Temperamento

493 67 9
                                    


Catra pensó en su conversación con Adora esa noche mientras limpiaba la barra. Ella siempre creía que las personas parecían atractivas desde la distancia, pero una vez que te acercabas, eran feas. Todos los poros sudorosos y la asimetría. Pero no Adora, nunca Adora. Sucedió de esa manera esa noche. La vio entrar con esos dos e inmediatamente odió lo bien que se veía en esa camisa holgada. Pero luego, cuando llegó al bar, cuando se inclinó y Catra realmente la miró, ella era aún más hermosa, su belleza era peligrosa. Esa mandíbula cuadrada y esos ojos de acero debajo de sus largas pestañas. Sus labios todavía estaban suaves, más suaves de lo que recordaba, aunque ahora un poco más completa. De hecho, toda ella parecía más completa ahora, casi llegando a esos espectros de la perfección. Ahora tenía más caderas y sus hombros se hicieron más bonitos y anchos, e incluso en esa jodida blusa de negocios, se veía que tenía buenas tetas.

Burlarse de ella así fue lo más destacado de la noche de Catra, la forma en que la estaba mirando. Demonios, ella era más fácil que la mitad de los hombres en este bar. Adora todavía se ponía nerviosa con tanta facilidad. Casi parecía que ella todavía estaba un poco enamorada de ella. Y le encantaba verla tartamudear. Quizás su amigo tenía razón, que tierno. La morena no podía negar que se sentía refrescante hablar con ella, como si estuviera abrazándola y por fin respirar. Durante cuatro largos años y ahora finalmente podía exhalar todo ese aire. Ella tampoco puede fingir que fue completamente emocionante tener la atención de Adora así de nuevo. La electricidad entre ellas era casi como la última vez que estuvieron juntas, antes de que todo se fuera a la mierda. Un pensamiento tan amargo. Aun así, la idea de tener a Adora en la palma de sus manos era una idea exquisita. Tal vez ella tendría que ir a una reunión con la nueva consejera después de todo.

El negocio fue aburrido como el infierno al día siguiente. El análisis financiero fue el tema. Ella tomó notas luchando por mantenerse al día, pero, aun así, decidido hacerlo lo suficientemente bien para que estas fueran comprensibles. Al final de la clase, su mano estaba acalambradas y consiguió un bulto en el dedo anular por cómo se clavaba lápiz en él. Caminó lentamente en todo el campus, temiendo por el curso de matemáticas. Anoche solo hizo la mitad de la tarea previa. Eso eran 10 preguntas y ella las respondió todas, pero no entendió la mayoría. Diablos ella ni siquiera entendía sus propias malditas respuestas. Se sentó al lado de la sardina (1*) de pelo azul, que le ofreció un chicle.

―Gracias―. Canela, no es su favorita, pero algo es algo.

La maestra señaló al tablero con una regla. ―Ahora, en términos de números reales y complejos, estas funciones ... ―y ahí fue, las neuronas de Catra murieron.

Ella ya estaba pensando en ver a Adora hoy. ¿Qué diría ella? ―Em. ¿Hordak? ―

Catra parpadeó Todos la miraban fijamente. ―Si.

―Pregunta número nueve de la tarea de anoche.

― ¿Sí? ― ¿Qué hay de eso? Ella sabía que no podía decir eso. La gente todavía se reía.

― ¿Cuál fue tu respuesta? ― La maestra parecía incrédula. Catra odiaba la escuela.

―Correcto―. Abrió su libro en la página donde metió la hoja de trabajo y lo miró. Esto era va a ser una clase larga. Al final resultó que, eso fue lo peor de todo. Ella entendía lo que estaba sucediendo después de eso.

Algunas cosas sobre gráficos y cuadros de conteo debajo de las líneas parecían bastante fáciles para ella. Cuando sonó la campana para liberarlos, estaba agradecida de que todo hubiera terminado. Ella caminó directamente hacia el edificio de salud y en la sala de recepción. Esa misma dama estaba allí. ―Como puedo ayudarte ¿hoy?

¿Cómo te hace sentir eso? | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora