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"Que enfrentan a los fantasmas que deciden si el fuego aun arde en el interior"
Henry esperaba apoyado en la carroza a Florence, todo el día estuvo ocupado en los diferentes negocios familiares, pero dejo de lado cuando el reloj marco las seis de la tarde para alistarse e ir por la chica.
Sonríe al recordar el retrato que le hizo llegar la chica esa mañana, sabía que probablemente no pudo conciliar el sueño, pero verse pintado en acuarelas en medio del jardín bajo las estrellas fue algo que lo dejo un poco feliz. Momentos después siente unos suaves pasos y ve a la chica en un pomposo vestido negro como lo pedía la etiqueta de la fiesta, sobre sus hombros trae un pequeño abrigo del mismo color.
Ve a su abuela verla mientras sonríe, su cabello esta como siempre perfecto.
- Luces hermosa- afirma el hombre viéndola- es hora de irnos señorita Pugh ¿Lista para su primera fiesta?
- Claro que lo está- dice la condesa haciendo que el ruede los ojos- no me hagas eso Henry aun no soy lo suficiente mayor para darte un par de nalgadas
Florence ríe suavemente tapando su boca.
- Estoy segura que la vista pondría muy feliz a mi acompañante
El rostro de la chica se vuelve completamente rojo al igual que su escote, baja la cabeza mientras su abuela sonríe divertida.
- No la dejes sola... preséntala ante todos como mi nueva protegida
- Nunca has tenido otra abuela... nadie es lo suficiente valiente para soportarte
- Henry- gruñe la mujer- váyanse antes que azote tu trasero
El hombre ríe acompañado de la mucama de su abuela que está a su lado.
- ¿Lista señorita Pugh?
Ella asiente teniendo su brazo el cual toma delicadamente, ambos avanzan hasta fuera de la mansión donde esta una carrosa negra completamente cerrada, el chofer se saca el sombrero y les abre la puerta. Henry la ayuda a subir teniendo cuidado con su vestido para cerrar la puerta, girar y volver a subir.
Ambos quedan en completo silencio durante el corto trayecto hasta el centro de la ciudad, el puede ver como ella tiembla un poco debajo del vestido. Sabía que no tenía un gran vestuario como las chicas en sus primeras presentaciones y sin duda debería arreglar aquello con su abuela.
Al llegar al lugar, el la ayuda a bajar, la fiesta se daría en el salón de baile, la chica camina a su lado como si el aire flotara a su alrededor. Al entrar al salón este está bastante lleno, ve como algunos hombres giran al ver a su acompañante quien baja su rostro en señal de vergüenza, pero Henry toma su brazo dulcemente guiándola entre la multitud de la gente que no puede dejar de observarlos.
Sin duda para la chica sería complicado el estar allí, siendo analizada por todas las personas a su alrededor.
- Henry- sonríe un hombre rubio caminando hacia el - ¿Quién es la jovencita a tu lado?
- Oh ella es la señorita Pugh... Florence te presento a Ed, el maques de Sussex y también uno de mis mejores amigos
El hombre sonríe tomando la pequeña mano de la joven besando sus nudillos para que ella posteriormente hiciera una reverencia.
- Un gusto conocerlo señor
- Sin duda usted es muy bella- sonríe- espero que me acompañe a un baile esta noche... particularmente ya he bailado con todas las señoritas y sin duda usted es la más bella.
Henry ve como la chica espera su aprobación como si fuera su padre a lo que simplemente asiente. Florence asiente hacia el dando una reverencia y estira su brazo Ed toma la mano de la joven y la coloca en su brazo caminando con ella a la pista de baile, el señala la barra donde camina sin despegar su vista de la joven.
Sin duda Florence saco toda la elegancia de la familia, baila con el como si estuviera acostumbrada a hacerlo, puede ver como varios hombres se acercan, pero se queda tranquilo al ver como ella lo busca con la mirada. El solo asiente, era una presentación en sociedad, debía conocer a la mayor cantidad de hombres posible. Pero su amigo no parecía estar de acuerdo y solo los espantaba con una fría mirada. Ya llevaban dos bailes, la chica a su lado parecía cómoda así que comenzó a relajarse por su cuenta.
- Es una bella chica- dice una amiga de su abuela acercándose- pensé que era tu prometida
- ¿Florence? - cuestiona- claro que no ... somos amigos. La conozco desde que era una niña
- Pero ya no lo es- sonríe la anciana- ¿Cómo está su abuela Lord?
- Bien, en casa... sabes que no siempre le gusta asistir a este tipo de bailes.
- La entiendo... más que ustedes los jóvenes.
Ed camina con Florence del brazo hacia una mesa con algunos tragos. La chica le sonreía con gracia y por un momento recordó cómo se sentía con Caroline, pero eran tan diferentes, mientras la mayor de las hermanas Pugh le gustaba correr por los establos y en medio del campo. Florence prefería las luces y como lucia todo. El camino entre la multitud disculpándose con la amiga de su abuela, hasta que vio a la exquisita señorita Duncan la cual traía un vestido rojo nada apropiado a aquella celebración
- Señorita Duncan- sonríe el hombre- ¿me concede este baile?
- Creo que sería más apropiado Lord que tuviéramos un baile privado
- ¿Conoce algún salón?
- Los conozco todos mi Lord.
La mujer sonríe y asiente teniéndole el brazo cuando este asiente. Necesitaba sacar de su sistema a Caroline de la forma que fuera
