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-Tienes que estar de coña. No voy a apostar por esa gilipollez.

-¿Qué es lo que puede pasarte? No te juegas nada.

-Me niego a pensar en que tengo que enamorar al pringado ese.

-¿Acaso tienes miedo de enamorarte?

-¿Con quién crees que estás hablando imbécil? - quiso sonar autoritario, pero realmente tenía curiosidad por aquella apuesta.

Era cierto que no perdía nada, y podía llegar a ser un juego entretenido.

-Mm... ¿qué es lo que se supone que quieres apostar? - preguntó intentando sonar indiferente.

-Si no consigues enamorarlo en un mes o menos, y meterte entre sus piernas, me das las llaves de tu moto dos meses.

Jungkook rió con suficiencia. - No soy un maricón, y no voy a follar con un tio. Mucho menos voy a apostar las llaves de la Harley.

-Metérsela a un tio no es lo peor que puedas hacer en tu vida. Eres un cagado.

-Vuelve a repetir eso. - cogió repentinamente el borde de su camiseta, elevando al chico un poco.

-Deja de ser tan gilipollas, si Taehyung ha podido contigo, ¿crees que yo no podré? - arqueó una ceja. - Si ganas la apuesta, te consigo una moto nueva, y además, te concreto una cita con la hija del rector. - dijo casi sin inmutarse.

-No tienes dinero ni para comprarte un porro, ¿de dónde vas a sacar una moto? Además, ¿por qué querría salir con la niña pija del rector?

-Primero, tengo mis contactos, no me subestimes. Y segundo, cuanto más trato tengas con él, más clases te puedes saltar. ¿Qué mejor modo de acercarse a él, que conquistando a su hija, que por cierto no está nada mal?

-No es muy del estilo que me gusta, pero tienes buenas curvas.

-¿De qué estilo te gustan? Desde que te conozco, no te has interesado por estar con nadie de forma seria.

-Eso es porque ninguna de las de la universidad vale la pena.

-Joder, alguna habrá. Todas están deseosas por meterse en tus pantalones.

-¿Y? Una cosa es eso, y otra es salir con alguien. Si algún día me llega la hora de estar con alguien, intentaré no llevarme bien con ella. Mejor para los dos. Más libertad y sin rencores ninguno después.

-De verdad eres un hijo de puta. - negó con la cabeza. - Entonces, ¿aceptas la apuesta?

Tras pensarlo por un momento, cedió, aceptando aquella apuesta que tarde o temprano iba a pasarle factura.

-¿Cuánto tiempo tengo?

-Hasta el veintiséis de octubre.

-¿Dos meses? Puedo hacerlo en la mitad de tiempo.

-Adelante Romeo.

-Trato hecho.

Tras una tarde entera de estudios sin molestias por parte de nadie, Taehyung volvió a su habitación tan tranquilo como había estado desde el día anterior.

Al entrar, se encontró a un Jungkook muy diferente al que esperaba ver.

-Hola Taehyung. Mm... ¿podemos hablar?

-¿Hablar significa hablar de verdad o pegarme una paliza como siempre haces? - preguntó mientras dejaba sus libros en el pequeño escritorio que había.

Smile little Taehyung | kooktae | [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora