No podia creer la que sus oídos escuchaban, ¿prometido?, no quería creerlo.
- no... entiendo - susurro confundida.
- kikyo, tu eres la hija de lord de las tierras del sur, kikyo hahiro.
- pero como....
- pronto recuperaras la memoria, la perdiste hace muchos años, su madre vendrá pronto, es necesario que vallas por ella - dijo.
- ¿y como la recupero? - pregunto.
- se tiene que romper un sello, mientras tanto toma - la de un papiro enrollado.
- ¿para que es esto? - confundida.
- él te hace daño, ¿verdad? - pregunto.
- no se de que me hablas - fingió no saberlo.
- orgullosa como siempre - con una sonrisa le dio un beso en su mejilla haciendo que ella se desmalle.
- ¡¡kikyo!! - grito inuyasha cuando entro - sabia que no era de fiar, llevemos-la - todos estuvieron de acuerdo.
Todo estaba oscuro, no podía ver nada, más solo oscuridad a su alrededor, así que empezó a caminar sin rumbo alguno hasta que vio una luz, era como una pantalla plana gigante, se veía hermoso, habían dos niños, un niño y una niña.
Él niño aplaudía mientras que la niña empezaba a cantar, era una canción conocida, de alguna manera se le hacia familiar, pero no podía recordar.
pobre criatura,
te abandonaron,
bajo mi ala,
te acobijaste...Terminando de cantar.
- esta vez te superaste, cantaste bien - la elogio.
- ¿enserio? - pregunto con una sonrisa en sus labios.
- si - contesto - a mamá le va a cantar, bien echo kikyo
- *espera... dijo kikyo?* - se pregunto la joven miko.
- gracias, asayaki - dijo la niña.
- *ese nombre me suena* - pensó kikyo.
Despertó del sueño algo confundida y con la respiración agitada, kohaku traba de hacer que se tranquilizara, y todos tenían miradas confundidas.
- *quiero saber más de mi pasado* - pensó kikyo.