Algo raro

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Le tomó más tiempo del que había esperado tener el...valor para regresar a la cueva de Pitch. Había hecho todo ese alboroto, pero no era capaz de dar el primer paso; y el que obligadamente tenía que dar, el coco seguía siendo su responsabilidad y aún cumplía con su tarea auto impuesta de deshacerse del exceso de pesadillas que corrían sin control. No quería ser demasiado presuntuoso al respecto, pero  parecía que desde que se había hecho cargo  de Pitch, este había podido superar su propio miedo y "domesticar" algunas pesadillas, eran pocas y se mostraban tímidas, pero ya les había puesto nombre como mascotas del coco. Claro que en su objetivo que el coco tuviera mascotas no era importante, había hecho un gran progreso por pura curiosidad y ahora estaba huyendo.
Las cosas estaban bien; De alguna forma había conseguido que lo otros guardianes vieran a Pitch de forma diferente, las pesadillas estaban bajo control e inesperadamente Emily se reconcilió con su padre, muchas cosas buena estaban pasando y no era imposible que Pitch fuera un guardián pero... ¿cuál era él pero? Cuando consideraba que pudiera rechazar la idea y eso marcará una clara línea en que estaban en lados distintos, sentía un agujero en el estómago, le agradaba Pitch.
No era animado como el resto, pero le ponía atención, le escuchaba y entendía sus planes, había descubierto que era amable de una forma paternal, como Norte, no quería perder a Norte y así mismo no quería perder a Pitch.

Esos pensamientos le mantuvieron lejos de la cueva por casi un mes, pasaba por fuera cuando el viento le arrastraba pero no se atrevía a entrar y contarle de su plan, ya no llevaba la cuenta de cuánto tiempo llevaba sin dormir y tampoco era importante ahora.

El tiempo pasó y los guardianes comenzaron a preguntar por los resultados, no tenía mucho que decir, podía considerar el movimiento de Emily como un avance y al responder con eso obtenía curiosas miradas, como si tuvieran lástima o si le dijeran que ya sabían que fallaría.

Después de un tiempo volvió a leer la vieja historia, se encerró en ese cuarto por varios días como si encontrara valor en sus páginas.

—No puedo seguir posponiéndolo...¿verdad?— suspiro pesadamente, dejando que esa exaltación se llevaba el peso de ese angustioso pensamiento y así com siempre llegaba, se fue.

El viento le llevó con calma hasta la guarida del coco, nunca había estado tan asustado de entrar como en ese momento, pero no vaciló, pasó tras paso avanzó en esa oscuridad. Había estado ahí tantas veces que conocía muy bien el camino.

—Miren lo que trajo el gato.—comentó Pitch, ni siquiera necesitaba levantar sus ojos del libro para saber que era Jack.— pensaba que te habías vuelto escarcha y desaparecido en primavera.

— Que forma tan rara de hablar es esa.

Jack río, pero gradualmente su risa se volvió incómoda y fue aún más difícil continuar cuando se encontró directamente con los ojos de Pitch.

Hubo un silencio, un largo e incómodo silencio. La expresión del coco se volvió severa mientras esperaba, se había acostumbrado a las ruidosas visitas de Jack y que llegará así como un ratón asustado era de lo más extraño, sobretodo porque entrar por la puerta principal no era muy afín con estarse escabullendo.

— ¿Pasa algo? Es raro que estes tan educadamente esperando que te invite.— Pregunto Pitch, cerrando el libro en sus manos y regresando lo en silencio a su lugar.

Jack seguía quieto en el lugar, buscando la respuesta en el suelo cuando otros pies aparecieron en su rango de visión.
No se atrevía a levantar la mirada, toda su actitud desafiante había desaparecido ante la imaginaria posibilidad de perder algo.

Pitch iba hablar de nuevo, pero Jack súbitamente lo interrumpió.

—Antea fuiste un guerrero, un... capitán ¿te gustaría volver a serlo?

La sorpresa en el rostro oscuro del coco fue evidente, pero Jack no pudo ver esa esperanza confusa por estar tan asustado.

— El pasado es historia, aunque quisiera cambiarlo no es posible y ya es algo perdido ¿qué te pasa repitiendo esto? Ya habíamos hablado de...

— ¿¡Te gustaría ser un guardián!? Si pudieras serlo ¿Te gustaría ser de nuevo el capitán Sombriner?

—  ¿De qué hablas?

— Te preguntó si quieres ser un guardián.

El deseo de la NieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora