Mas también todo su plan le jugaba una mala pasada, pues porque si antes deseaba a Seung Jo ahora, estaba peor, ese hombre epitome de la belleza masculina estaba más hermoso que hace 7 años, su cuerpo delgado pero musculoso y firme era perfecto como todo en él. Solo recordarlo le recortaba la respiración, sin contar esas caricias y besos que la llevaban a la locura. Todo eso la llevo a preguntarse si todo ese calor que sentía era por las estufas del restaurante o eran cosa de ella. Tuvo que para un tiempo para oxigenar un poco su mente inquieta.
—¿Dónde está mi ropa?— se oyó la voz furiosa de Seung Jo
—¡Baek Seung Jo!— dijo Ha Ni con cara de sorpresa sacándola de su letargo
—¿Ahora estas contenta?, te quedo perfecto el numerito ¿verdad?— dijo gritando a toda voz
—Baja la voz— dijo Ha Ni tapándose la cara desesperada
—Ahh ¿Y Ahora La Señorita Esta Avergonzada? –Siguió Seung Jo sin prestar atención a sus palabras— Primero me seduces para luego dejarme desnudo en la bodega del hospital, ¿Ahora me dices que baje la voz? ¿Sabes todo lo que me toco aguantar después de que me dejaste allí? ¿Ahora si te da vergüenza? Mírenla bien— dijo a los clientes que ahí se hallaban viendo todo el espectáculo de sus gritos— Que no les engañe su cara inocente, por personas como ella es el dicho "Líbrame de las aguas mansas que de las turbias me libro yo" Las mujeres tienen una mente perversa cuando de venganza se trata— afirmo, Ha Ni para ese entonces se sentía morir de la vergüenza.
Todos en restaurante estaban boquiabiertos por todo lo que escuchaban. Todos habían interrumpido su comida para escuchar el escándalo de Seung Jo. La señora Lee que ya había tenido que soportar bastantes escándalos por parte de Seung Jo le reclama.
— Oiga usted aquí ¿Otra vez? –le dijo molesta
—Ahh, pero aquí tenemos a la señora que me negó que ella trabajaba aquí, y ahora ¿Me lo va a negar? — dijo señalando a Ha Ni.
—¡So Min! Retira a este hombre inmediatamente de este establecimiento. — le ordeno su jefa enfadada.
—Si señora— dijo a la misma vez que arrastraba a Seung Jo por la parte de atrás diciéndole que le entregaría su ropa. Muy avergonzada por ser humillada en su propio trabajo. Ya afuera camino hasta unas escaleras en el mismo edificio, él la siguió mientras la oía como golpeaba el piso con los pies furiosa, por la vergüenza que le había hecho pasar.
Ella abrió la puerta de lo que parecía ser un pequeño departamento, entro y detrás de ella él. Una vez fuera del alcance de cualquier otra persona. Ha ni le tiro la ropa de Seung Jo al suelo.
—¿Querías tu ropa? ¡Allí la tienes! — le dijo muy enojada.
—Crees que soy un títere para que juegues conmigo de esta manera, déjame decirte que ya estoy cansado de tus juegos infantiles y estúpidos. Y no los tolerare más –él también estaba que trinaba de la rabia.
—La que está cansada de juegos soy yo—le respondió— déjame en paz de una buena vez. No haces sino acosarme, no me dejas trabajar, y todo el tiempo piensas que con tus encantos puedes derretir a cualquiera y hacerla víctimas de tus caprichos y humillaciones. Pues sepa muy bien que yo no soy así— le soltó.
—¿A qué no? Lo Veremos– dijo al mismo tiempo que la agarro firmemente del brazo jalándola hacia él y alzándola del suelo cosa que no le quedaba difícil ya que era lo suficientemente alto. Finalmente le da un beso que, si bien resistió con furia los primeros 5 segundos, los siguientes fueron correspondidos con el mismo nivel de pasión y rabia. Sumado al rose de sus cuerpos, Seung Jo pudo demostrar su punto: podía derretirla con solo tocarla, Seung Jo interrumpió el beso tan repentinamente como lo había iniciado, la dejo de nuevo en el suelo y riendo le dijo —Ja, ver quien deja iniciado a quien esta vez.— se dio la vuelta para salir.
Pero Ha Ni quien ahora estaba mucho más furibunda y a la vez excitada por el beso de Seung Jo no estaba dispuesta a perder esta disputa, si bien él la afectaba a ella, ella también ejercía el suficiente poder sobre él así que sin pensarlo ni un segundo, lo agarro lo suficientemente fuertemente de su camisa para hacerlo voltear y ella misma fue la que inicio esta vez un beso, al que Seung Jo no se pudo resistir ni medio segundo, ya que está fue hábil e inmediatamente envió su mano a la entrepierna de Seung Jo, este movimiento le anoto la victoria a la joven ya que Seung Jo perdió el control sobre sí mismo desde ese momento.
Él sintió sus piernas blandas a causa de aquel audaz movimiento de la joven, "¿Desde cuándo se volvió tan atrevida?" pero eso no le importo en ese momento, disfrutaba del momento, ella definitivamente sabía cómo y qué hacer para enloquecerlo. Ella estaba satisfecha por el logro alcanzado, sabía que lo tenía en su poder, podía sentirlo estremecerse con cada caricia que le brindaba.
Ya a esas alturas ninguno de los dos pensaba con claridad, ambos llevados por la pasión y el deseo comenzaron un juego de seducción y ver cuál podía excitar más al otro, era un juego de poderes. Seung Jo en un momento para recuperar el control de la situación el agarro de ambas manos arrinconándola a la puerta por donde habían entrado sujetándola firmemente a esta y besándola desaforadamente.
Ha Ni logro después de un rato zafar una de sus manos y aprovecho esto para obtener de nuevo el control, le quito el suéter crema él levanto las manos para que este saliera rápido, luego quito los botones de la camisa besando el pecho de Seung Jo este callo rendido a sus caricias. Se agacho besando sus pectorales, su abdomen hasta llegar a su ombligo, él solo atino a posar sus manos sobre la puerta mientras ella lo besaba sin control, se dejó mimar, Ha Ni abrió la correa y retiro los pantalones vaqueros de Seung Jo con mucha facilidad, dejándolo de nuevo en bóxer como la noche anterior.
Ese momento la tomó desprevenida ya que Ha Ni no estaba tan acostumbrada a verlo así, de esto se aprovechó Seung Jo para retomar el control de nuevo, ahora era su turno, cayeron al suelo sobre la pequeña alfombra que había a la entrada. Desde luego él quedo encima de ella, esta vez no tuvo la delicadeza de desabrochar botón por botón, sino que rompió su blusa como si de papel se tratará con sus fuertes manos, al ver su sostén negro descubierto y la figura de su cuerpo, lo volvió aún más loco de pasión y deseo.
De inmediato la levanto un poco y desabrocho el sostén para poder liberar sus senos, y finalmente besarlos como debía. Ha Ni se perdió en sus caricias y ya no le importaba quien ganaba a quien, disfrutaría de esto, aunque ser arrepentirá después, viviría con ese hermoso recuerdo, y desconecto por completo la mente de su cuerpo y solo se dedicó a sentir.
Seung Jo, aunque hubiera querido amarla como se debe ya era mucho tiempo deseándola con cada fuerza de su ser. Con cada parte de su alma, tenerla, así como ahora era un regalo divino, no se contuvo al contrario fue bajando sus besos hasta el ombligo de la joven, zafo el broche de su jean y tan rápido como pudo el despojo de la prenda. Disfruto el espectáculo de sus piernas firmes y hermosas.
Llevaba un interior de encaje del mismo color del brasier, se acercó más y lo retiro finalmente con ambas manos dejándola completamente desnuda para él. La haría suya, era suya y siempre lo seria. Se acomodo sobre ella que lo recibió gustosa, aunque no dijo nada, no había necesidad, su cuerpo hablaba por ella. Con ambas manos bajo su bóxer, ella ayudo a deslizárselo por las piernas quedando así él desnudo para ella también. Seria suyo, era suyo y siempre lo seria, no importaba que estuviera casado con otra, en ese momento él le pertenecía. Lo que más agradeció en ese momento es que su hijo estuviera en la escuela, ya que era temprano aun.
Seung Jo no esperaría más, poseerla en ese momento era todo lo que ansiaba, la sensación fue maravillosa para ambos una vez que unieron sus cuerpos, algo que los dos jamás volvieron a sentir desde la primera y única vez que habían estado juntos, todos esos años de anhelo y deseo habían quedado atrás, él comenzó levemente sus envestidas Ha Ni se agarró fuertemente de su espalda enterrándole las uñas a Seung Jo que sin ser consciente de ello continuo moviéndose sobre ella, su deseo era demasiado grande. La joven lo abrazo con sus piernas rodeando su cuerpo, embriagada del más puro placer.
Se amaron con pasión, se podría decir que hasta con rabia por todo lo que había pasado en las últimas horas, la acaricio y la beso desesperadamente al igual que ella a él. Podía sentir como sus labios la quemaban, como su lengua saboreaba cada parte de su ser. Ya no parecían consientes de nada, la oyó divagar su nombre sin cesar y él hizo lo propio con el suyo.
La oyó llamarla "Ha Ni" mientras la amaba, no tuvo fuerzas para seguir con la mentira, ¿Cómo negar quién era? ¿Cómo negarle que no se llamaba así?, el solo oírlo llamarla la hacía feliz. El tiempo paso, los minutos padecieron, pero ninguno dio muestras de fatiga o cansancio. Eran dueños del momento y así seguirían hasta saciarse, después de todo, 7 años es un número muy grande.
Ya que para ambos era la primera vez en 7 años y la segunda desde que se conocieron, y así continuaron sobre el piso entre más besos y caricias hasta llegar los dos al clímax al mismo tiempo. Seung Jo cayó pesadamente sobre ella, ambos tenían la respiración acelerada y el cuerpo sudado, luego de unos minutos él se levantó un poco y la beso de nuevo, se acostó a su lado y la abrazo, ninguno hablo no había necesidad. Sus cuerpos ya se habían dicho de todo.
Y así se quedaron dormidos ambos presos del cansancio. Ha Ni se despertó de nuevo al cabo de un rato, debido a los besos de Seung Jo en su espalda, trato de apartarlo nuevamente, pero este lo evito.
—Espera...— le dijo ella
—No puedo esperar— le dijo él –Ya no puedo esperar, sé que no fui muy amoroso contigo esta vez, es que solo que tú consigues enloquecerme de una manera que es imposible controlarme. Pero prometo compensarte —le dijo disculpándose por no hacerle el amor como se debe, la siguió besando con ternura.
Entonces la levanto en sus brazos y miro alrededor, no era difícil adivinar dónde estaba el cuarto de ella, el departamento era muy pequeño. La llevo allí hasta su cama donde Ha Ni de nuevo se perdió en las caricias de Seung Jo, esta vez no había prisas y se tomarían todo el tiempo para disfrutar del cuerpo del otro, con suaves besos y placenteras caricias, de esta manera los dos se transportaron a otro mundo donde solo existían ellos, los dos dándose placer por igual, porque eso hicieron durante las dos horas siguientes, amarse sin preguntar y sin medir fuerzas fue una entrega incondicional de dos cuerpos que finalmente se rindieron al amor y al deseo que sentían el uno por el otro.
El resto de la mañana fue el mundo para ellos, Seung Jo cumplió su promesa y compenso a Ha Ni por la primera entrega descontrolada, la amo con ternura hasta caer rendido y preso del sueño. Mientras lo hacia ella lo contemplaba dormir, era hermoso, perfectamente hermoso. Como si su rostro fuera esculpido por los mismos dioses, y su cuerpo no se quedaba atrás, no había palabras para describirlo. Definitivamente no las había.
Pero tarde o temprano tendría que caer a la realidad, él era un hombre casado ahora. Ya no era el mismo joven que años atrás decía que la amaba y de buenas a primeras la abandono después de pasar una maravillosa noche juntos. Esos malos recuerdos llegaron a su cabeza, la sacudió. No debía pensar en eso ahora.
Se levantó con cuidado para no despertarlo, se ducho aun había tiempo para ir a ver al niño a la escuela como 3 horas más. Así que no se preocupó, fue a la sala y recogió la ropa del piso, miro algo sonrojada como su blusa había pasado a ser un trapo roto, internamente se sonrió. Si alguien le hubiera dicho que enloquecería al frio y egocéntrico Seung Jo así no lo hubiera creído.
Dejo la ropa de él sobre la cama, Seung Jo aun dormía. Cuando su celular comenzó a sonar, Ha Ni miro y decía: "bruja" supuso de nuevo que era su esposa. Se debatió entre contestar o no, finalmente no lo hizo. Se dio vuelta para dejárselo sobre la mesita que había a un lado de su cama, pero sorpresivamente él ya estaba detrás de ella, el sonido conocido del timbre del celular lo había levantado.
—Creo que es tu esposa— dijo cuando él la vio sin decirle nada, ella le tendió el celular. Seung Jo lo tomo y para su sorpresa lo apago
—Lo que menos me importa es esa mujer ahora— le dijo y la acerco para besarla.
—Seung Jo...— pero él capturo sus labios de nuevo, se dejó llevar otra vez.
—Te amo— le dijo él aun con sus labios pegados a los de ella. No sabía que decirle, así que solo se limitó a sonreír un poco.
—Preparare algo para que comas, porque no te das un baño mientras tanto— le dijo.
—¿Cómo? ¿Ya sabes cocinar? — se burló él, ella lo miro frunciendo el ceño— es broma— le sonrió y eso la mato de amor se besaron.
—Ve— dijo— Tu ropa está ahí— y aunque no quería dejarlo, se fue a la cocina. Él se ducho, estaba feliz. Finalmente la había encontrado y no la iba a perder. Ha Ni parecía tonta mientras intentaba preparar algo que supiera rico para él. Ya había terminado de cocinar, entro de nuevo al cuarto y se puso otra blusa más bonita.
Regreso a la pequeña sala a esperar a que salga para servir lo que había cocinado, cuando el timbre de la puerta sonó. No esperaba a nadie así que eso la extraño bastante. Cuando abrió la puerta, su pequeño hijo entro revoloteando y detrás de él Kang Maru.
—Omoni— dijo el niño feliz.
—Pero como es que estas aquí temprano Joon Ki
—Hoy salieron temprano— le explico Maru— Me llamaron a mí porque tú no contestabas las llamadas.
—Ah pues es que...— miro asustada en dirección al cuarto, Seung Jo podría salir en cualquier momento, en especial si oía voces.
—Omoni, mi Appá me compro un helado— le dijo el niño.
—Si hijo, espero que te hayas portado bien hoy en la escuela. Mira que te dije que no quería más quejas— le dijo. Para esto Seung Jo había terminado de bañarse y al salir envuelto en toalla, oyó las voces. Como la puerta estaba ligeramente abierta pudo ver hacia afuera sin que lo vieran a él.
—¿Maru?— se extrañó al verlo ahí— ¿Y ese niño?
—Omoni...— oyó decirle el niño a Ha Ni, eso helo la sangre de Seung Jo.
—Dime hijo.— le respondió ella
—Mi Appá dijo que podíamos ir al parque de diversiones. "Appá" repitió Seung Jo en su mente y sintió como se le estrujaba el corazón. Ha Ni miro a Maru que le sonrió.
—Se que ayer tuviste guardia nocturna y has de estar cansada. Pero anímate y acompañamos, la pasaremos bien— le dijo con una sonrisa. Ha Ni sonrió tímidamente y miro en dirección del cuarto, pudo ver la silueta de Seung Jo mirándolos a través de la puerta ligeramente abierta.
—Pues...
—Anda omoni vamos— Empezó a insistir el niño.
—No se diga más— Maru la sujeto de la mano— Anda vamos.
—Es que yo...— pero no pudo evitarlo y Maru la saco de ahí mientras el niño iba saltando feliz porque pasearía con sus padres. Una vez que cerraron la puerta Seung Jo salió hasta la sala, sus piernas casi no le respondían debido a lo que había visto y oído. ¿Sería acaso posible que Ha Ni tuviera un hijo con ese hombre? "No", su primer pensamiento fue de negación, "definitivamente no era posible"
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VUELVE, UNA VEZ MÁS (FANFIC- PLAYFUL KISS)
RomanceLa historia de amor entre dos personas tan diferentes como Ha Ni y Seung Jo parece en sueño, ¿verdad? Todo gira de forma natural y perfecto, nuestra pareja feliz. Pero la realidad es mucho más desgarradora y cruel, después de todo "la vida es así" y...