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"Empleo mucho tiempo explicando quien soy"
Florence miraba a su madre, estaba poniéndose otro vestido para que la modista pudiera realizarle los arreglos necesarios a los de la boda. La mujer sale haciendo una reverencia.
- Nos vemos Lady Cavill- sonríe la mujer- señora- hace una reverencia antes de marcharse.
Su madre luce enfurecida, demasiado para su propio bien.
- ¿Por qué lo hiciste Florence? ¿Hasta dónde llega tu egoísmo? - suspira su mamá- ¿Acaso no piensas en Caroline? ¿En sus sentimientos?
La rubia eleva su rostro viendo a su madre, luciendo mucho más que molesta, odiaba las comparaciones y su madre lo sabe, pero eso no parecía detenerla de compararla con su hermana.
- ¿Por qué debería pensar en ella madre? Te recuerdo que ella huyo de casa para contraer matrimonio con un profesor- suspira tratando de controlar su temperamento- tú me enviaste acá con ella para que buscara un marido adinerado que estuviera dispuesto a casarse con una chica sin dote porque necesitan alguien que le dé el sostén a la familia.
- Es Henry- grita la mujer- no es cualquier hombre adinerado ¿Cómo no te das cuenta? ¿Qué tan miserable tienes que ser para comprometerte con el novio de tu hermana?
La rubia niega viéndola con lágrimas en los ojos, sus palabras dolían más de lo que le gustaba admitir, desde muy pequeña su progenitora no mostro devoción hacia ella, todo era Caroline y ahora volvía a ser así. ¿Por qué su hermana podía tener una historia de amor y ella se debía resignar a lo que fuera?
- ¿Qué pasara cuando sepa la verdad?
- ¿Qué verdad? - dice la chica viéndola, luciendo nerviosa, sus manos tiemblan debido a la tristeza y el enojo - que me enamore del cuándo era una niña... no creo que no lo sepa madre.
La mujer niega, odiaba ese comportamiento irracional de su hija menor. No permitiría aquella locura, menos cuando su querida Caroline pudiera salir dañada.
- No aceptaras esta boda
- ¿Entonces debo vender mi virtud al mejor postor como tu hija lo sugirió? - grita la chica dolida viéndola, sacando toda la rabia que albergaba su corazón desde que leyó aquella carta. Florence jamás perdía los nervios, pero allí estaba completamente rota frente a su madre- mi propia hermana me envía cartas donde me indica si no me caso será mejor que me convierta en una...
- Cállate- grita su madre enfurecida- Caroline solo piensa en el bienestar de la familia
- ¿Bienestar a mi costa? - ríe ella con los ojos con lágrimas- eso suena bastante fácil ¿No lo crees madre?
Florence carcajea mientras lagrimas se acumulan en sus ojos. Su pequeño y joven corazón estaba rompiéndose a causa de la mujer que le dio la vida.
- Caroline se comporta así, porque su esposo no puede pagar sus lujos... Estamos mal Florence o acaso esta vida de lujos te nublo la razón. Que pensaría vuestro padre
Florence mira a su madre enojada, su rostro se pone pálido ante la mención de su padre, no esperaba que la mujer se acercara a ella y le diera dos cachetada mirándola desafiante a los ojos.
- ¿Qué pensaría tu padre?
- Pensaría que fui la única inteligente de la familia- dice seriamente Florence sosteniendo su mejilla derecha que era la más adolorida
- Siempre fuiste avarienta
- Siempre supe lo que quise madre- dice seriamente- así que si no te alegras por mi... puedes irte
- Florence- susurra la mujer viéndola
La rubia le da la espalda, no quiere que la vea llorar.
- Puedes volver con tu amada Caroline, pero nunca te buscare
- Estas escupiendo a tu familia a la calle- grita alterada la mujer
- No- suspira viendo por la ventana – estoy tratándolas de la misma forma que tu y mi querida hermana lo han hecho desde la muerte de mi padre, vete ocupen toda la dote que quieran... yo cuidare a Harry
- Es mi hijo- grita la mujer tomando lo brazos de su hija sacudiéndola- es mi hijo, yo lo parí
Florence se suelta de su progenitora con fuerza mientras niega. No dejaría que dañaran a su hermanito como lo habían hecho con ella.
- Un hijo es a quien protege, tu jamás protegiste a Harry... yo lo he hecho por cinco años mientras tu lloras por papá. Ya sea porque nos abandono o por su muerte- grita viendo como la mujer niega debido a la crueldad de las palabras- tu jamás te levantaste cuando llorabas, nunca lo arropaste ¿Vez como esta vestido? - ríe la chica- parece un pordiosero mientras tu usando un vestido nuevo... ¿Eso es ser una buena madre?
- Eres un monstruo
Los ojos de la rubia muestran dolor y rabia, simplemente asiente. Ambas se quedan en silencio al escuchar como unos pasos suenan por los pasillos.
- Flo- susurra Harry viéndola- ¿mamá te hizo yaya?
Su progenitora toma su vestido viéndola con asco.
- Quédense los dos- grita la mujer enfurecida- pero no vengas a mi cuando tu esposo te cambie por alguien más linda que tu ¿O pensaras que no buscara una amante? No eres bonita Florence, ni siquiera digna de alguien como él.
Florence abraza a su pequeño hermano que no entiende nada y luce aterrado al ver a su madre completamente furiosa, sus manos tiemblan, pero aun así no suelta a su hermano.
- Señora Pugh- irrumpe la condesa- ¿Me desea acompañar?
- Me iré de este lugar- gruñe la mujer furiosa saliendo a paso rápido de la habitación de su hija
- ¿Florence cariño estas bien? - dice la anciana viéndola secar su rostro
La rubia miente como lo ha hecho toda su vida y asiente viéndola. La condesa sale de la habitación apoyándose en el bastón, la chica se sienta en su cama abrazando a su hermano, solo logra escuchar una discusión entre su madre y la anciana . Como esta ordena una carrosa llamándola perra antes de dejarla marchar.
- ¿Estaremos bien Flo?
- Eso espero Harry... eso espero- murmura la chica.
