Habían pasado dos semanas exactamente desde la última vez que el rubio se perdió, su abuelo seguía mal pero al parecer el chico ya había cobrado el juicio que perdió al no escuchar su voz. Zenitsu fue rápidamente a sentarse con Inosuke y Genya, quien hace poco había comenzado a almorzar con ellos gracias a Tanjiro que lo sacó de los baños, completamente emocionado trayendo un folleto con él. Inosuke estaba comiendo con los ojos de Genya encima de él, completamente asombrados de la voracidad con la que éste comía.
—Hay fiesta.
—¿Qué? —El menor de los Shinazugawa dejó de mirar la comida del otro. —¿Y eso en qué es bueno?
—Imagínate nada más, dicen que es la mejor. —Le extendió el papel a Genya. —Es hasta fin de año pero la pregonan desde antes por lo que escuché.
—¿Y qué se celebra? ¿O a quién? —Inosuke comenzó a reír. Aunque muy por dentro temía que su amigo se hundiera en otra clase de círculo.
—Es una fiesta por y para el pueblo, Kenya.
—Es Genya.
—Como sea, tenemos qué planear. —Inosuke lanzó su desayuno por los aires, el de ojos negros lo siguió con la mirada. —Hoy salimos ¿no?
Zenitsu comenzó a negar.
—Kaigaku quiere que-
—Ya empezamos mal. —Inosuke se fue para atrás recostándose en la banca, que Zenitsu se fuera con ese tipo solo significaban problemas.
—¿Qué empezamos mal? —Tanjiro llegó por detrás de Zenitsu para sentarse junto al más grande de los cuatro. Le pasó los deberes al rubio. —Volviste a faltar, te cambiaron de presidente de grupo por Kanao. —Zenitsu bufó molesto.
—Te lo buscas y ni te aguantas, —se burló el azabache de mechas azules. —Zenitsu no quiere entrar a la quedada de hoy, —se levantó y tomó a Genya para pasar su brazo por los hombros ajenos, —somos tú y yo.
—Mi hermano me va a matar si no estoy en casa a las 10.
—Olvida a Sameni.
—Sanemi.
—Olvídalo, tú y yo. Llama a algún amigo y montamos un trío. —Genya se tensó al escuchar las carcajadas de su amigo. —Es broma, no eres mi tipo.
—¿Saldrás sin mi? —Bufó el rubio. Inosuke alzó su dedo corazón con cara de burla. —Como sea. Me voy, tengo arte. —Escuchó un silbido obsceno del hombre que abrazaba a Genya. Zenitsu lo miró mal. —No empieces. Tú igual tienes arte, vámonos.
Tanjiro los vio irse para quedarse con Genya, quien se encontró conmocionado al ser soltado por el más agresivo de los cuatro, carraspeó para tomar la atención del pelirrojo cuando esté se juntó más a él. El más pequeño le miró emocionado.
—¿Tú no vas? —Genya negó. —Yo tengo periodo libre, ¿comemos algo? —El de cabellos negros le vio nervioso. Necesitaba salirse de esa.
—¿Y si me acompañas a ver a Sanemi? Le tengo qué pedir unas cosas.
Internamente, suspiró aliviado. Nadie debía enterarse que había vuelto a caer en su enfermedad, ni siquiera quería reconocer que la tenía nuevamente. Sabiendo que aquello no se iba solo con medicamentos y una buena sonrisa diciéndote "siéntete bien".
—¡Claro!
—Perdona, por quitarte el horario de almuerzo.
—No te preocupes por eso, puedo soportarlo. —Y Tanjirou le brindó una sonrisa tan bella que mentirle le cayó mal.
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Adrenaline
Teen FictionEl humo no ayudaba y el sonido retumbaba en sus oídos impidiéndole escuchar bien a su amigo, quien gritaba algo acerca de un vaso, empeoraba todo que a sus ojos el piso comenzaba a verse más cerca de su persona hasta que finalmente sucumbió a perder...