HAY ALGO QUE QUIERO ACLARAR ANTES DE SEGUIR LA LECTURA.
No me pareció necesario porque realmente escribo todo lo que siento en forma de historia, aunque a veces no lo parezca. Todos los personajes y sus cosos tristes tienen algo de mi, y al final es una forma que tengo de ver el final del túnel: En pocas palabras, mis historias hablan de mis traumas (algunas más que otras) y siempre espero que sea una lectura decente.
Por otro lado, en el capítulo anterior notamos una cosa importante: Violación. Es una palabra fuerte que conlleva a cosas preocupantes, debemos dejar en claro que más adelante veremos si el personaje pudo darse cuenta de lo que significa estar atado a alguien -mayor, primero que nada- con vicios y que se aprovecha de su estado (aunque él sepa que una cosa conlleva a la otra como "pago", no significa que sea correcto). ¿Honestamente? No será la primera ni la última vez que escribiré de drogas y este tema, porque son temas que me tocan muchísimo (casi tanto como el daddy issues, porque es mi enfermedad continua).
Los personajes son humanos, cometen cosas así y esperan que todo esté bien al día siguiente. Lo mismo vamos a ver con el de maltrato en relaciones, el abuso físico y sexual, cómo influye -aunque ya podemos ver por dónde va todo, I mean, adicciones y conformarse con amor no sano- en una persona. La dependencia emocional es otra cosa que podemos notar, los personajes hacen cosas malas y les pasan cosas malas Y NO QUIERE DECIR QUE ESO SEA CORRECTO:
NADIE merece ni abuso de ningún tipo, ni el trauma familiar que conlleva a realizar muchas cosas. Pero sucede, es algo que vemos día con día en todos lados, no debemos normalizarlo pero tampoco podemos callarlo ¿me explico? Debe saberse que esto sucede, y qué hablar siempre será correcto.
Continuamos con la historia, un kiss. Recordemos ser maduros con lo que leemos.
"Soy un perro perdido en la calle".
En la cama estaba tendido un joven de largos cabellos negros con puntas aguamarina, boca abajo y mostrando las piernas con las sábanas enredadas entre ellas. Los cabellos desordenados se extendían a su alrededor, probablemente el chico estaba dentro de un sueño muy pesado porque la música alta dejaba mucho que desear para los que debían de estar escuchando menudo concierto dentro del cuarto. El chico se removió tirándose hacia un lado y mirar el techo, los ojos aguamarina se abrieron poco a poco.
—¡Muichiro!
Se movió un poco más hacia la orilla de la cama con pesadez, extendiendo su brazo hasta llegar al celular que reproducía la música por medio de alguna clase de conexión inalámbrica, tocó unos botones de la pantalla táctil dejando ver en el fondo de inicio la imagen de una familia, quitó el sonido. Levantándose para tocar su cabeza.
—¡Muichiro! ¡Baja!
Se arregló los cabellos pasándose los que le caían en la cara por detrás de la oreja, bostezó somnoliento para llevarse una mano a sus ojos, frotándolos.
—¡Muichiro!
—¡Que ya voy! —Gritó cansado, emprendió una caminata hasta la puerta abriéndola de golpe para ir descalzo por los pasillos encerados y de un color madera muy agradable a la vista.
Sus piernas se desplazaban con cansancio, parecía que más bien las arrastraba con cansancio bien entendido. Bajó las grandes escaleras que daban al salón principal adornado con grandes estatuas de una vista espléndida, algunas eran de plata y otras de oro lo que solo afirmaba que definitivamente eran caras. Pasó el salón y se fue por la entrada de la derecha hacia un gran comedor donde se asomó un hombre de mirada amable junto con otro chico idéntico a él.
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Adrenaline
Teen FictionEl humo no ayudaba y el sonido retumbaba en sus oídos impidiéndole escuchar bien a su amigo, quien gritaba algo acerca de un vaso, empeoraba todo que a sus ojos el piso comenzaba a verse más cerca de su persona hasta que finalmente sucumbió a perder...