━━ ⦗ fiat nox! ⦘
❝ cameron puede ser lindo y
tener una gran personalidad,
pero Birdie, no hay nadie
mejor que yo. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
john keating había sido llevado a
...
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『 capítulo iv: PARA LAS VÍRGENES. 』
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SEPTIEMBRE DE 1959.
LA CLASE DE INGLÉS ERA BASTANTE NORMAL, con escritorios bastantes normales acomodados en un aula bastante normal. Lo único que no era normal era el nuevo profesor, el señor Keating, del que los chicos no sabían mucho. No sabían si era estricto, atento, grosero, amable, aburrido, entretenido o insoportable.
Los pocos que sabían algo eran los amigos de Knox Overstreet; gracias a él sabían que sobrina, Eliza Keating, se estaba quedando dentro de los muros de Welton por "circunstancias especiales".
Era la primera vez que se le permitía a una chica entrar a Welton y quedarse por más tiempo que la ceremonia de bienvenida. Al ver que no asistiría a las clases de la escuela, Welton podía guardar silencio sobre el asunto y preservar su imagen divina.
Por ahora, los muchachos estaban entusiasmados por verla por primera vez. Lo habían hablado toda la noche anterior antes de ponerse a estudiar latín y determinar cómo era ella. Knox les dijo que era muy agradable y bastante divertida, a diferencia de muchas otras chicas que habían conocido, que eran engreídas y hablaban en tonos chillones.
Al otro lado de la habitación, en donde estaba la oficina del sr. Keating, Eliza y John conversaban mientras los chicos se instalaban en sus lugares.
John le había dicho el día anterior que se uniría a una de sus clases que él encontrara conveniente, pero al ver que uno de los chicos parecía llevarse muy bien con Eliza durante la ceremonia de bienvenida, cambió de decisión.
—Te unirás a esta clase, Eliza. Probablemente sepas un poco más que estos muchachos, por lo que actuarás como estudiante y asistente del maestro.—John le informó.
—Eso suena bien para mi.—Eliza asintió.—Como asistente de maestro, ¿quieres que tome un rol?
—Si, eso suena bien.—animó John girándose sobre sus pies para tomar unas hojas.—Ahora, haremos pequeña excursión.
John se dirigió hacia la puerta y echó un vistazo hacia los chicos, que se tiraban bolas de papeles y hablaban con entusiasmo entre ellos sin un profesor regañándolos.
