Un secreto ocultando, un terror evadiendo, un deseo anhelado; y pensar que las peores cosas que pude hacer, matar a mi amor, las cometí con tan solo catorce años de edad y ahora oculto mis emociones para no liberar al "no humano y no animal" que he...
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El agua caliente recorría cada centímetro de mi piel... Masajeaba con cuidado mis hombros y cuello, el estrés me tenía muy mal.
Gracias al cielo no soy Rin...
Escuché que entre más te duches con agua a temperatura elevada, es tu soledad. Quizá aquello que llegó a mis oídos tenga razón.
¿ A quién le importa las quemaduras leves si el baño es muy cálido?
Suspiré un poco y después una medía hora salí de la ducha acompañado de una toalla.
Extrañamente hoy no quería hacer visible mi presencia, estos últimos días no hemos estado bien. La atmósfera triste y decaída no me deja dormir por las noches.
- ¿ Qué se le va a hacer?
Dije mientras sostenía varias prendas de ropa para ponermelas en unos minutos. La suave tela me hacía feliz y reí un poco al ponerme mi ropa pues recordé aquel atardecer con figuras de dinosaurios en lugar de nubes.
Sequé mi cabello revolviendolo mucho, como es acostumbrado.
Me puse un suéter ligero, de esos que son tejidos y al verlos recuerdas a la abuela que te consentían con galletitas y leche.
¿ Cómo estará la abuela?
Pensé de manera repentina al recordarla.
Creo que mis tíos dijeron algo de que se está mejorando de su caída.
Claro, no por dejar de vivir con ellos no significa que hablemos de vez en cuando, después de todo llevan con el mismo número telefónico.
Particularmente, hoy han llegado a mi mente muchas cosas que creí olvidadas. ¿ Por qué será? Ni idea de la respuesta... Quizá hoy sea el día especial para recordar.
- ¡ Hey tú, perezoso!
Gritó una voz que entró a mi habitación como si nada.
- ¡ Deja de alimentar a la señora fatiga y levántate! -exclamó mi gemela como es acostumbrado.
Por alguna extraña razón, me sentí feliz al verle de visita por aquí, con normalidad se la pasa estudiando.
- ¿ Y la guía de estudios? -pregunté mirándole con cierta alegría.
- Mañana volveré a ello... Hoy quiero tomarme un descanso. ¿ Salimos?
¿ Cómo no rechazar aquella propuesta? Necesitaba tomar un poco de aire fresco y observar un poco el pueblo.
Salí de casa acompañado de mi hermana, de camino a una cafetería cercana a la que le gustaba concurrir seguido.
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