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"Cuando dijeron que un amor como este no duraría."
Marzo 2021.
El aeropuerto de Heatwork era como siempre una locura llena de gente moviéndose de un lado a otro tratando de abordar su vuelo, niños llorando, gente empujando para llegar antes, llanto e incluso risas de reencuentro.
Florence siempre decía que veía despedidas más sinceras en un aeropuerto que ningún otro lugar así que sonríe cuando ve a un soldado abrazar suavemente a su novia, le gustaría conocer esa clase de amor. Pero el destino nunca estaba de su lado.
Florence miraba su reloj mientras se sentaba en uno de los asientos para esperar abordar su avión. Había sido atrasado por un problema en el clima, decidió viajar a Francia completamente sola solo para pasear. Sin duda fue un año muy difícil.
Florence saca de su bolso de diseñador un libro y lo coloca en el asiento vació a su lado, comienza a leer concentradamente lamentando que no llevara audífonos.
- Hola- dice una voz masculina a su espalda- ¿Puedo sentarme a su lado?
La rubia asiente sin mirarlo recogiendo su bolso poniéndolo en sus piernas, disculpándose suavemente por ser tan maleducada de dejar el bolso en un asiento. Se siente observadas mientras lee su libro totalmente concentrada. Le atraía la historia que tenia en sus manos y era su segunda lectura tratando de buscar algún secreto por descubrir.
La chica mira al hombre a su lado ya que la hipnotiza su olor y su mirada se sentía como si la quisiera escanear. Ella le da una suave sonrisa que el devuelve, sin duda es el hombre más hermoso que vio nunca vestido con unos sencillos jeans y un abrigo. Se pregunto cómo se vería el hombre como la personificación de Laurie.
Queda un minuto perdida en sus ojos, se sentía tranquila a pesar de sentir a los lejos llanto de niños y blasfemias hacías las azafatas.
- Espera – dice ella viéndolo- ¿Te conozco?
- No lo creo- sonríe el hombre- no me olvidaría de una cara bonita como la tuya
La chica ríe viéndolo, conocía muy bien a ese tipo de hombres seductores, pero con él era diferente, quizás porque era verdaderamente guapo.
- Henry Cavill- sonríe el tomando su mano besando sus nudillos
El suelta su mano suavemente mientras sonrió al ver como ella analizaba su rostro.
- ¿Por qué siento que te conozco de toda la vida? - susurra ella hipnotizada en sus ojos
- Porque quizás lo hacemos cariño- sonrió el guiñándole un ojo- mujercitas es un buen libro, mi favorita siempre fue Amy
- También la mía, creo que no se conoce tanto como debería
- Todos cambiamos con amor.
Florence asiente viéndolo nuevamente
- Maldita sea- suspira la chica cuando su teléfono comienza a sonar- Louis- gruñe la chica contestando – espera maldito puerco espín, no te escucho ni carajo- gruñe ella colocándose su bolso en su hombro caminando hasta un lugar menos concurridos.
Henry ve como deja en la silla el libro que leía, mujercitas sobresale en su portada.
- Hey, tu libro- dice el hombre tomando el libro rosa viendo que ella caminaba a tratar de mejorar su llamada, con su bolso sobre su hombro. Suspira, debió pedirle antes su número.
Henry suspira y camina hasta el sector de abordaje cuando se lo indica una de las pantallas, hace la larga fila tratando de encontrar la cabellera rubia pero no lo hace, agradece a la aeromoza cuando le indica donde sentarse, se sienta en la ventanilla y cierra los ojo esperando el abordaje.
- Creo que el destino nos quiere unir señor Cavill- sonrió viéndolo
- Creo que lo hace- sonrió el moviendo su libro
- Mi libro- dice viéndolo mientras toma asiento a su lado- ¿Cree que pueda devolvérmelo?
- Convénzame, señorita Pugh- bromea el viéndola.
Florence sonrió sentándose mejor, mientras lo mira a los ojos.
- Creo que puedo hacerlo- sonrió ella comenzando una buena conversación.
